Bacharrudin Jusuf Habibie, ministro saliente de Investigación y Tecnología fue designado a la vicepresidencia de Indonesia bajo la mirada atenta de analistas, ante la posibilidad de que pudiera convertirse en presidente.
La Asamblea Consultiva Popular de 1.000 miembros que otorgó el miércoles al presidente Alí Suharto un séptimo mandato de cinco años confirmó además a Habibie, amigo desde la adolescencia del presidente.
Antes de Habibie, el puesto número dos de Indonesia no había atraído la atención, por no ser de particular autoridad, dado el papel dominante de Suharto en el gobierno durante décadas.
Pero a medida que Suharto avanza en edad, la posición vicepresidencial atrae la atención dada la alta probabilidad de que Habibie pueda ser el sucesor del presidente.
Enfrentado a uno de los mayores desafíos de sus 32 años de gobierno, en medio de una crisis financiera que restó 75 por ciento al valor de la rupia indonesia frente al dólar desde junio del año pasado, Suharto buscaba para la vicepresidencia a alguien en quien pudiera confiar, como Habibie.
Las noticias previas de la designación de Habibie tuvieron reacciones muy divididas, incluyendo alabanzas a su capacidad para resolver grandes problemas y dudas sobre sus antecedentes económicos y su tendencia a los proyectos "demasiado ambiciosos".
Los críticos temen que la presencia de Habibie en la determinación de la política económica podría significar la continua resistencia a implementar las reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que lideró un paquete de rescate de 43.000 millones de dólares para Indonesia.
La semana pasada, el FMI decidió retener la entrega de 3.000 millones del programa de rescate, alegando escaso progreso en esas reformas y a la espera de consultas con el nuevo gabinete de Suharto.
La rupia cayó en picada el mes pasado, cuando se supo que Habibie podría ser la elección de Suharto. A medida que aumenta la especulación sobre él, se habla de un escenario en que Suharto entregara su puesto antes finalizar el presente término, el cual, según su familia, será el último.
En 1954, Habibie ganó una beca del Ministerio de Educación para estudiar ingeniería de construcción de aviones en Aachen, Alemania. Después de obtener su doctorado en 1965, se sumó a la empresa Hamburger Flugzwugbau. Luego fue vicepresidente de la fabricante de aviones Messerschmitt Boelkow Blohm.
En 1974, Suharto pidió a Habibie que regresara a Indonesia, y lo designó ministro de Investigación y Tecnología, un puesto que mantuvo hasta que el mandato del gabinete expiró con el sexto período del presidente.
La visión de Habibie de la economía lo trajo a la atención nacional hace más de dos décadas. El centro de sus ideas es que la tecnología de alto valor agregado es la clave del futuro éxito económico para un país en desarrollo como Indonesia.
El ministro saliente es impulsor de los ambiciosos esfuerzos de Indonesia por construir su propio avión, un proyecto que quedaría congelado bajo las medidas de austeridad tras la crisis financiera.
Habibie cree que Indonesia debe reorientar sus políticas para centrarse en la "ventaja competitiva" que sólo la tecnología puede brindar, en lugar de depender en las "ventajas comparativas" de la mano de obra y los recursos naturales abundantes.
El foco en la tecnología añadiría valor a la producción interna, aumentaría la productividad del trabajo y tendría un efecto multiplicador en la economía.
Como las firmas privadas no invertirán lo suficiente por su cuenta en investigación y desarrollo ni darán suficiente importancia a la transferencia de tecnología de firmas privadas, Habibie cree que el gobierno debe jugar un papel importante en estas áreas.
Opositores de Habibie y el gobierno de Suharto critican los antecedentes del ministro saliente. Por ejemplo, sostienen que sus proyectos más preciados son difíciles de supervisar.
En 1990, una auditoría de impuestos descubrió la empresa naviera PT PAL de Habibie había ocultado información del período entre 1985 y 1987.
En octubre de 1990, el Ministerio de Finanzas dijo que la PT PAL de Habibie debía pagos de impuestos y multas por un total de 80 millones de dólares. Habibie respondió que el pago de impuestos adeudados "sería una carga para PT PAL y dañaría sus perspectivas futuras".
La información financiera sobre empresas estratégicas bajo control de Habibie es escasa y en general considerada poco confiable. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/lp/ip/98