COMUNIDAD ANDINA: La inflación, mayor obstáculo de la integración

Bajar la inflación de los países de la Comunidad Andina (CA) es el principal reto para lograr una integración plena en los próximos años, coincidieron las autoridades económicas de la región reunidas en la capital de Ecuador.

"Si los países de la Comunidad logran índices inflacionarios de un dígito, el proceso de integración avanzaría positivamente", comentó a IPS Miguel Urrutia, gobernador del Banco Central de Colombia.

Urrutia fue uno de los participantes en la primera reunión del Consejo Asesor de Ministros de Finanzas, Bancos Centrales y responsables de planificación económica de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), que se realizó esta semana en Quito.

"En las regiones donde los niveles de inflación son similares, los procesos de integración económica y comercial son más dinámicos", dijo Urrutia.

El funcionario explicó que "así lo demuestra la experiencia en Europa e incluso dentro de nuestro continente", como en el caso del Mercado Común del Sur (Mercosur), bloque comercial integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El objetivo de la reunión de Quito fue "planear la armonización de las políticas financieras, para emprender un programa ordenado de desarrollo de la subregión", agregó Fidel Jaramillo, gerente general del Banco Central del Ecuador.

En esta cita se redactó un documento sobre los principales lineamientos macroeconómicos de la CA, que será analizado en la reunión de presidentes del bloque regional que se celebrará a finales de marzo en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

Los funcionarios de los cinco países ubicaron la inflación como uno de los mayores obstáculos para el proceso de integración, y establecieron como objetivo de largo plazo la reducción de la inflación a menos de 10 por ciento.

Contar con objetivos comunes en las políticas macroeconómicas de los países andinos "permitirá consolidar y expandir el esquema de integración a otros bloques internacionales", apuntó Jaramillo.

La convergencia económica de los países de la CA es un proceso natural y necesario en este momento, pues el intercambio comercial alcanzó los 5.500 millones de dólares en 1997 cuando a comienzos de la década esa cifra era de 1.000 millones, explicó el gerente del Banco Central ecuatoriano.

El funcionario coincidió en que uno de los mayores obstáculos que se presentan en el proceso de integración es la gran disparidad de los índices de inflación entre los distintos países de la CA.

Algunos "han logrado reducir la inflación, de forma gradual, pero otros, como Venezuela y el mismo Ecuador, enfrentan serios problemas en este sentido", dijo Jaramillo.

La inflación en 1997 de Venezuela fue de 37,6 por ciento, la de Ecuador, 27,7 por ciento, la de Colombia, 17, 8 por ciento, la de Perú, 6,4 por ciento, y la de Bolivia, 8,2 por ciento.

Se estima que Ecuador y Venezuela seguirán enfrentando problemas económicos e inflacionarios este año debido a la repercusión de la crisis asiática, que ha provocado una reducción importante del precio internacional del petróleo.

Estos dos países son los mayores exportadores de crudo de la región y de este rubro depende gran parte de su presupuesto.

En febrero, la inflación en Ecuador llegó a 4,5 por ciento, lo que hizo replantear todos las metas macroeconómicas del gobierno, según Jaramillo.

Según analistas locales la inflación anual en este país será superior a 30 por ciento, cuando la meta que había establecido el gobierno fue de 25 por ciento, y las expectativas de crecimiento, cinco por ciento del producto interno bruto, se redujeron a 2,5 por ciento.

Los problemas de Venezuela y Ecuador "se sienten en todos los países andinos", pues una estabilidad regional "se refleja en las tasas de cambio de cada país y en los intereses bancarios que con una elevada inflación no se pueden mantener en un nivel adecuado ", consideró Urrutia.

Sin embargo, para algunos analistas, las buenas intenciones de los países de la CA no son suficientes.

"La lucha contra la inflación es ya muy vieja y hasta ahora no se ha podido hacer mucho", según Alberto Acosta, consultor del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (Ildis).

Para Acosta, "la estabilidad económica es el objetivo fundamental de las políticas, incluida la reducción de la inflación, pero ésta se encuentra determinada por variables sociales, políticas y hasta culturales", consideró el experto.

La inflación se puede reducir drásticamente, como en el caso de Argentina que aplicó en 1991 la convertibilidad monetaria, establecimiento de una caja de conversión que fijó desde entonces la paridad entre el peso y el dólar, y redujo la inflación a niveles por debajo de los de Estados Unidos (2,2 por ciento).

"Pero esto provoca muchos problemas sociales, entre ellos, el desempleo que llegó a 19 por ciento de la población económicamente activa en ese país, y en realidad no se consigue estabilidad", arguyó Acosta.

"Sabemos que no es un proceso sencillo. La Comunidad Europea, por ejemplo, igualó sus tasas de inflación en 40 años", según Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomento.

Pero "experiencias como la europea nos permitirán ahorrar algunas etapas", dijo García, al señalar que la lucha contra la inflación "mejorará los niveles de competitividad de las subregión".

"La integración exige que cada país tenga más en cuenta lo que sucede en el exterior, pues su economía es vulnerable a las turbulencias económicas de una región, que pueden trasmitirse con rapidez a otros lugares", dijo Claudio Loser, funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por ello, según Loser "la globalización de las políticas macroeconómicas es una necesidad impuesta por el proceso de integración, pero tienen sus riesgos", concluyó el funcionario. (FIN/IPS/mg/mj/if/98

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