IRAN: EE.UU. retrasó proyecto nuclear, pero Rusia sigue adelante

Las presiones de Estados Unidos lograron que Ucrania se retirara de un proyecto nuclear en Irán, pero la empresa rusa encargada de construir la planta de energía en el Golfo está decidida a seguir adelante.

La compañía rusa Zarubezhatomstroy, que construye una planta de energía nuclear en la localidad iraní de Bushehr, en la costa del Golfo Pérsico, anunció que encontrará otro proveedor de turbinas tras el alejamiento de la ucraniana Turboatom.

El gobierno ucraniano anunció a comienzos de mes que se retiraba del proyecto, después de resistir durante meses las presiones de Estados Unidos. La decisión fue dada a conocer tras una visita a Kiev de la secretaria de Estado de Washington, Madeleine Albright.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Anton Buteiko, explicó que la decisión fue el resultado de "un profundo análisis" basado en criterios económicos y no en consideraciones políticas.

Las autoridades ucranianas admitieron que fue una decisión difícil, pues implica la pérdida de contratos por 45 millones de dólares. La compañía Turboatom ya había concluido el proceso de diseño de una de las dos turbinas encargadas por la compañía rusa para la planta iraní.

Albright dijo que el 30 de abril testificará ante el Congreso de Estados Unidos sobre la decisión adoptada por Ucrania con el fin de evitar que se concrete la principal medida de presión esgrimida en este caso, la de reducir a la mitad la asistencia de Estados Unidos de 220 millones de dólares anuales.

El gobierno de Washington sugirió que Ucrania será compensada por las pérdidas si se le permite a empresas de Estados Unidos operar en su mercado de energía nuclear.

La compañía norteamericana Westinghouse Electric tiene previsto realizar una oferta para participar en un proyecto de 1.200 millones de dólares que contempla la construcción de dos plantas nucleares en Ucrania. Además se explorarán oportunidades de inversión en Jarkov, donde está ubicada Turboatom.

Entretanto, Irán acusó a Ucrania de ceder ante las presiones de Washington y Tel Aviv, que abogan por la cancelación del proyecto en Bushehr.

El principal obstáculo es la participación rusa. Tras el retiro de Ucrania, será una empresa de Rusia la encargada de hacer las turbinas.

El portavoz del presidente Boris Yeltsin, Sergei Yastrzhembskiy, dijo que en reuniones bilaterales el presidente ucraniano Leonid Kuchma explicó el problema de las presiones de Estados Unidos y que "Rusia lo comprende".

"Ucrania era sólo un subcontratista", precisó el portavoz del Ministerio de Energía Nuclear ruso, Vitaliy Nasonov.

Aseguró que "Rusia tiene la capacidad para completar el proyecto, y si no se pueden usar las turbinas de Ucrania, se usarán las que produce Elektrosila en San Petersburgo, o las de algún otro fabricante de este país".

Washington trató de presionar a Rusia para que no continúe con el proyecto, pero no obtuvo ningún resultado hasta el momento.

"No sobrepasamos ningún límite en lo que se refiere a energía nuclear y tecnología de misiles", aseguró el primer ministro, Viktor Chernomyrdin, durante una visita a Estados Unidos.

El primer ministro recordó que Rusia es vecina de Irán, y por lo tanto tiene mucho cuidado cuando se trata de energía nuclear. "Estamos conscientes de nuestra responsabilidad cuando se trata de temas como armas nucleares y tecnología misilística", manifestó.

En las últimas semanas, Rusia aumentó su participación en el programa nuclear de Irán. Tras un acuerdo inicial para realizar la tercera y cuarta unidades de la planta de Bushehr, se decidió asumir también la primera unidad.

Mientras tanto, el ex ministro de Energía Nuclear ruso, Viktor Mijailov, se mantiene como un poder detrás del trono tras su renuncia del mes pasado, un hecho que sin duda complica las aspiraciones de Washington.

Mijailov es un firme oponente a las pretensiones de Estados Unidos de restringir las exportaciones de tecnología nuclear rusa.

Su renuncia fue una buena noticia para sus contrincantes en Estados Unidos, pero la alegría de éstos duró poco pues una semana después fue designado como viceministro de Energía Atómica y presidente del consejo científico de esa entidad.

Mijailov estuvo al frente del ministerio desde 1992 y cuando se retiró estaba cansado de luchar para conseguir fondos, según se comentó en esta capital. En 1997, el ministerio recibió sólo 48 por ciento de los recursos que necesitaba para cubrir el presupuesto.

Su sucesor es el profesor Yevgeni Olegovich Adamov, y analistas rusos aseguran que su actitud frente a las presiones de Estados Unidos será similar a la de su predecesor, en especial porque el ex ministro continuará ejerciendo el poder.

Este hecho fue confirmado por el primer ministro Chernomyrdin, quien advirtió que "la experiencia de Mijailov debe ser aprovechada". (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/lc-ml/ip-if/98

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