El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) seguirá recomendando que las madres amamanten a sus hijos, a pesar del posible riesgo de transmisión del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) a los lactantes.
"Unicef cree que el amamantamiento, uno de los principios rectores de la buena nutrición, sigue siendo la mejor manera de alimentar a los infantes", declaró David Alnwick, director de Salud de la agencia.
"Estamos conscientes de la información y reconocemos la evidencia científica que indica el riesgo de que el VIH sea transmitido por la leche materna", añadió.
De los 30 millones de personas infectadas con el VIH, el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), más de 1,1 millones son niños menores de 15 años, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
ONUSIDA, el organismo de la Organización de las Naciones Unidas que trata la enfermedad, señala que varios estudios indican que entre un cuarto y un tercio de los niños que nacen de mujeres con VIH contraen el virus.
"Mientras en la mayoría de los casos la transmisión sucede a fines del embarazo y el parto, estudios preliminares indican que más de un tercio de las infecciones de los niños ocurren al ser amamantados", señala ONUSIDA.
Unicef, sin embargo, respalda la política de la ONU que establece que las mujeres portadoras de VIH deben tener la opción de decidir una vez que se les informa del riesgo asociado con la transmisión del virus a través de la leche materna frente a los posibles riesgos de sustitutos lácteos.
Unicef y la OMS recomiendan la leche materna frente a la leche de biberón y ambas se enfrentaron a compañías multinacionales como Nestle's, que producen alimentos lácteos considerados sustitutos de la primera.
En 1981, la Asamblea Mundial de la Salud, organismo rector de la OMS, adoptó el Código Internacional de Comercialización de Sustitutos de Leche Materna que establece estándares mínimos para regular las prácticas de venta.
El Código estipula específicamente que los centros de salud pública no deben participar en la promoción de sustitutos de leche materna y que no se deben proporcionar muestras gratuitas a mujeres embarazadas o madres recientes.
Pero Unicef señala que poco se avanzó para convertir a las normas del Código en leyes nacionales. Hasta septiembre, sólo 17 países contaban con leyes que cumplen con el Código.
De todas maneras, "si el Código no se hubiera implementado, la situación del amamantamiento sería mucho menos satisfactoria de lo que es en la actualidad", señaló Alnwick.
El año pasado, Unicef argumentó en su informe anual que, dado el rápido desarrollo del niño en sus primeros 18 meses de vida, el estado nutricional de los infantes, las mujeres embarazadas y en edad de amamantar es de suma importancia para el desarrollo posterior del niño.
El amamantamiento combina a la perfección el alimento, la salud y la atención, los tres principios rectores de una nutrición sólida, sostiene el informe.
En países donde la mortalidad infantil es elevada, los niños de las comunidades pobres alimentados con biberón tienen 14 veces más probabilidades de morir de enfermedades diarreicas y cuatro veces más de morir de neumonía que un bebé alimentado con leche materna, informa el estudio. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/aq-lp/pr/98