La caída de los precios no siempre es una buena noticia para todos los países en desarrollo, algunos de los cuales ven los beneficios esfumarse ante devaluaciones. Para otros, sólo se trata de malas noticias.
Las perspectivas no son buenas para muchos de los países africanos exportadores de petróleo, en especial los de Africa, afirman analistas, mientras el precio del crudo alcanzó el menor nivel en cuatro años la semana pasada para ubicarse poco por encima de 12 dólares por barril en el mercado de Londres.
"Varios gobiernos han estado en el teléfono preguntándome qué pueden hacer ante los bajos precios", dijo Lamon Rutten, experto en productos básicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Cada año, las exportaciones de petróleo añaden 18.000 millones de dólares a los cofres de los países de Africa subsahariana. El petróleo representa un tercio del producto interno bruto (PIB) en los cuatro principales países exportadores de petróleo en la región.
Angola y Nigeria dependen del petróleo en más de 90 por ciento de sus exportaciones totales, Congo 83 por ciento y Gabón 77 por ciento.
Sin embargo, la caída de los precios no es una buena noticia tampoco para los países en desarrollo importadores de petróleo.
"En teoría, cualquier caída del precio del petróleo es de beneficio inmediato para los consumidores. Pero para los países en desarrollo, la fluctuación en la tasas de cambio del dólar supera el beneficio de la reducción del precio", dijo Gareth Lewis- Davies, analista de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París.
"En términos locales, están pagando más por el petróleo debido a la caída de la tasa de cambio", destacó.
Los más afectados son las llamadas economías "tigre" del sudeste de Asia, una región donde la demanda de petróleo creció más rápido en 1997 que en el grupo de países industrializados de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
En 1998, a pesar de la crisis monetaria en el Sudeste Asiático, la demanda de petróleo en los países en desarrollo fuera de la OCDE creció 3,6 por ciento hasta este mes, en comparación a 1,1 por ciento en los países de la OCDE, dijo Lewis-Davies.
"Este fenómeno refleja un estadio de evolución en el desarrollo económico", agregó el analista.
Un factor significativo en la actual caída ha sido la gran oferta en la última década, con países como Papúa Nueva Guinea, Guinea Ecuatorial y Colombia sumándose a las filas de productores mundiales.
Esto, combinado a la creciente producción de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), contribuyó a la debilidad del precio, sostuvo Lewis-Davies.
A la vez, indican algunos analistas, la industria del petróleo no puede depender de Asia como motor para el crecimiento de la demanda.
"Asia ha liderado el mercado durante los últimos años. Pero los precios cayeron tanto y tan constantemente por más de un año, que sólo aquellos productores que usaron técnicas de evasión pudieron resguardarse del golpe", dijo Seana Lanigan, de International Petroleum Exchange, en Londres.
Estas técnicas incluyen la fijación de precios por un período extenso, que ata el precio del barril a una parte de la producción diaria de crudo del productor, por ejemplo 1.000 barriles diarios durante tres años.
Los productores se ven resguardados de posibles caídas del precio por parte de su producción, y las compañías o países importadores quedan al resguardo de aumentos de precios.
Analistas alegan que estas medidas son vitales para los países en desarrollo, pero los costos de no tomarlas pueden ser enormes.
En Nigeria, por ejemplo, la caída de un dólar en el precio del crudo significa una pérdida diaria de 800.000 dólares. Estas pérdidas presionan mucho la balanza de pagos, y resultaron en un aumento del endeudamiento.
Según un informe de UNCTAD, México es un buen ejemplo de una estrategia sólida de gestión de riesgos.
Para proteger el presupuesto del gobierno, el Ministerio de Finanzas comenzó a utilizar los precios a futuro y opciones de marcado para proteger ganancias de exportaciones de crudos a partir de 1990.
En el proceso, el minsiterio aseguró que si los precios caían, la situación se compensaría con bajos ingresos impositivos de ganancias sobre las posiciones de las opciones.
El gobierno de México debió poner depósitos por 200 millones de dólares para asegurar sus actividades de cobertura, fijando los precios mínimos a 17 dólares el barril.
Cuando los precios del crudo cayeron drásticamente en 1991, el ingreso del ministero estaba asegurado a través de una ganancia neta sobre sus posiciones de gestión de riesgos durante la primera mitad de 1991, estimada en al menos 125 millones de dólares.
Lo contrario sucedió en Ecuador. El gobierno ecuatoriano presupuestó un precio de exportación de 17 dólares el barril para 1993, pero a mediados de septiembre de ese año, los precios cayeron a 13 dólares por barril.
"Sin haber asegurado sus precios de exportación, Ecuador perdió 300 millones de dólares en ganancias. Después de esta experiencia, su Banco Central decidió comenzar a usar opciones", destacó el informe de UNCTAD. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/lp/dv if/98