El gobierno de Colombia expresó hoy que la guerrilla abandonó a los políticos como objetivo militar ante las elecciones legislativas del domingo próximo, centrándose ahora en el Ejército.
En estos comicios el objetivo de la guerrilla no es "la clase política sino la tropa", declaró el ministro de Defensa, Gilberto Echeverry. En tanto, la ministra de Relaciones Exteriores, María Ema Mejía, manifestó preocupación ante el recrudecimiento del conflicto armado.
El Ejército informó que este miércoles se registró un fuerte enfrentamiento con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), la mayor organización guerrillera del país, en una región selvática del sudoriental departamento de Caquetá.
El comando del Ejército informó de la muerte de ocho soldados, pero comunicaciones por radioteléfono interceptadas a las FARC indican que al menos 80 militares murieron en combate.
Los enfrentamiento, en los que participan cerca de 400 guerrilleros del Bloque Sur de las FARC y una división del Ejército de 120 miembros comenzaron el domingo, cuando las autoridades militares fueron informadas de un plan guerrillero para sabotear las elecciones del día 8.
El comando del Ejército afirmó este miércoles en un comunicado que los combates que libran buscan "neutralizar un plan terrorista de las FARC para boicotear las elecciones" e impedir el retorno de la organización guerrillera a uno de los centros de producción de drogas de la región.
El presidente de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica, Alberto Giraldo, hizo un llamado este miércoles a la guerrilla y al Ejército para que terminen los combates y el presidente de la Asociación de Industriales, Luis Villegas, consideró alarmantes las escasas informaciones sobre el hecho.
La directora de la Oficina de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Almudena Mazarrasa, dijo que el recrudecimiento de la guerra interna genera "más violencia, más violaciones de los derechos humanos y pone en peligro a la población civil", y reclamó un diálogo entre las partes en conflicto.
El comisionado presidencial para la paz, Daniel Garcia-Peña, reconoció que es comprensible el desencanto que producen estos enfrentamientos, pero aseguró que evidencian la necesidad de buscar la paz mediante la negociación, e hizo un llamado a las partes para que suscriban un acuerdo para humanizar la guerra.
Durante la camapaña para las elecciones regionales del 26 de octubre fueron asesinadas unos 40 políticos entre candidatos, alcaldes y consejales. En esta ocasión la guerrilla llamó a la población de sus áreas de influencia a que se abstenga de votar.
Tras liberar a tres alcaldes que mantenía secuestrados, las FARC exigieron la renuncia de 21 mandatarios municipales de los departamentos de Meta (centroeste) y Cundinamarca (centro) que no atendieron sus llamados.
Según uno de los alcaldes liberados, los guerrilleros les entregaron un comunicado en el que explican su posición ante las elecciones, que "estarán dominadas por la clase política tradicional y corrupta".
El lunes, un grupo de las FARC atacó una patrulla militar en la localidad de Sardinata (noreste), fronteriza con Venezuela, con un saldo de ocho militares y un civil muertos. Dos policía y un civil resultaron muertos en San Andrés (noreste), en una acción que el Ejército atriyó al Ejército de Liberación Nacional.
En la costa norte de Colombia, la segunda división del Ejército anunció que puso en marcha un plan especial de seguridad, al detectar que la guerrilla pretende realizar un paro armado para entorpecer las elecciones del domingo próximo. (FIN/IPS/yf/ag/ip/98
