CUBA: Se mantendría apertura cultural a pesar de Castro

La apertura cultural en Cuba podría seguir su curso a pesar de los criterios expuestos por el presidente Fidel Castro sobre cuáles deben ser las funciones del arte en este país socialista.

Castro intercambió ideas durante varias horas con un grupo de intelectuales que asistieron el lunes a una reunión preparatoria del sexto congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Participantes consultados por IPS coincidieron en que Castro negó cualquier retroceso en la política cultural en la isla, pero que, al mismo tiempo, mantuvo sus críticas a la industria cinematográfica.

El presidente cubano sostuvo que el arte revolucionario, más que criticar a la sociedad de la isla, debe reflejar la heroicidad de la población y convertirse en un llamado a la lucha y a la resistencia, según los informantes, que reclamaron reserva sobre su identidad.

Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, afirmó este miércoles que la reunión se convirtió en un profundo debate sobre distintos aspectos de la política cultural del país, en especial en el orden conceptual.

La intranquilidad dominó el ámbito cultural cubano desde la intervención del mandatario de 71 años en el parlamento cubano el 24 de febrero, tras ser reelecto por quinta ocasión en su cargo de presidente del Consejo de Estado.

En Cuba es habitual que las palabras de Castro sean tomadas al pie de la letra por los funcionarios que tienen en sus manos la toma de decisiones y las conviertan de forma automática en leyes no escritas.

"Desgarrada el alma, pero más firme que nunca en mis convicciones revolucionarias socialistas", fue la forma como describió su estado de ánimo el presidente del Instituto Cubano de Industria y Arte Cinematográficos (ICAIC), Alfredo Guevara, tras las críticas del mandatario.

Guevara dejó entrever así que se sentía obligado a defender la fidelidad a Castro de la institución que dirige.

Castro criticó abiertamente la película "Guantanamera", dirigida por el fallecido Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, también directores de una de las más importantes obras de la cinematografía nacional "Fresa y Chocolate".

"Guantanamera" es considerado un filme menor dentro de la creación de Gutiérrez Alea, pero coherente con el humor negro que fue parte de su estilo personal y, también, con esa costumbre que tienen los cubanos de reirse de lo bueno y de lo malo.

El presidente dijo que los autores de una obra que hacen humor con la tragedia de un pueblo carecen de patriotismo y muestran una falta de sensibilidad humana y sentimientos de solidaridad hacia la población de la isla que padece apremios económicos.

Las palabras de Castro fueron interpretadas en medios intelectuales como una defensa del realismo socialista y un retorno a los años 70, cuando se impuso el dogmatismo y se intentó controlar el arte con parámetros extraculturales.

La década del 80 es considerada el inicio de la apertura cultural que trajo consigo un verdadero florecimiento de todas las manifestaciones artísticas, con la plástica a la vanguardia.

La crisis económica que vivió la isla desde 1990 fue favorable para la cultura pues trajo consigo un crecimiento de los espacios de expresión y una independecia institucional de los artistas para hacer viables sus proyectos.

Unos 12.000 artistas salen y entran del país cada año y más de 700 miembros de la UNEAC residen en el exterior sin romper vínculos con Cuba, lo cual es considerado por integrantes de la organización un signo de los nuevos tiempos.

La política cultural cubana de los últimos años se ha caracterizado por una tolerancia total en cuanto a tendencias estilísticas y al contenido crítico de las obras, siempre y cuando no fueran consideradas contrarrevolucionarias de forma abierta.

Sin embargo, Castro habría aclarado su posición de respaldo a la política vigente tras escuchar la opinión de unos diez intelectuales.

De acuerdo con los trascendido de la reunión, no habrá cambios de política, pero el presidente mantuvo su crítica a la industria cinematográfica por privilegiar una sola tendencia a la hora de decidir sus producciones.

Según los informantes, que reclamaron reserva sobre su identidad, el presidente cubano expresó su apoyo a la línea dirigida por el ministro de Cultura Abel Prieto, un escritor que presidió la UNEAC durante nueve años. (FIN/IPS/da/mj/ip cr/98

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