El Banco Mundial recibió fuertes críticas hoy en esta capital durante el segundo día de la primera asamblea del Fondo Global del Medio Ambiente (GEF).
El GEF es un mecanismo multilateral de financiación de proyectos relacionados con el ambiente creado en 1991 y que cuenta con fondos del Banco Mundial.
Gran parte de las críticas contra el Banco Mundial surgieron del Estudio del Rendimiento General del GEF, concluido por la oficina de coordinación de supervisión y evaluación del Fondo, que reclutó un equipo encabezado por Gareth Porter para la investigación.
El equipo halló que el Banco Mundial no aumentó los préstamos para la preservación de la biodiversidad tras la formación del GEF, y tampoco el gasto dirigido a la eficiencia energética y los recursos renovables.
Un problema más serio fue la incapacidad de la administración del Banco para reconocer y recompensar la labor del GEF, tan importante como su actividad habitual, según las conclusiones del equipo de Porter.
El equipo también fustigó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), otro de los organismos que implementan los proyectos del GEF, al que acusó de no haber hecho lo suficiente para incorporar la biodiversidad y el cambio climático a las actividades ajenas al Fondo.
Organizaciones no gubernamentales (ONG) aseguran que un monopolio formado por el Banco Mundial, el PNUD y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), obstaculizan la capacidad del GEF para cumplir su misión con éxito.
Para este jueves está previsto que un panel de ONG analice la cuestión de las restricciones innecesarias a los fondos del GEF y los obstáculos que el trío impone a proyectos de alta calidad del organismo.
Un ejemplo ilustrativo de prioridades equivocadas es el excesivo énfasis puesto en asuntos marinos cuando siete países por los que fluye el río Nilo, entre ellos Egipto, sufren serios problemas de desertización, señaló el experto egipcio M. Tolba.
Caio K. Koch-Weiser, director gerente del Banco Mundial, buscó neutralizar la ofensiva al destacar los logros de la institución como agencia ejecutora de proyectos y sostuvo que hizo valer el dinero del GEF al catalizar el gasto público y privado.
"Por cada dólar de la asistencia que prestan el Banco Mundial y el GEF, hay otro del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y dos más de fondos obtenidos de otras fuentes", señaló Koch-Weiser.
En total, el grupo del Banco Mundial autorizó 84 proyectos en 75 países, que comprenden más de 800 millones de dólares de recursos del GEF y 800 millones más del Banco Mundial y la Asociación Internacional de Desarrollo.
Una donación de 26 millones de dólares otorgada por el GEF a India elevó la capacidad de producción de energía eólica de 30 a 700 megavatios en los últimos cinco años.
Así mismo, una donación de 75 millones de dólares a Indonesia financió el mayor sistema fotovoltaico para energía solar doméstica del mundo, indicó Koch-Weiser.
El director gerente también expresó que las donaciones del GEF fortalecieron asociaciones importantes para la administración mundial al promover la colaboración entre tres gobiernos de la cuenca del Lago Victoria en Africa.
Otros proyectos en Brasil, Perú y Uganda están capacitando a las comunidades locales para realizar acciones que sirvan a sus propios intereses y al ambiente mundial, añadió Koch-Weiser.
Pero el funcionario reconoció que la experiencia del GEF había demostrado al Banco Mundial la necesidad de desarrollar la flexibilidad necesaria para trabajar con socios nuevos, acelerar la implementación de proyectos medianos y responder a las necesidades de las ONG.
El Banco Mundial y las ONG concuerdan en que es prematuro aún pretender una evaluación profunda del rendimiento del GEF debido a la cantidad limitada de proyectos que se concluyeron.
El GEF, con sede en París, aprobó en febrero la primera reposición de fondos del organismo por 2.750 millones de dólares para proyectos que ayuden a proteger el ambiente en el mundo en desarrollo.
Los donantes quieren que el dinero se use para reducir la emisión de gases invernadero que atrapan el calor en la atmósfera, proteger los bosques con programas como el desarrollo ecológico, limitar las sustancias que atacan la capa de ozono y resguardar las aguas internacionales de contaminantes.
El GEF respalda un proyecto de desarrollo ecológico por 70 millones de dólares en India que incorporó el concepto de parques nacionales, protegidos de la "presión inaceptable procedente de las necesidades y actividades de la gente que reside" en dichas zonas. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/aq-lp/en dv/98