/REPETICION/ COLOMBIA: Petróleo y crisis asiática agravan situación económica

Las perspectivas de la economía de Colombia a mediano y largo plazo son desalentadoras y el gobierno que acaba en agosto poco puede hacer para frenar su deterioro, según los dos principales centros de investigaciones del sector privado.

Las optimistas proyecciones del gobierno para el crecimiento económico en 1998 no se cumplirán por diversos factores internos y externos, según la Fundación para los Estudios Superiores y el Desarrollo (Fedesarrollo) y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF).

El director de la ANIF, Armando Montenegro, sostuvo que "al cada vez más agudo deterioro de la situación interna se suma ahora la convulsión de los mercados internacionales" afectados por la crisis asiática y la baja en los precios del petróleo.

El gobierno había proyectado para 1998 un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 4,5 por ciento, una inflación de 16 por ciento, un descenso del desempleo de 13 a menos del 12 por ciento y un déficit fiscal de 3,0 por ciento del PIB.

Estos indicadores representarían una mejoría frente a 1997, cuando se registró un crecimiento del PIB de 3,2 por ciento (según estimaciones provisionales), una inflación de 17,7 por ciento y un déficit fiscal de cerca de cuatro por ciento.

Pero las proyecciones se fueron a pique con la caída de los precios internacionales del petróleo, la reducción de la cosecha cafetera por problemas climáticos y la reducción de recursos del proceso de privatización.

Estos factores influyeron en el incremento del déficit fiscal, que pasó a 5,1 por ciento del PIB en lo que va de este año.

En el caso del petróleo, la reducción del precio internacional llevó a la estatal Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) a dejar de recibir ingresos adicionales por 7,6 millones de dólares que se esperaban para los primeros meses de este año.

La baja del precio del petróleo se registró en momentos en la producción de crudo de Colombia aumenta a cerca de 800.000 barriles diarios de los que exportará en promedio unos 300.000 barriles por día.

Raúl Rodriguez, analista del diario El Espectador, segundo en circulación nacional, dijo que este incremento de 84 por ciento respecto de 1997 se traduciría "en mayores divisas que permitirían nuevos recursos para financiar obras y programas especialmente en áreas de salud, educación e infraestructura".

Además, por concepto de la privatización, que en los últimos años se ha convertido en una fuente de financiación, el gobierno sólo ha recibido en 1998 recursos equivalentes a 0,74 del PIB, mientras que en 1996 estos ingresos representaron 0,93 por ciento del PIB y en 1997 3,67 por ciento.

En lo externo, Rodríguez consideró que Colombia resulta perjudicada por la crisis en Asia oriental porque resulta más barato importar de esa región que producir, a pesar de las distancias.

Asia oriental sufre, después de años de constante crecimiento, una recesión que afectó a los mercados de todo el mundo.

Rodríguez observó que en la actual crisis los comentarios de la gente común se relacionan principalmente con la escasez de dinero y la "dificultad para conseguirlo con el fin de cubrir gastos esenciales y obligaciones crediticias".

Mauricio Cárdenas, director de Fedesarrollo, pronosticó que, si no se adoptan correctivos, la economía continuará a mediano y largo plazo en su estado de letargo.

Como salida a la actual crisis, Cárdenas sugirió al gobierno una reducción gradual de los impuestos que deben pagar los empresarios a partir de agosto, para disminuir altos costos laborales y estimular el empleo.

Con los impuestos sobre los sueldos de empleados se financia el Servicio Nacional de Aprendizaje, que capacita la mano de obra para el sector privado, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, encargado de los programas para la niñez, y las cajas de compensación, que desarrollan programas de recreación.

Estas contribuciones, que pueden llegar a representar para los empleadores sobrecostos de hasta 15 por ciento sobre los sueldos, podrían llegar a reducirse hasta 40 por ciento, según Cárdenas.

"No estamos proponiendo acabar con esas contribuciones, sino que las instituciones que los reciben se financen con recursos del presupuesto nacional", agregó.

Esta reforma permitiría la creación de 170.000 puestos de trabajo en el primer año y para el 2006 se completarían 879.000, dijo.

Cárdenas sugirió también la reducción gradual del déficit fiscal, "a pesar de las complejas connotaciones políticas que tiene esa medida", y reducir a la mitad los actuales niveles de violencia que generan de inestabilidad e incertidumbre.

El experto estimó que Colombia sufre una violencia solo comparable a la que reina en Jamaica, con 80 homicidios cada 100.000 habitantes al año, tasa que duplica el promedio latinoamericano.

Cárdenas pronosticó que si se logra reducir la violencia a la mitad, el crecimiento económico sumaría un punto porcentual adicional cada año y se generarían 600.000 nuevos puestos de trabajo.

Con estas reformas, según analistas, el crecimiento económico pasaría "del mediocre tres por ciento actual" a entre cinco y seis por ciento, tasas como las registradas hasta comienzos de la década del 90. (FIN/IPS/yf/mj/if/98

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