Investigadores de Israel sospechan que la organización radical palestina Hamas ya no limitará sus atentados al territorio israelí, sino que incluirá entre sus objetivos asentamientos judíos en suelo palestino.
La novedad surgió durante el interrogatorio por funcionarios de seguridad israelíes a cinco sospechosos de pertenecer a una célula de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica), quienes afirmaron haber visto una lista de objetivos que incluía dos asentamientos judíos en Cisjordania.
Hasta el momento, Hamas concentró sus operaciones dentro de las fronteras de Israel reconocidas por la comunidad internacional. Desde 1994, envió 13 veces a atacantes suicidas a ciudades israelíes y asesinó al menos a 135 personas.
Sólo una vez, en abril de 1995, Hamas asumió la responsabilidad por detonar una bomba cerca de los asentamientos israelíes de Gaza, pero el objetivo fue militar y no civil. El ataque fue realizado junto con Jihad Islámica, una organización palestina más agresiva y pequeña.
Ahora, la inclusión de los asentamientos Beit Il y Ariel en una lista de objetivos que incluye a la ciudad portuaria de Haifa es una señal sutil pero importante de que Hamas, o al menos esta célula de su ala militar, Izzedin al-Qassam, responde a la organización extremista Hizbollah.
Hizbollah, con apoyo iraní, intenta expulsar a Israel del sur de Líbano.
El líder del grupo libanés, Hassan Nasrallah, sugirió hace varios meses que Hamas debería concentrar su acción en los asentamientos israelíes y los soldados que los protegen.
Nasrallah razonó que la imagen de los soldados israelíes volviendo a casa en féretros multiplicaría las demandas para que Israel se retire de Cisjordania, así como la elevada cifra de muertos en Líbano generó airados pedidos del público para abandonar a ese país trastornado por la guerra.
En su momento, la sugerencia pasó inadvertida. Pero ahora, con la captura de la célula de Hamas, analistas y expertos en seguridad israelíes y palestinos señalan que el aparente cambio de estrategia del grupo no es casualidad.
"Existe una nueva actitud o un nuevo argumento en Hamas para determinar las zonas que se deben atacar", dijo el analista israelí Menachem Klein, del Centro Begin Sadat de Estudios Estratégicos, de la Universidad de Bar-Ilan.
"Los ataques de Hizbollah contra soldados israelíes hicieron que Israel reconsidere su presencia en el sur de Líbano. El ala radical de Hamas quiere aprender de esta experiencia. Se trata de un fenómeno nuevo", manifestó Klein.
Klein señaló que la nueva estrategia de Hamas puede haber sido influida por la entrevista que el presidente iraní Mohammed Jatami concedió en diciembre a CNN, el canal estadounidense de televisión por cable.
Jatami condenó los ataques contra civiles israelíes, pero elogió la resistencia palestina a la ocupación de Israel.
Según los expertos, la influencia iraní resalta la división que afecta a Hamas desde fines de 1995, cuando el retiro israelí de ciudades cisjordanas y las elecciones palestinas obligaron a sus miembros a aceptar la permanencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presidida por Yasser Arafat.
Los partidarios de la línea dura, en su mayoría con base en la capital jordana de Ammán, apoyan la continuación de las misiones suicidas, mientras los moderados de Gaza están a favor de una política no violenta que dé cabida a Arafat.
"El grupo que ejecuta la mayoría de los actos terroristas está ubicado fuera de Palestina", explicó Yifrah Zilberman, analista de la Universidad Hebrea.
"Entre los miembros de Hamas en los territorios ocupados existe el consenso de no enfrentar a la ANP. Pero la cosa es distinta con Hamas en el exterior", dijo Zilberman.
Los partidarios de la línea dura tienen mejores contactos con Hizbollah y operan el Izzedin al-Qassam. Los integrantes del ala militar, muchos de ellos en la lista de delincuentes más requeridos de Israel, responden a los líderes de Ammán, no de Gaza, en opinión de los analistas.
Adel Awadallah, integrante de Al-Qassam, se convirtió en el "ingeniero número dos" tras la muerte del experto en bombas Yehya Ayyash, conocido como "el ingeniero" y asesinado por agentes israelíes en 1996.
Las autoridades sospechan la participación de Awadallah en una "fábrica de bombas" descubierta en enero en la localidad cisjordana de Nablús, y posiblemente en dos ataques con bombas realizados en Jerusalén el año pasado.
De seguir el consejo de Hizbollah, Hamas podría aprovechar la frustración palestina con el proceso de paz, en punto muerto hace más de un año. La organización también se ahorraría las medidas de seguridad que Israel adoptó dentro de su territorio debido a las bombas, dijo Klein.
Si los ataques se ejecutan en los asentamientos, no habría necesidad de sellar Cisjordania y Gaza, lo que impide que miles de palestinos trabajen en Israel.
Klein acepta que Hamas puede rechazar esta estrategia porque significaría reconocer la división de la Palestina histórica, algo a lo que la organización se opone por ideología. También significaría limitar la escala y efectividad de los ataques.
Después de la muerte del "ingeniero" Ayyash, por ejemplo, Hamas envió cuatro atacantes suicidas a las calles israelíes para vengar su muerte. El primero de los atentados con bomba ocurrió en el segundo aniversario de la masacre de 29 palestinos en Hebrón, muertos por el colono israelí Baruch Goldstein.
El propio Ayyash abandonó sus estudios de ingeniería en la universidad cisjordana de Bir Zeit y comenzó a fabricar bombas en venganza por la masacre, según fuentes palestinas.
La explosión de la primera bomba en un autobús (que habría sido idea de Ayyash) detonó el 9 de abril de 1994 en el pueblo israelí de Afula, seis semanas después de la masacre de Hebrón, el 25 de febrero.
En la actualidad, el frustrado intento de los servicios secretos de Israel de asesinar en Jordania al líder de Hamas Jaled Meshaal, en septiembre, podría provocar la reacción de la organización extremista.
El ministro de Infraestructura de Israel, Ariel Sharon, declaró al Canal 2 de la televisión israelí que su gobierno aún tiene la intención de asesinar a Meshaal.
En Gaza, el líder de Hamas Abdel-Aziz Rantissi respondió que la muerte de Meshaal tendría un "precio muy alto para los israelíes".
Yigal Carmon, ex asesor sobre terrorismo de los primeros ministros israelíes Yitzhak Shamir y Yitzhak Rabin, rechaza la idea de que la venganza es lo que motiva a Hamas.
Esta idea "crea una realidad virtual donde todo es resultado de lo que hacemos, como si no existiera la lucha por Palestina, ni la Jihad (guerra santa). La lucha contra Israel no comenzó con (la masacre del colono) Goldstein", sostuvo.
Algunos analistas dan crédito a la idea de la venganza en la forma de pensar de Hamas, pero indican que la organización debe tomar en cuenta la frustración palestina con Israel y la probable respuesta del gobierno de la ANP antes de actuar.
Incluso si Hamas cambió sus objetivos, es probable que su nueva estrategia se vea limitada, aseguró Hillel Frisch, investigador del Instituto Truman, de la Universidad Hebrea.
"La sociedad y economía palestinas dependen totalmente de otros países. El trabajo lo hallan en Israel, los documentos para viajar en Jordania y la ayuda financiera en la comunidad internacional. Hamas podría poner todo esto en peligro", dijo.
Además, el sur de Líbano no es Cisjordania ni Gaza, donde 150.000 israelíes residen en más de 150 asentamientos.
El retiro israelí de Líbano cuenta con el apoyo de todo el espectro político, pero Israel está dividido sobre la cesión de territorio a los palestinos, sobre todo en Cisjordania.
No obstante, algunos expertos consideran que el público estaría a favor de la cesión si el precio de la permanencia israelí fuera excesivo.
"Quiero aclarar que no estoy a favor de matar colonos o soldados, pero me imagino que surgiría un movimiento para abandonar Cisjordania y Gaza si la permanencia de Israel resulta más onerosa en términos humanos que un acuerdo político", opinó Klein. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/aq-ml/ip/98