CHINA: Nuevo equipo de gobierno confirma tendencia reformista

China emerge de dos semanas de sesiones del Congreso Nacional del Pueblo, que finalizan este jueves, con un nuevo equipo de líderes que llevarán al país al nuevo milenio sobre los rieles de las más críticas y dolorosas reformas económicas y de mercado.

El Congreso Nacional del Pueblo (CNP), parlamento chino, confirmó a Jiang Zemin, de 71 años, como presidente de la poderosa Comisión Militar Central por otro término de cinco años.

Delegados del CNP respaldaron las nominaciones del nuevo primer ministro y su nuevo presidente. El saliente primer ministro Li Peng, de 70 años, quien sirvió durante los dos términos legalmente permitidos, fue designado presidente del Congreso, para reemplazar a Qiao Shi, antes rival de Jiang.

Zhu Rongji, el zar económico de 70 años que ayudó a sacar al país de la alta inflación y el crecimiento descontrolado a comienzos de la década de 1990, reemplazó a Li Peng como primer ministro.

Esta promoción inspiró confianza en que Beijing pueda evitar la crisis financiera que sacude a Asia y seguir adelante con sus reformas económicas.

El nuevo vicepresidente, Hu Jintao, de 55 años, es ahora la autoridad de gobierno más joven de la historia china reciente.

La nueva dirigencia asume en momentos en que China ingresa al período más doloroso del proceso de reformas, que debe revivir el anticuado sector estatal y el insolvente sector financiero mientras rompe con el "cuenco de arroz de hierro" de los empleos vitalicios y la seguridad social socialista.

El ascenso de Zhu Rongji, un tecnócrata que favorece las reformas económicas, podría mover a China de las campañas ideológicas de la era de Mao Zedong (1949-1976) y reafirmar el pragamatismo económico que fue el sello de los 20 años de gobierno del fallecido Deng Xiapoing.

El retiro de la escena política de Qiao Shi, considerado el rival de Jiang, también marca la consolidación del poder de Jiang como el "punto central de la tercera generación de líderes chinos", siguiendo a Mao y Deng.

Qiao Shi fue alejado del politburo del Partido Comunista en el 15 Congreso del partido, el otoño (boreal) pasado. Aunque es elegible por otro término de cinco años como presidente del parlamento, anunció su retiro,

Un año atrás, el desplazamiento de Qioao Shi habría desatado especulaciones sobre una reversión de la política de aceleradas reformas económicas de China.

Qiao Shi era conocido como un elocuente impulsor del estilo de reformas económicas rápidas de Deng, y a menudo apareció en conflicto con Jiang sobre el tema.

Pero ahora, viendo a sus vecinos sucumbir uno detrás del otro al contagio financiero asiático, la dirigencia china parece unánime sobre la necesidad de desarrollar reformas agresivas y rápidas.

Aunque la tarea de la reforma es dura y ardua, existen muchas condiciones favorables", dijo Li Peng en su informe de trabajo al gobierno, entregado al Congreso la semana pasada. "Debemos confiar y tomar medidas resolutivas y apropiadas".

La elección de Zhu, ex viceprimer ministro a cargo de asuntos económicos, habla por sí misma de la importancia otorgada por la nueva dirigencia a las reformas de mercado. Analistas extranjeros lo consideran la respuesta de China a los presidentes de la Reserva Federal de Estados Unidos Alan Greenspan y Paul Volker.

Entre los chinos circula una historia sobre la promesa de Zhu de hacer construir 100 ataúdes, 99 para funcionarios corruptos y uno para él mismo, citando su impaciencia con la corrupción.

Sus enemigos se quejan de su estilo autoritario y sus amenazas de "cortar la cabeza" de los burócratas que desobedecen sus edictos.

El desafío que enfrenta Zhu es enorme. En los cinco años que se desempeñará como primer ministro, deberá dar una vuelta completa a las 100.000 empresas estatales endeudadas, encontrar empleo para los millones de funcionarios públicos que resultarán despedidos y recapitalizar los bancos insolventes del país.

Es difícil predecir cómo hará para modernizar la economía sin incitar el descontento social, un acto de equilibrio en el cual los líderes chinos estarán muy ocupados en los años venideros.

"Los riesgos son enormes, de disturbios sociales, oposición burocrática y simplemente la escala de lo que podría ser un problema intratable, en especial con las industrias estatales y el sector financiero", dijo Gerald Segal, del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos en Londres.

Además de sus planificadas reformas industriales y bancarias, Zhu ya reveló planes agresivos para reducir la más grande y vieja burocracia del mundo, que data de la dinastía Han, de la época del nacimiento de Cristo.

La semana pasada, el Congreso respaldó el plan de Zhu para reestructurar el gobierno, bajo el cual cerrarán 15 ministerios y serán despedidos hasta la mitad de los ocho millones de funcionarios gubernamentales y partidarios.

Analistas creen que si Zhu logra reducir la carga burocrática, estará relativamente libre para dar forma a la agenda de políticas económicas.

Sin embargo, la resistencia será fuerte, Algunos chinos afirman que China ya tiene muchos trabajadores desempleados y deber proceder con cuidado con la reestructuración administrativa y el despido de burócratas.

Según datos oficiales, China tiene ocho millones de desempleados, el grueso despedidos de firmas estatales. Economistas independientes situán la cifra real en 30 millones. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/lp/ip if/98

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