Un derrame de 500 toneladas de petróleo en la bahía de Matanzas, 100 kilómetros al este de La Habana, pudo ser controlado a tiempo y no provocó un desastre ecológico, informaron este lunes la prensa de Cuba.
"No estamos ante un desastre ecológico, y se estima que los daños han sido mínimos comparados con los que habitualmente se producen en accidentes de este tipo", aseguró el reporte publicado por el semanario sindical Trabajadores.
Hasta el momento, el daño ha sido calificado de leve, lo cual se atribuye a la rápida acción de las autoridades y a las condiciones meteorológicas que permitieron reducir la presencia del hidrocarburo a 250 metros de costa.
El Ministerio de la Pesca anunció que el derrame se produjo la mañana del jueves pasado tras el choque del buque petrolero panameño Shavadar y el Bravo, un barco con bandera de San Vicente y Granadinas que transportaba crudo cubano.
Como resultado del choque, el casco del Bravo sufrió averías, pero hasta el momento los reportes oficiales no han hecho referencia a la existencia de víctimas humanas o a las causas de accidente, que aún se investigan.
Líber Duarte, un joven que desde el viernes pasado trabaja en la limpieza del área afectada, decribió la mancha de petróleo en parte de la orilla de la bahía como una "pegajosa y pesada".
Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre, tiene más de 123.000 habitantes y es considerada desde siglos pasados una de las más importantes ciudades de Cuba por su vida cultural y la importancia de su puerto.
La bahía de Matanzas tiene once kilómetros de largo y cuatro de ancho. Se estima que los buques pueden entrar y salir sin peligro de esa rada por su canal de entrada de 185 metros de profundidad, los fondeaderos de 27,4 metros y los muelles de 10,3 metros.
La ciudad crece junto a la bahía y se extiende por varios kilómetros de playas, a unos 40 kilómetros de Varadero, el balneario más famoso de Cuba, que puede recibir 10.000 turistas diarios.
La cercanía de Varadero puede haberle agregado urgencia al trabajo de descontaminación, pues esta playa es considerada una de las mayores riquezas naturales de la isla.
"Se colocaron barreras en la bahía para proteger la desembocadura del río San Juan (que atraviesa la ciudad) y evitar la extensión de la mancha", dijo el oficial de la Defensa Civil en Matanzas, Lorenzo García.
El funcionario agregó que los vientos del norte favorecieron las labores "pues el petróleo recala en la orilla y queda acorralado entre la barrera y la arena de la costa, por lo que no se ha propagado a otras zonas del litoral".
"La evacuación del grueso del derrame se dirigió con toda intención hacia la playa Los Pinitos", situada en el litoral matancero, según Trabajadores.
Según los informes oficiales esta concentración del crudo permitió la remoción de arena mezclada con crudo de la orilla, para luego llevarla a una cantera para su procesamiento sin peligro de contaminación.
Unos cien soldados y oficiales extraen el residuo restante a mano.
La inmersión en Los Pinitos estaba contraindicada hace tiempo por la proximidad de esa playa a la salida de las aguas del alcantarillado urbano y de las desembocadoras de dos ríos que siempre arrastran materia orgánica en sus crecidas, recordó Trabajadores.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente ubica entre los principales problemas ambientales de esta isla del Caribe la contaminación de sus bahías y ríos, entre ellas la Bahía de La Habana, una de las diez más contaminadas del mundo. (FIN/IPS/da/mj/en/98