Logros poco visibles, críticas del partido gobernante, escándalos de espionaje y una inédita transparencia administrativa caracterizaron los primeros 100 días de gestión del líder opositor Cuauhtémoc Cárdenas como gobernador de la capital de México, que se cumplen este domingo.
"Hay quienes no quiere ver y hay cosas que posiblemente no se vean, pero el trabajo desarrollado en tres meses avanza positivamente y en todas las áreas", dijo Cárdenas, luego de pedir paciencia para poder cumplir con su promesa de cambiar el rostro de una las cuidades más conflictivas del planeta.
El primer gobernador de la ciudad de México elegido por voto popular, considerado uno de los símbolos del resurgimiento de la izquierda en América Latina, parece tener mucha voluntad, "pero no demuestra aún ser un hombre de acción", dijo a IPS Humberto Trejo, portavoz de la Confederación Patronal de la capital.
Para la mayoría de los observadores, aún es prematuro evaluar la gestión de Cárdenas, fundador y ex candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la segunda fuerza de oposición a nivel nacional.
Sin embargo, ya muchos consideran que a los 100 días de asumir la gubernación, el centroizquierdista Cárdenas no demuestra un auténtico liderazgo para encabezar la transformación de la ciudad.
"No se ve claro cuál es el proyecto de cambio prometido", dijo el escritor Enrique Semo.
El empresario Trejo destacó que las principales preocupaciones de la población, como el desorden, las protestas callejeras y sobre el todo el crimen, no han disminuido. "No vemos liderazgo en estos problemas", afirmó.
Desde que Cárdenas asumió el cargo, el 5 de diciembre, se cometieron 25 asaltos a bancos de la ciudad y dos personas fueron asesinadas en promedio cada día. Además, 160 automóviles son robados cada 24 horas, hay también por día un secuestro y cuatro mujeres violadas.
El gobierno de Cárdenas prometió que, en los dos años y nueves meses que le restan de gestión, logrará reducir drásticamente la delincuencia. Para hacerlo, anuncia que depurará la policía, creará figuras como "el vigilante de barrio" y disminuirá la pobreza.
Si el gobierno de la ciudad no cumple sus promesas, difícilmente Cárdenas podrá ser candidato a la Presidencia en el 2000, como lo desean algunos militantes del PRD, reconoció el propio gobernador.
Los dirigentes del PRD puntualizan que aún es temprano para evaluar las condiciones de gobernante de su líder, pues ha tenido poco tiempo para atender los problemas de una una ciudad hundida en el caos.
Los colaboradores directos de Cárdenas identifican entre los logros del gobernador la campaña para fomentar el espíritu de servicio de los empleados de la capital, la integración de fondos en apoyo de los sectores más pobres y el ordenamiento de la administración de la ciudad.
Cifras oficiales indican que en el primer punto no se consiguió ningún avance. Las quejas que los ciudadanos presentan a la procuraduría social contra los burócratas de la gobernación sumaron 3.100 en los dos primeros meses del año, 60 por ciento más que en igual período de 1997.
En cambio, muchos observadores, entre ellos Semo y Trejo, reconocieron que Cárdenas dio una lección de transparencia en sus 100 primeros días de gobierno.
Por primera vez en la historia de la ciudad, el gobernador y sus principales colaboradores hicieron pública su declaración de patrimonio e informaron sobre su salario, para luego anunciar que lo recortarían 30 por ciento.
A diferencia de sus predecesores, que pertenecían al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), el nuevo gobernador y sus colaboradores atienden además personalmente los pedidos y demandas de los grupos de ciudadanos.
Cuando una marcha llega hasta las oficinas de la gobernación, Cárdenas abandona su despacho para conversar con los disconformes.
En los últimos tres meses se registró en la ciudad una manifestación pública en cada día laboral, una cantidad ligeramente menor a la del año pasado, según información oficial. La mitad de los actos de protesta fueron realizados por organizaciones urbanas afines al PRI.
Cárdenas no mantuvo en los primeros 100 de tareas ninguna polémica directa con el PRI, pero sí sus colaboradores. Funcionarios del gobierno de la capital acusaron directamente al PRI, que cuestiona la capacidad del gobernador, de espiarlos y de intentar el boicot de su gestión.
La policía descubrió en las últimas cuatro semanas cámaras de video ocultas y circuitos de intervención telefónica en las oficinas de la gobernación.
Las autoridades informaron que llevarán las investigaciones hasta las últimas consecuencias, mientras los dirigentes del PRI decidió presentar demanda penal contra los funcionarios que los acusaron del delito de espionaje. (FIN/IPS/dc/ff/ip/98
