La ONU y los gobiernos del mundo deben celebrar este año el 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos poniendo en vigor políticas y entregando fondos para poner fin a la violencia contra la mujer, reclama una campaña internacional.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW), otras ONG internacionales y varias nacionales como el Centro para el Liderazgo Mundial de la Mujer de Estados Unidos y la Federación Internacional de Abogadas de Kenia (FIDA-K) pretenden que los países asuman los compromisos para combatir la violencia de género.
Los grupos lanzaron su campaña en concordancia con la conmemoración este domingo del Día Internacional de la Mujer.
A su vez, este viernes la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzó su campaña, denominada "Por una vida libre de violencia" cuya meta es expandir la conciencia del público sobre la violación de los derechos humanos que implica la violencia contra las mujeres.
Además, la campaña de la ONU se propone difundir las convenciones e instrumentos legales que constituyen el marco de los derechos de las mujeres.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) unen fuerzas para presionar por una variedad de reformas, incluyendo la creciente penalización de la violación conyugal y la capacitación de policías y fuerzas armadas para proteger los derechos humanos de las mujeres.
Además, la campaña busca mejorar los derechos de asilo para las mujeres que huyen de violencia genérica y de la mutilación genital femenina.
Las ONG pretenden que los actos de violencia específicamente dirigidos contra las mujeres sean tratados como cualquier otra forma de violación de los derechos humanos.
Aldo Facio, del Foro de la Mujer para la Justicia de Género en el Tribunal Penal Internacional, destacó que las convenciones para hacer valer los derechos de la mujer existen "no sólo para la protección del abuso del gobierno y el Estado, sino también para que (las mujeres) conozcan que son seres humanos, al igual que los hombres".
Mientras activistas y representantes de gobiernos se reúnen en la sede de la ONU en la sesión del Comité sobre el Estatuto de la Mujer, muchas organizaciones buscan presionar por más fondos dentro del sistema de la ONU para actividades que desestimulen la violencia de género.
Charlotte Bunch, directora ejecutiva del Centro para el Liderazgo Mundial de la Mujer, urgió a la ONU a asignar la mitad de los mil millones de dólares a ser donados durante la próxima década por el multimillonario estadounidense Ted Turner para proyectos que refuercen los derechos de la mujer.
"Los derechos humanos dependen de los derechos de la mujer", alegó Bunch, agregando que nadie estará a salvo mientras la mitad de la raza humana esté privada de derechos fundamentales.
La ONU también puede hacer más para combatir las violaciones basadas en el género en muchos casos ya bajo jurisdicción de sus propios tribunales, como el uso de la violación y el ataque sexual en las guerras en Ruanda y Bosnia-Herzegovina, dijo Samya Burney, de la división de derechos de la mujer de HRW.
En muchos casos, los propios gobiernos deben tomar medidas cuando no defienden a mujeres que intentan hacer respetar sus derechos humanos, dijo Bunch, incluyendo amenazas de grupos que colocan bombas en clínicas de abortos en Estados Unidos y hombres que arrojan ácido a mujeres activistas en Bangladesh.
A veces, no obstante, los propios gobiernos son responsables de atacar a mujeres activistas, dijo Sehila Dauer, abogada de Amnistía Internacional.
En julio, recordó Dauer, unas 50 mujeres que protestaban pacíficamente en el poblado de Ghantagar, en India, fueron agredidas sin provocación y atacadas sexualmente por la policía, pero desde entonces no se tomaron medidas contra los policías involucrados.
Los gobiernos han subrayado su compromiso a poner fin a la violencia contra la mujer, más recientemente en la conferencia mundial celebrada en Beijing en 1995.
Desde 1979, 161 países ratificaron la Convención sobre la Eliminación de Toda Foma de Discriminación contra la Mujer (también llamada Convención de la Mujer).
El documento internacional incluye la recomendación de que "la violencia basada en el género es una forma de discriminación que inhibe seriamente la capacidad de la mujer de disfrutar de derechos y libertades sobre la base de la igualdad con los hombres".
No obstante, pocos países actuaron con su dinero, o sus políticas, según su prédica.
Atsango Chesoni, abogada de Kenia e integrante de FIDA-K, señaló que su gobierno "ha ratificado varios instrumentos de derechos humanos, pero aún no nos beneficiamos de ellos" porque Nairobi no los incorporó a sus leyes.
Muchos gobiernos que firmaron la Convención de la Mujer lo hicieron con "reservas", las cuales a menudo les permiten escapar al cumplimiento de sus obligaciones más duras, agregó Burney.
En la actual sesión de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer, muchas organizaciones urgen a los gobiernos a ratificar la Convención en el 2000, y a eliminar las reservas que tengan.
Los grupos de mujeres podrían enfrentar una dura batalla para lograr respaldo de todos los gobiernos. Estados Unidos, por ejemplo, aún debe ratificar la Convención de la Mujer, mientras algunos senadores afirman que no logró evitar la discriminación contra las mujeres con eficacia.
En medio de la batallas mayores, los gobiernos que participan en las dos semanas de la sesión de la Comisión de la ONU se centran en casos particulares de violaciones de derechos humanos.
Estados Unidos gana respaldo en sus esfuerzos por denunciar la discriminación contra la mujer en Afganistán, dijo a IPS un miembro de la delegación de ese país.
Fuentes también dijeron que Corea del Sur considera plantear ante la presente sesión el caso de las mujeres violadas por soldados japoneses durante la segunda guerra mundial. (FIN/IPS/tra-en/fah/lp/hd ip/98
