La primera semana de marzo terminó con los precios internacionales del petróleo en declive, mientras la OPEP no lograba orquestar una reunión ministerial para adoptar medidas que frenen la erosión y Venezuela mantenía su alta producción.
El Ministerio de Energía de Venezuela informó este viernes que los precios del barril de la cesta de referencia de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) cerraron la semana a 12,68 dólares, lo que coloca su promedio del mes en 12,69 y el del año en 13,74, cuando en 1997 fue de 18,68 dólares.
El marcador de Estados Unidos, el West Texas Intermedie, cerró el día a 15,40 dólares el barril, lo que hizo promediar el mes a 15,41 dólares y el año a 16,07, frente a los 20,56 dólares del año pasado.
El tipo Brente del Mar del Norte se cotizó este viernes a 13,2 dólares, para dar un promedio del mes de 13,32 dólares y del año de 14,3 frente a los 19,06 de 1997.
El barril de exportación venezolano, en tanto, concluyó la semana a 11,5 dólares, para colocarse su promedio del mes en 11,48 dólares y del año en 12,34, frente a los 16,48 dólares en que se sostuvo en 1997.
Mientras, el titular de Energía, Erwin Arrieta, ratificó que no ha sido convocada una conferencia ministerial de la OPEP y, por tanto, es un error indicar que haya decidido no asistir al encuentro.
Indonesia, que ejerce la presidencia de la OPEP, ha estado sondeando a los otros 10 miembros de la organización para ver la posibilidad de transformar la reunión del Comité de Vigilancia en una conferencia extraordinaria, pero sin encontrar consenso para ello.
La reunión del comité se realizará el día 16 en Viena, con la participación de sus cuatro miembros (Indonesia, Iran, Kuwait y Nigeria) y a la misma se buscó que asistieran todos los demás socios, con la idea de que si había una decisión colectiva para defender los precios, se transformara en conferencia.
Arrieta precisó que desde hace meses tiene comprometida esa fecha para acompañar al presidente Rafael Caldera en una gira por Europa, que incluye Alemania, un país donde Venezuela posee la mitad de la empresa Veba Oel, con importantes refinerías.
Por eso mismo, desde un principio se contempló, según dijo previamente, que a la reunión del comité vaya como observador un representante de otro nivel, como sucede en reuniones similares.
Medios internacionales "han inventado una reunión que no existe, para decir que Venezuela no asiste", afirmó, lo que a su juicio forma parte de una campaña para crispar los ánimos de otros miembros de la OPEP, en especial Arabia Saudita.
El canciller venezolano, Miguel Angel Burelli, buscó presentar como normal la tensión dentro de la OPEP, al señalar que desde su creación, en 1960, cuando se producen crisis de precios u otras dificultades, se producen reproches mutuos entre los miembros.
"Es normal que cada quien quiera inculpar a otro de las dificultades provocadas por la caída de los precios", apuntó el canciller antes de ratificar que "Venezuela está firme en la OPEP", tal como ha indicado Arrieta varias veces en el año.
Venezuela es responsabilizado de tener una contribución protagónica en el hundimiento de los precios, por estar produciendo muy por encima de la cuota que le asignó la OPEP para el actual trimestre, de 2,58 millones de barriles diarios.
Arrieta ha manifestado con claridad que el país está produciendo en torno a 3,45 millones de barriles diarios, mientras indica que todos los miembros de la OPEP con capacidad para hacerlo están bombeando por encima de sus cuotas.
"Debemos dejar de ser 'Pinochos' entre nosotros", ha dicho Arrieta, mientras el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, Luis Giusti, arguyó que el país tiene comprometida toda su oferta y que ninguno de los recortes forzados por la caída de precios va a tocar la producción.
De hecho, si se suma a la de crudo y condensados la de líquidos del gas y el combustible proveniente del bitumen conocido como orimulsión, el país produce en la actualidad el equivalente a 3,74 millones de barriles diarios.
Venezuela está embarcada, con la participación de medio centenar de empresas del resto del mundo, en un masivo plan de extensión de su capacidad productiva de petróleo, para elevarla de los 3,7 millones de barriles actuales a 6,6 millones en el año 2007.
Ese plan ya en marcha significa recursos por 50.000 millones de dólares, 30 por ciento aportado por las socias externas, bajo la premisa que para entonces parte de los actuales exportadores saldrán del mercado, mientras la demanda se mantendrá en un promedio de crecimiento de dos millones de barriles anuales.
La OPEP aporta unos 28 millones de los 74 millones del consumo actual de petróleo y, pese a la crisis de demanda del año, se considera que en 1998 crecerá en 1,2 millones de barriles. (FIN/IPS/eg/ag/if/98
