Religiosos conservadores de Sudán consideran que la red informática Internet es sinónimo de contaminación moral y pretenden la clausura de la compañía que ofrece el acceso a la supercarretera de la información mundial.
El objeto de la ira de los líderes islámicos es Sudanet, una empresa conjunta del estatal canal de televisión Jartum y dos firmas privadas, la Compañía de Telecomunicaciones de Sudán y Caft International.
Cuando Sudanet se creó en 1995, el servicio estaba dirigido sólo a ministerios, compañías y organizaciones internacionales, pero actualmente el público tiene libre acceso a él, para consternación de grupos fundamentalistas islámicos.
Mohamed Salih Hassan, imán o clérigo de la poderosa secta musulmana Ansar, consideró a Internet como un elemento "contaminante" y predijo que será la ruina de los jóvenes ya que los bombardeará con información internacional, cultura, política y normas occidentales.
Hassan anunció a IPS que los clérigos musulmanes se preparan para lanzar una campaña nacional contra los servicios de Internet que, sostuvo, se deben prohibir para proteger a la juventud.
"Los musulmanes deben respetar su fe y no permitir que este tipo de información llegue a sus familias. Si un sistema incontrolable como Internet es incorporado a la sociedad, nos será muy difícil predicar el reino de Alá", dijo.
Un académico de la Sagrada Universidad Coránica comparte la opinión de Hassan y considera que Internet es un peligro para la comunidad y la seguridad del país.
El profesor, que mantuvo su identidad en reserva, declaró a IPS que no entiende por qué el gobierno permite que la gente acceda a la red ya que "se dice que la información disponible en la Internet trata de sexo, campañas contra el Islam, turismo y otras noticias contaminantes inaceptables para los musulmanes".
Miembros de las fuerzas de seguridad temen que la Internet sea utilizada por grupos insurgentes y de oposición para presentar información contra el gobierno. Una fuente dijo que el Estado debe decidir cuál información se debe permitir en la red y verificar todo elemento que pueda afectar la seguridad.
Pero las personas conectadas a la Internet se manifiestan conformes con la información que reciben a través de ella y quieren que el servicio continúe.
"No pedimos a quienes tienen miedo a la Internet que se registren", dijo un usuario profesional, y añadió que muchos intelectuales sudaneses están contentos con la red. "Somos todos musulmanes y no veo razón de que algo nos sea impuesto".
"Internet no está en contra de nadie. Es un nuevo sistema que alimenta al mundo con información. La red traerá paz a todos nosotros si la usamos para el bien común", aseguró.
El usuario señaló que la red lo hace sentir en un mundo sin fronteras. "Recibo información de Africa austral y Europa, incluso antes de que lo informe la radio o la televisión", explicó.
El profesional es uno de tantos -médicos, periodistas, profesores e ingenieros- privados del uso de la Internet en su hogar debido a la oposición de sus padres. Muchos adultos aún viven con sus progenitores. "Mi padre amenazó con golpearme si uso la Internet", dijo el hombre de 37 años a IPS.
El padre se opone a la Internet porque piensa que ofrece información sobre sexo y otras cosas "pecaminosas". "Intenté convencerlo pero fue en vano. Así que llevé mi módem a la casa de un amigo interesado en el servicio", explicó el hijo.
"Impedir el uso de la Internet es como la prohibición del alcohol. La ley dice 'no beberás', pero al final del día, uno encuentra a la gente tomando", señaló el usuario.
Una joven llamada Nada dijo a IPS que sus amigos instalaron computadoras en sus casas sin el conocimiento de sus padres.
"Las jóvenes que trabajan no tienen problema. Incluso si sus familias se niegan, pueden pedir una línea de teléfono e instalarla en su trabajo, donde comparten la información", explicó.
Sin embargo, Nada teme que Sudanet sea clausurada si la oposición al servicio continúa.
Pero un jerarca de la compañía, Ali Karar, aseguró a IPS que la oposición no logrará impedir que la compañía siga conectando a la gente a la Internet, y tampoco intentará limitar su acceso de manera alguna. Sudanet vende un servicio y éste no incluye censurar a los usuarios, sostuvo.
"El mundo se está transformando en una pequeña aldea y las personas tienen interés en saber sobre las aldeas cercanas", añadió Karar.
"No obligamos a las familias a vincularse a la red y no deben sentir hostilidad hacia nosotros. Brindamos información a la gente que le interesa", explicó.
Karar añadió que cientos de compañías, ministerios, organizaciones no gubernamentales y personas ya se conectaron a Internet.
Cuando se le preguntó sobre la posición de las fuerzas de seguridad del gobierno, Karar dijo que no veía riesgos para ellos ya que todos los ministerios, funcionarios de alta jerarquía, organismos de seguridad y sectores del gobierno se conectaron a la red.
Sudanet reconoció que el elevado costo de instalación, de unos 560 dólares estadounidenses, puede alejar a los potenciales usuarios, por lo que ofrece facililidades de pago. La tasa mensual ronda los 35 dólares y brinda derecho a 15 horas de acceso al mes. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/aq-ml/cr/98