PETROLEO: México estudia un nuevo ajuste a finanzas públicas

El gobierno de México evalúa un segundo reajuste presupuestario en menos de tres meses debido a la baja de los precios del petróleo.

Las autoridades aseguraron que no dudarán en aplicar nuevos recortes al gasto público, contratar deudas o restringuir el dinero circulante.

La prioridad del gobierno de Ernesto Zedillo es mantener a toda costa las metas de crecimiento, déficit fiscal e inflación planteadas para este año, posición que empresarios e inversionistas saludan, pues consideran que solo unas finanzas equilibradas generan confianza y atraen inversiones.

El precio del barril de crudo mexicano de exportacion cayó a un promedio de 10 dólares los últimos días, 5,5 dólares menos que el estimado cuando se preparó el presupuesto de 1998 y 3,5 dólares debajo del calculado en enero, cuando las autoridades decidieron aplicar un primer reajuste.

Aunque las ventas de petróleo representan menos de 10 por ciento de las exportaciones totales de México, más de 40 por ciento de los ingresos del fisco proceden de su comercialización.

Portavoces oficiales indicaron este miércoles que el gabinete económico está en consulta permanente y evalúa tomar nuevas medidas ante la progresiva caída de los precios del crudo, fenómeno provocado, entre otros factores, por una excesiva oferta del producto en el mercado.

México, uno de los 10 mayores exportadores de crudo del mundo, deja de percibir alrededor de dos millones de dólares al día por cada dólar que baja la cotización del petróleo.

El primer reajuste del presupuesto fiscal, que fue de cerca de dos por ciento, afectó gastos en infraestructura pública, incluidos hospitales y escuelas, vivienda de interés social, subsidios a la producción de tortillas de maíz y programas contra la pobreza.

Según el gobierno, si hay que aplicar nuevos recortes, se hará todo lo necesario para que no afecten el sector social.

Los empresarios esperan que el gobierno de Zedillo se anime a limitar los gastos del aparato burocrático, integrado por unos 900.000 trabajadores, antes que afectar a programas sociales.

La incertidumbre sobre el tiempo que durará la crisis petrolera y las medidas que aplicaría el gobierno influyeron los últimos días en los mercados de dinero y en la bolsa de valores. La moneda nacional, el peso, sufrió un depreciación respecto del dólar y la venta de acciones cayó.

Los analistas pronostican la inminencia de mayores ajustes al gasto público. La pregunta es cuándo y en qué niveles, según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Las autoridades aseguran que sacrificarán lo que sea necesario para mantener la meta de un crecimiento económico de cinco por ciento, inflación menor a 15 por ciento y déficit fiscal no mayor a 1,5 por ciento este año.

La economía mexicana tuvo en 1997 un crecimiento de siete por ciento, el resultado más exitoso desde 1981.

El secretario (ministro) de Hacienda, José Gurría, indicó que el posible nuevo reajuste debe ser bien estudiado, pues tiene que considerar proyecciones y promedios anuales sobre el precio del crudo.

Aunque reconoce que la caída de la cotización del petróleo se debe a un fenómeno de sobreoferta, México, al igual que otros países productores, rechaza cualquier posibilidad de reducir su actual nivel de exportación de alrededor de 1,7 millones de barriles por día.

El plan es, por el contrario, incrementar este año las ventas a dos millones de barriles.

Empresarios mexicanos y extranjeros anunciaron las dos últimas semanas que incrementarán sus inversiones en México, pues confían plenamente en la política económica del gobierno y en el cuidado que las autoridades ponen en mantener unas finanzas públicas equilibradas.

Zedillo prometió esta semana que su gobierno seguirá una política económica flexible y adapable al entorno internacional.

Ojalá se acuerde que sobre los datos macroeconómicos y el papel de los inversionistas está la urgencia de resolver problemas sociales, expresaron portavoces de los partidos de oposición.

Diverso estudios indican que más de la mitad de la población mexicana vive en condiciones de pobreza. (FIN/IPS/dc/mj/en if/98

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