Una desertora del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) de Perú denunció en Miami que la agente Mariella Barreto fue asesinada por proporcionar a la prensa información sobre un crimen cometido por un grupo militar.
Luisa Zanata, una ex agente refugiada en Miami, reveló también que ella alertó el año pasado al conocido periodista César Hildebrandt que los servicios de inteligencia planeaban asesinarlo y atribuir su muerte a un grupo subversivo.
Sus declaraciones, difundidas el lunes en forma simultánea en los dos canales de televisión de Lima, revelan que prosigue la guerra interna en los servicios de inteligencia peruanos, que se libra mediante asesinatos, torturas y calculadas filtraciones de información a la prensa opositora, según analistas locales.
Zanatta y Barreto, así como otros agentes y ex agentes del SIE cuyos nombres comienzan a conocerse, parecen formar parte de un sector disidente en los servicios de inteligencia que trata de desestabilizar al abogado Vladimiro Montesinos, principal asesor de seguridad del presidente Alberto Fujimori.
La oposición asegura que Fujimori, Montesinos y el comandante en jefe del Ejercito, general Nicolás Hermoza, comparten el poder mediante un equilibrado intercambio de respaldos y esferas de influencia.
Se atribuye a Montesinos el control de la lealtad de los cuadros medios del Ejército y se considera que su eliminación es el único camino seguro para desestabilizar a Hermoza, quien debió pasar a retiro en 1993 pero se mantiene en su cargo por decisión de Fujimori.
Montesinos jugó un papel decisivo para hacer abortar en diciembre de 1993 un intento de golpe militar contra Fujimori y Hermoza.
Dos días antes de las revelaciones de Zanatta, el periodista peruano José Arrieta solicitó asilo en Estados Unidos denunciando una persecución política, ya que se le exige que revele las fuentes que le proporcionaron información sobre varios crímenes cometidos supuestamente por los servicios de inteligencia.
Otro peruano asilado en Estados Unidos es el empresario Baruch Ivcher, propietario del Canal 2 de televisión, donde trabajaba Arrieta y que en los últimos meses de 1997 difundió un documento reservado sobre el patrimonio de Montesinos e informó sobre crímenes atribuidos a los servicios de seguridad.
Ivcher, de origen israelí y nacionalizado peruano hace 14 años, fue despojado del Canal 2 el año pasado, después que un juez acogió una denuncia sobre una presunta irregularidad administrativa en sus trámites de naturalización.
Se supone que las informaciones sobre los crímenes cometidos por los servicios, profusamente difundidas en los tres últimos años por la prensa opositora, fueron proporcionadas por "gente de adentro", cuya identidad tratan de descubrir los servicios utilizando los métodos que le son propios.
El cadaver degollado de Barreto, asesinada en febrero de 1997, fue encontrado en un basural en las afueras de Lima.
Según Zanatta, Barreto le confesó que fue ella quien entregó al semanario "Si" información sobre el lugar en donde fueron enterrados los cadáveres calcinados de los nueve estudiantes universitarios y un profesor, asesinados en 1993 por el comando militar denominado Grupo Colina.
Algunas semanas después del asesinato de Barreto, otra agente del SIE, Leonor La Rosa, torturada cuando era interrogada por sus jefes sobre las fugas de información, logró salvar su vida cuando burló la vigilancia en el Hospital Militar y comunicó su situación a la prensa. Ahora se encuentra asilada en Mexico.
Mesmer Talledo, preso por pertenecer presuntamente a un movimiento guerrillero, hizo llegar a varios órganos de prensa opositores cartas y grabaciones asegurando ser agente del SIE torturado y acusado falsamente para acallar sus denuncias sobre crímenes y corrupción en el curso de la guerra antisubversiva.
En un video difundido por Hildebrandt, y filmado en forma clandestina por un parlamentario opositor, Talledo sostuvo que el Grupo Colina, había asesinado a varios dirigentes sindicales izquierdistas.
Talledo fue absuelto inesperadamente de las acusaciones de pertenecer a la organización guerrillera Sendero Luminoso, sus jefes admitieron que era agente del SIE y lo pusieron en libertad en diciembre de 1997. Luego se retractó de sus denuncias y declaró haberlas hecho cuando estaba "mentalmente perturbado".
Pero Zanatta no se ocupó sólo del asesinato de Barreto y de las maquinaciones para atentar contra Hildebrandt. También proporcionó información sobre el espionaje telefónico cometido por el Departamento de Electrónica del SIE 4, en el que trabajó.
Según las denuncias de la desertora del SIE refugiada en Miami, ese Departamento fue utilizado para interceptar las conversaciones telefónicas de los dirigentes opositores, entre ellos el ex secretario general de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuellar.
"Todos los teléfonos vinculados a la prensa están sistemática y permanentemente interceptados", aseguró Zanatta.
La denuncia de la desertora del SIE fue difundida en la noche del lunes en horario estelar por los canales de 9 y 13 de Lima, ambos opositores al gobierno de Fujimori pero también encarnizados adversarios entre sí.
Que ambos canales afirmaran que el reportaje filmado en Miami les era exclusivo y que, inclusive, los directivos del 9 trataran de impedir judicialmente la emisión del programa inaugural Hildebrandt, en el que se difundió el video, parece evidenciar que un desconocido promotor actuó por encima de ellos.
Ese promotor condujo a los reporteros de los dos canales hasta el refugio secreto de Zanatta en Miami y manejó la simultaneidad de sus revelaciones con la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En la reunión de la SIP se encuentran Arrieta e Ivcher, testimoniando contra Montesinos y los servicios de inteligencia. (FIN/IPS/al/ag/ip/98