El pacto ético electoral firmado por los partidos de Panamá y la Iglesia Católica fue calificado hoy de gran paso hacia la consolidación de la democracia por dirigentes políticos y de la sociedad civil.
Las direcciones de 12 partidos, tanto afines al gobierno como opositores, se comprometieron el lunes a que la campaña hacia las elecciones de mayo de 1999 contribuya a fortalecer la democracia, así como a no difundir mensajes violentos, calumniosos o irrespetuosos hacia sus adversarios.
El acuerdo fue promovido por la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica al igual que el firmado antes de los comicios de 1994.
Cuando aún no se había secado la tinta en esa ocasión, el entonces presidente Guillermo Endara, garante del pacto, acusó a su correligionario Alberto Vallarino de ser un "vagabundo" (vago) y "ñanecon" (amanerado).
Vallarino compite por la candidatura presidencial del Partido Arnulfista para las próximas elecciones con Mireya Moscoso.
A pesar de que Endara violó el pacto ético electoral de 1994, por primera vez en la historia política de Panamá se realizaron entonces comicios limpios, puros y honestos y se respetó el veredicto de los electores.
Las de 1999 serán en las segundas elecciones que se realicen en el país en los últimos 30 años sin participación de los militares detrás de la escena política, como ocurrió en 1984 y 1989 durante el régimen del general Manuel Noriega.
"Tiene que haber una responsabilidad compartida entre los partidos políticos y la sociedad civil para asegurar que se lleven a cabo los postulados" del pacto electoral firmado el lunes, recomendó el secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá, Mario Medina.
Medina, cuya organización representó a la sociedad civil en la firma del compromiso entre los partidos, indicó que "el sólo hecho de haber firmado un papel no garantiza que esos acuerdos serán respetados".
En ese sentido, la presidenta del pequeño Partido Renovación Civilista, Sandra Escorcia, se mostró preocupada de que la campaña electoral haya comenzado de forma anticipada y que las declaraciones de los políticos "sean cada día más violentas".
Escorcia indicó que el pacto ético electoral "debe ser respetado por todos los partidos y los candidatos" para que alcance los resultados esperados por la Iglesia Católica y la sociedad civil.
El presidente del Tribunal Electoral, Eduardo Valdés, señaló por su parte que el compromiso "es un nuevo paso hacia la consolidación del proceso electoral".
"Lo único que podemos hacer es sentirnos orgullosos de que la sociedad panameña sigue consolidándose en el camino correcto", agregó.
A pesar de ello, Endara estimó que la reforma constitucional que propicia el presidente Ernesto Pérez Balladares para permitir su reelección "es una gran hipocrecía".
"Aquí se está afirmando que va ha haber ética y moralidad en las elecciones, pero se convoca a un referéndum para el 6 de diciembre para decidir la reelección presidencial", que no está permitida por la actual constitución, acotó el ex mandatario.
El parlamento, dominado por el gobernante Partido Revolucionario Democrático, aprobó en primera instancia a inicios de este año la reforma constitucional, la que se debe someter a una segunda votación y luego a un referéndum para que tenga fuerza legal.
La actual constitución permite la reelección de los diputados, alcaldes, representantes de corregimentos y concejales, pero no la del presidente, quien debe esperar que pasen dos comicios tras concluir su mandato para aspirar a una nueva candidatura. (FIN/IPS/sh/mj/ip/98