El sexo sigue siendo un tema tabú que se habla en voz baja en Tailandia, advirtió un estudio que recomienda al gobierno dar mayor importancia a la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos.
Una amplia variedad de métodos de control son necesarios para las parejas no casadas, en especial para las mujeres, según el Instituto de Investigación sobre Población y Comunidad de la Universidad Mahidol en esta capital.
El conocimiento y los servicios sobre control de los nacimientos son más accesibles a las mujeres, quienes, como resultado, están más familiarizadas con muchos anticonceptivos.
Pero para muchas tailandesas solteras, los únicos métodos de control conocidos son los condones y el aborto. El uso de condones para evitar embarazos está en segundo lugar, al ser considerado antes que nada como una protección contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual.
En la encuesta participaron 9.588 mujeres entre 15 y 49 años. Entre ellas, 27 por ciento dijo ser soltera.
Apichart Chamrasrithirong, director del Instituto de Población, dijo que Tailandia tuvo éxito en reducir su crecimiento demográfico debido a su vigoroso programa de control de nacimientos.
La encuesta también indica que el gobierno ha dejado que las mujeres solteras se las arreglen solas cuando se trata de evitar embarazos no deseados.
Como resultado, muchas jóvenes recurren al aborto, que es ilegal en Tailandia a excepción del caso de embarazos que ponen en peligro la vida de la mujer o violación.
Aunque no hay cifras confiables sobre el aborto, Khamron Chudecha, de la Fundación Amigos de la Mujer afirma que el número de mujeres que usaron el servicio de asesoría sobre abortos del grupo aumentó más de 30 por ciento en los últimos años.
Quienes buscan la operación del aborto se dirigen a clínicas ilegales en las afueras de Bangkok.
Algunos analistas indican que el gobierno parece asumir que cualquier relación sexual fuera del matrimonio es hecha en un "contexto comercial", vale decir que la mujer recibe dinero. Nada más lejos de la realidad, ya que la conducta sexual cambia rápidamente en Tailandia.
Según una encuesta realizada por un fabricante de condones, el adolescente promedio tailandés tiene su primera experiencia sexual a los 17 años. Khmaron afirma que la mayoría de las mujeres que se someten a un aborto tienen entre 16 y 20 años.
Algunos expertos, no obstante, no están sorprendidos de que el gobierno "niegue" la cambiante conducta sexual de sus ciudadanos y no considere que las mujeres solteras puedan estar interesadas o necesiten saber más sobre anticonceptivos.
"Los tailandeses crecieron creyendo que el sexo es un tema tabú", dijo Kiticorn Meesapya, psicólogo del departamento de salud mental del Ministerio de Salud Pública. "Muchos tailaneses aún sienten que nada relacionado al sexo debe hacerse público".
Aunque el condón se convirtió en parte de la conciencia pública tailandesa como resultado de la campaña del gobierno que promueve su uso para el sexo seguro y evitar embarazos, Kiticorn afirma que los tailandeses siguen siendo tímidos al pedirlos en las tiendas.
"La compra de condones es parte del proceso sexual. Por lo tanto, la gente aún es tímida sobre hacer saber a los demás que los están comprando. La 'cultura del condón' es aún nueva. No hace mucho tiempo atrás mirábamos al condón como símbolo de la infidelidad marital", reflexionó.
En 1996, la venta de condones en Tailandia alcanzó unos 20 millones, en gran parte debido a la fuerte promoción del uso de condones del gobierno para controlar la epidemia de sida.
Aunque Tailandia sigue siendo un punto de expansión de la enfermedad debido a su "industria" sexual, expertos en sida afirman que el uso de condones ayudó a retardar el avance del flagelo. (FIN/IPS/tra-en/cb/js/lp/he dv/98