Información secreta revela un aumento alarmante de la contaminación radiactiva en la región de Kola, en Rusia y cerca de la frontera con Noruega, sostiene el grupo ambientalista de este país europeo Bellona Foundation.
Un informe confidencial en manos de Bellona presenta cifras sobre la contaminación causada por bases nucleares submarinas abandonadas, que fuerzas de seguridad rusas intentaron mantener en secreto durante años.
Aunque Noruega estuvo preocupada por la contaminación en esa región durante cierto tiempo, se le negó el acceso para tomar medidas durante los últimos tres años.
Ahora, Bellona logró acceso a medidas tomadas por el Instituto Marino Biológico Murmansk, que recogió muestras de sedimento para analizar en el Instituto Kholpin de Radio y el Laboratorio Kusnetsov en San Petesburgo.
Un total de más de 100 muestras fueron tomadas en un área entre Murmanskfjord en el este y Petsjengafjord en el oeste. Se midieron los niveles de cesio-137, cobalto-60 y plutonio-239/240, todos isótopos presentes en desechos nucleares y combustible agotado.
Thomas Nilsen, de Bellona, cree que las medidas son causa de real preocupación, ya que revelan el acelerado deterioro de las unidades de almacenamiento de desechos nucleares en bases navales rusas en Murmansk.
En la bahía Andreyeva, cerca de la frontera noruega, las medidas revelan que los cinco centímetros más altos de sedimentos están muy contaminados con cesio-137.
Bellona cree que la contaminación es causada por el filtrado en tres tanques de almacenamiento de combustible nuclear agotado, situados a sólo 200 metros del mar. Las medidas decrecen con la mayor distancia de la costa.
Altos niveles de contaminación con plutonio se encontraron en la bahía Andreyeva. Así mismo, los "incrementados niveles de cobalto-60 son alarmantes", dijo Nilsen.
Además de la elevada contaminación radiactiva en la bahía, Nilsen se refirió a altos niveles de cesio y cobalto en sedimentos fuera del astillero de Shkval en Polyarny.
Polyarny está situada en la zona oeste de Murmanskfjord, y en el astillero Shkval, que además realiza mantenimiento de rutina en barcos en operaciones, hay siete submarinos nucleares obsoletos que esperan ser desmantelados.
Uno de los submarinos obsoletos es el Echo-II, que en 1989 sufrió el derretimiento de uno de sus reactores nucleares.
La situación de los desechos nucleares en Kola ha sido una vergüenza para las autoridades rusas, quienes han dicho que carecen de fondos para operativos de limpieza.
Pero el ministerio de Energía Nuclear (MinAtom), anunció el 21 de este mes que asumirá la responsabilidad, hasta ahora en manos de las fuerzas de la marina y el Ministerio de Defensa.
Las autoridades anunciaron que el primer objetivo será retirar el combustible nuclear de submarinos obsoletos en varias bases. El combustible sería almacenado temporalmente en contenedores y situado fuera de la costa, antes de ser trasladado hacia la planta de Mayak en los Urales, para ser reprocesado.
A fines de marzo, el canciller noruego, Knut Vollebak, visitó Murmansk, 1.300 kilómetros al norte de Moscú, pero sólo 120 kilómetros al este de la frontera con Noruega, y prometió fondos para la limpieza en la península de Kola, y en particular en la bahía Andreyeva.
Sin embargo, Noruega quiere asegurar que los fondos sean usados con propiedad, de modo que es vital la cuestión de permitir el acceso de expertos noruegos, hasta ahora rechazado.
Se espera que el acceso se permita si la bahía queda en manos de MinAtom, ya que en general el ministerio ha sido accesible a este tipo de cooperación en otras áreas. (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/lp/en/98