Las elecciones internas para designar los candidatos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), una novedad en este país, abren la disputa por la sucesión de Felipe González.
El diputado y ex ministro Josep Borrell se enfrenta al aparato del partido al presentar su postulación a la candidatura presidencial con la consigna de renovar al PSOE o admitir que siga en decadencia, motivos que explicó este martes al Comité Confederal del grupo.
González se negó en junio a ser reelegido secretario general de su partido. El ex presidente del gobierno español comunicó su decisión horas antes de que el Congreso partidario eligiera su dirección actual, por lo que no hubo más que un candidato propuesto por él, Joaquín Almunia.
Pero Almunia no ha conseguido desde entonces renovar métodos ni ideas, ni hacerse con el mando efectivo de su partido, que sigue controlado por un "aparato felipista".
La realidad, expresada por medios de comunicación y por dirigentes socialistas, es que González "mantiene el poder detrás del trono".
El ex presidente del gobierno llegó a desautorizar en público varias veces a Almunia, a la espera de volver a ocupar la secretaría general del PSOE cuando terminen los juicios por la "guerra sucia" y casos de corrupción ocurridos durante su gobierno.
En respuesta a presiones de sus bases, la dirección socialista dispuso la celebración de elecciones internas ("primarias") para designar candidatos.
La medida fue concebida como medio de movilizar a sus afiliados y enfrentarse con éxito a la candidatura del centroderechista Partido Popular (PP) en unas futuras elecciones que todavía no fueron convocadas.
Las primeras internas se realizaron 15 días atrás en el País Vasco, donde resultó elegido candidato a la presidencia de esa región un crítico del felipismo, Nicolás Redondo, que le ganó por margen estrecho a Rosa Díez, apoyada por el aparato.
Ahora, cuando Almunia ya había anunciado su postulación para encabezar las listas de candidatos del PSOE, Borrell hizo lo mismo.
Dirigentes históricos del socialismo, como el ex secretario para América Latina Luis Yáñez, el ex canciller Fernando Morán y el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ya le anticiparon su apoyo.
Las elecciones internas fueron convocadas para el 23 de abril y ambos candidatos ya comenzaron su campaña propagandística.
Una de las claves, quizás la más importante, será la votación en Andalucía, región que concentra 25 por ciento de los 350.000 afiliados socialistas con derecho a voto en elecciones vedadas a los simples simpatizantes.
Y precisamente en Andalucía será presentada públicamente la candidatura de Almunia, en un acto que presidirán González y el jefe de la dirección regional del PSOE, Manuel Chaves.
Borrell, que nunca contó con la simpatía del aparato pero a siempre resultó ubicado entre los ministros más populares del PSOE según las encuestas, sostuvo que "hay que ver quién es quién, qué se propone al socialismo y qué aporta".
El legislador se propone una renovación del PSOE, la recuperación del diálogo y, eventualmente, de la alianza con las centrales sindicales, impulsar una redistribución de la renta y, sobre todo, "devolver la ilusión al pueblo".
Según Borrell, la democracia debe ser renovada porque sufre una triple crisis, en el sufragio universal, dado el creciente abstencionismo, en el parlamento, que ha pasado a un segundo plano, y en los partidos, cuya credibilidad es cada vez menor.
El aspirante a la presidencia del gobierno manifestó que el prestigio de su partido está minado por las querellas internas, la financiación irregular, el enriquecimiento personal de algunos dirigentes, la falta de renovación de ideas y los opacos procedimientos para la selección de representantes.
Contra todo ello pretende luchar presentándose como candidato. Si el PSOE no cambia, "entrará en un período de decadencia, con o sin Felipe González", dijo.
Ahora sólo cabe esperar. Dentro de un mes, al concluir estas inesperadas elecciones internas, se sabrá si el socialismo contará con un candidato a presidente del gobierno independiente del poder de González y con autonomía para imponer cambios en su partido. (FIN/IPS/td/mj/ip/98
