Grupos de derechos humanos de Estados Unidos condenaron la decisión del gobierno del presidente Bill Clinton de no respaldar una resolución crítica hacia China en la sesión anual de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, en Ginebra.
Los activistas criticaron la decisión gubernamental, anunciada el lunes, que según ellos marca el abandono definitivo de una campaña estadounidense de ocho años por llamar la atención internacional hacia las violaciones a los derechos humanos en China.
La medida "demuestra que cuando un país es lo suficientemente grande o atractivo como mercado, Washington y otros gobiernos están dispuestos a pasar por alto los abusos cometidos en ese país", declaró Abigail Abrush, directora del programa de Asia del Centro Conmemorativo Robert F. Kennedy para los Derechos Humanos.
La decisión se produjo luego de un anuncio similar de la Unión Europea (UE), muchos de cuyos estados miembros respaldaron resoluciones de censura a Beijing tras el sangriento aplastamiento del movimiento por la democracia en 1989.
El año pasado, la unidad de la UE sobre la cuestión se rompió cuando Francia, Alemania, Italia y España se opusieron a una resolución de condena presentada por Dinamarca y respaldada por Holanda y Estados Unidos.
Al anunciar este mes la decisión de la UE de no respaldar ninguna resolución contra China, el canciller británico Robin Cook insistió en que Beijing demostró "cierto progreso" en 1997, incluso la liberación del disidente Wei Jingsheng.
Wei, quien criticó la posición de la UE, se exilió en Estados Unidos el pasado noviembre.
James Rubin, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, también destacó la liberación de Wei y otras cuatro medidas adoptadas por Beijing para justificar la decisión de Clinton.
China anunció la semana pasada que suscribirá el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, así como prometió el año pasado firmar el Convenio Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, señaló Rubin.
Así mismo, destacó la cooperación de Beijing con el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, que visitó Tibet y prisiones chinas el año pasado, y la aceptación de la creación de un foro de organizaciones no gubernamentales chinas y estadounidenses para discutir asuntos de derechos humanos.
Además, agregó Rubin, Washington espera que pronto Beijing libere más prisioneros de conciencia.
Altos funcionarios del gobierno estadounidense declararon que tales liberaciones, incluida la del líder por la democracia Wang Dang, son inminentes, en especial luego de la decisión de Clinton de adelantar para el próximo junio la cumbre con el presidente chino Jiang Zemin.
"Quiero destacar que nuestra decisión de no respaldar la resolución no significa que consideremos satisfactorio el tratamiento que China da a los derechos humanos", aclaró Rubin.
"Continuaremos criticando públicamente ese tratamiento, incluso ante la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra. Pero creemos que Beijing se está esforzando por respetar los derechos humanos, y notamos claros progresos", añadió el portavoz.
No obstante, los activistas no están de acuerdo con esa evaluación e insisten en que la decisión de Washington reduce la presión sobre Beijing para que mejore su tratamiento a los derechos humanos.
"China demostró ser extremadamente sensible a las críticas de la Comisión de Derechos Humanos", subrayó Mike Jendrzejczyk, director de Human Rights Watch/Asia.
"Ahora, ¿qué incentivo tendrá Beijing para cumplir su compromiso de firmar, ratificar e implementar los convenios internacionales, liberar más prisioneros políticos o aplicar las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias?", se preguntó Jendrzejczyk. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/ml/hd/98