La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió fuertes críticas de expertos hoy tras responsabilizar a 16 países en desarrollo, entre ellos Brasil y México, por actuar con "demasiada lentitud" en el control de la tuberculosis.
La agencia mundial de la salud admitió este jueves en Londres que será imposible detectar 70 por ciento de los casos y curar 85 por ciento para el 2000, como se había propuesto, y advirtió que "la falta de progreso en 16 países amenaza los esfuerzos mundiales por controlar la tuberculosis".
Pero el profesor Alimuddin Zumla, director del Centro de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de Londres, rechazó las críticas de la OMS. "Denles a esos países los recursos necesarios y progresarán", dijo.
"Se trata de un problema de fondos. Hay que pagar los salarios y adquirir los medicamentos", señaló Zumla a IPS.
La OMS clasificó a las naciones "lentas" en dos categorías. Ocho son países de bajos ingresos, y los otros ocho tienen ingresos medios o medios-altos.
Los estados más pobres criticados por el organismo son Afganistán, Birmania, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán, Sudán y Uganda, y los otros son Brasil, Filipinas, Indonesia, Irán, México, Rusia, Sudáfrica y Tailandia.
"La OMS nunca logrará un control eficaz de la tuberculosis a menos que obtenga los recursos necesarios. Precisamos que países ricos como Estados Unidos realicen grandes aportes", advirtió Zumla.
La agencia admitió en su declaración que "la mayoría" de los ocho países más pobres "necesitarán ayuda financiera para adoptar plenamente y ampliar con rapidez los esfuerzos de control de la tuberculosis".
La OMS, que el martes 24 celebrará el Día Mundial contra la Tuberculosis y este jueves convocó en Londres a expertos y funcionarios para planear una estrategia, sostiene que la tuberculosis cobra más vidas que cualquier otra enfermedad infecciosa.
Entre dos y tres millones de personas mueren cada año a causa de la dolencia, y en los últimos años el número de casos aumentó a un ritmo de 13 por ciento anual.
Además, hasta 50 millones de personas están infectadas con una variedad de bacilo resistente a los antibióticos como consecuencia de tratamientos inadecuados.
Un editorial del International Journal on Tuberculosis and Lung Diseases, publicado este jueves y escrito por Zumla y el profesor John Grange, de la Facultad Imperial de Medicina de Londres, atribuye en parte "la tragedia de la tuberculosis" a la difusión de la "ideología de mercado".
"Lamentablemente, la ideología de 'el mercado' y 'las fuerzas del mercado' penetraron tan profundamente el pensamiento occidental que actualmente son la base de todos los servicios de salud en los países industrializados", opinaron los médicos.
"No sorprende, entonces, que las reformas de la salud pública en los países de ingresos medianos y bajos sigan la misma tendencia", agregaron.
El Banco Mundial publicó en 1993 un influyente documento, "Invirtiendo en Salud", que estableció la primacía de la relación costo-beneficio y costo-recuperación en las políticas de salud.
Sin embargo, para 1997 la OMS pareció reconocer el fracaso de esa política al señalar en un documento titulado "Cambios y Reforma en la OMS" que "el fin de la guerra fría, el énfasis en las reformas de mercado y la creciente carga de la deuda en algunos países representan nuevos desafíos" para el organismo.
"Estos y otros factores pueden afectar significativamente el estado de la salud pública y los patrones de las enfermedades, y algunos pueden poner en peligro la mejoría, obtenida con esfuerzo, de la esperanza de vida y la mortalidad infantil", añadió la agencia.
El documento también reconoce que "es claro" que el objetivo de Salud para Todos, fijado por la OMS hace 20 años, no será posible "para la fecha original prevista del año 2000, que deberá ser reexaminada en el contexto de los drásticos cambios sociales, económicos y políticos".
Los trabajadores de la salud consideran que la falta de inversión de algunos gobiernos en el sector es una causa del fracaso del programa de tuberculosis de la OMS.
"En India, el programa no prosperó por el colapso del sistema de salud pública y el cambio de prioridades" del gobierno, señaló Ruchira Gupta, asesor de la OMS para el sudeste asiático.
Según Zumla y Grange, "tratamientos muy eficaces contra la tuberculosis" han estado disponibles por más de cuatro décadas, pero languidecieron porque la comunidad internacional no tomó ayudó a los países más pobres a crear la infraestructura necesaria para su tratamiento y control.
Una de estas innovaciones médicas es el tratamiento de observación directa, por el cual el personal médico observa a los pacientes físicamente mientras ingieren, durante seis meses, cada dosis de una poderosa combinación de fármacos. Los trabajadores de la salud controlan la evolución de los enfermos hasta su curación.
La OMS señaló que los 16 países nombrados actúan con demasiada lentitud para implementar el nuevo tratamiento.
Los ocho países de ingresos medios o medios-altos de la lista "cuentan los medios financieros para hacer frente a la tuberculosis, pero algunos se retrasaron demasiado en la implementación o ampliación del tratamiento", indicó la agencia.
Los ocho estados restantes, de bajos ingresos, "también demoraron la adopción del uso ampliado del nuevo tratamiento, por lo que se consiguieron pocos avances".
La epidemia será más difícil de contener cuánto más tiempo se demore en aplicar las medidas de control, advirtió la OMS. La influencia del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) condujo a un marcado incremento de los casos de tuberculosis, sobre todo en Africa.
La inadecuada gestión de los programas contra la tuberculosis – por ejemplo, cuando se permite que los pacientes dejen de tomar sus medicinas-, causa la aparición de nuevas variedades de la enfermedad, resistentes a los fármacos, que podrían hacerla incurable.
Sin embargo, Grange arguyó que el tratamiento de observación directa tiene "muchos problemas" que se deben resolver. "En teoría, la estrategia basada en la supervisión de cada dosis ingerida durante seis meses es buena", dijo.
Pero en la práctica, la idea de que el paciente se deba reunir a diario con un supervisor durante los dos primeros meses del tratamiento y dos o tres veces por semana durante los cuatro meses restantes "genera todo un problema de derechos humanos", opinó.
El asesor de la OMS, Gupta, destacó que la implementación efectiva del tratamiento necesita el compromiso político y un sistema de salud pública.
"En India, existen unidades de atención primaria que no tienen nada, ni fármacos, ni médicos. Nuestro mayor problema es la falta de compromiso político con el sistema de salud pública", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/ml-aq/he-dv/98