CHINA: Mujeres rurales aceptan nuevos anticonceptivos

El matrimonio formado por Luo Shuxia y su marido tuvo serias dificultades para cumplir las disposiciones de planificación familiar en una zona rural del país más poblado del planeta, pero ahora parece haber encontrado una fórmula.

Las estrategias de planificación familiar para las áreas rurales de China prevén un número máximo de dos hijos, pero el dispositivo intrauterino (DIU) de Luo falló y concibió aún dos más.

Cansada de tener que recurrir a abortos, decidió probar una nueva alternativa de anticonceptivos que había llegado a su pueblo en Hebei en 1992.

"Ya sé que no estaba siendo osada al probar algo nuevo, era más bien el resultado de la frustración por el fracaso de otros métodos. Había llegado a pensar que los anticonceptivos no servían, y no quería tener más abortos", contó Luo.

Ahora su vida experimentó un cambio y sonríe cuando informa que su implante subcutáneo sigue siendo tan efectivo como el primer día. "Estoy feliz de haber tenido una opción", aseguró.

"En los últimos seis años no he quedado embarazada, lo cual nos ha liberado de las preocupaciones de la planificación familiar y permite concentrarnos en nuestro restaurante", agregó Luo.

China tiene 1.200 millones de habitantes, o la quinta parte de la población mundial. En los años 70, cuando las autoridades adoptaron una estricta política de planificación familiar, ya era el país más poblado del planeta.

Sin embargo, durante muchos años en las zonas rurales los métodos de prevención de la natalidad para uso prolongado se limitaban a anillos de metal intrauterinos o a una intervención quirúrgica para ligar las trompas en forma definitiva.

Sólo en 1992 aparecieron nuevos métodos, el implante subcutáneo y los DIU de cobre. Fueron distribuidos de manera experimental en las regiones de Hebei, en el noreste de China, y en Shandong, en la zona central.

El proyecto denominado "opciones informadas" fue lanzado por la Comisión Estatal para la Planificación Familiar (CEPF) china, con apoyo de la estadounidense Fundación Rockefeller, durante un período de cinco años.

"No se buscaba reemplazar los métodos que ya existían, sino poner a disposición de las mujeres un número mayor de opciones, con servicios de apoyo", aseguró uno de los encargados del proyecto, el doctor Tu Ping.

Tu destacó que a partir de 1990 el programa de planificación familiar de China "va más allá del mero control de la natalidad".

"En la actualidad también se busca mejorar la salud y las condiciones de vida de las mujeres, especialmente las que habitan en zonas rurales, y por eso los expertos en planificación buscaron una forma de proveerles métodos anticonceptivos saludables, efectivos y diversificados", dijo Tu.

Luo pertenece a un grupo de millares de mujeres que aceptaron probar uno de los métodos sugeridos en este proyecto. En su pueblo, 30 personas optaron por el uso del implante subcutáneo entre 1992 y 1997.

En total, fueron 3.370 las mujeres que se pusieron este implante en los 16 pueblos escogidos para el proyecto, equivalente al 14 por ciento de la población que requiere anticonceptivos de uso prolongado.

De las 20.000 que usan dispositivos intrauterinos, 65 por ciento tienen las nuevas versiones de cobre propuestas por el proyecto.

Tu, quien es uno de los principales expertos en población de China, admite que los métodos disponibles para las mujeres del campo tenían deficiencias.

Los anillos intrauterinos "suelen fallar y los modelos disponibles no le sirven a todas las mujeres", mientras que la intervención quirúrgica es evitada, pues si bien la esterilización es segura, se trata de un método "tan definitivo" que espanta a las parejas.

En el caso de Luo, se consideró que no tenía las condiciones físicas como para operarla, razón por la cual optó por un mecanismo intrauterino. Las autoridades afirman que, en todo caso, las esterilizaciones disminuyen cuando existen otras alternativas para las mujeres rurales.

Para difundir los nuevos métodos, el gobierno distribuyó folletos, estimuló la discusión sobre sus características por radio y televisión por cable, y realizó cursos especiales de información.

"El cuidadoso proceso de preparación logró superar dudas y temores de las mujeres rurales, que tuvieron la oportunidad de informarse sobre cuáles son las diferencias entre los métodos a su disposición", explicó Tu.

Algunos sondeos realizados en el marco del proyecto determinaron que mejoró la imagen de la estrategia de planificación familiar de China, mientras se registraba una disminución drástica en la frecuencia de los abortos.

Una encuesta realizada entre mujeres en edad de procrear que habitan en los pueblos seleccionados para el proyecto demostró que el uso de anticonceptivos había aumentado de 86 por ciento en 1991 a 90 por ciento en 1996.

Tu espera que este proyecto se extienda a zonas rurales de todo el país.

"El éxito de este proyecto puso al descubierto qué es lo que las mujeres rurales esperan de las estrategias de planificación familiar. Quieren servicios de alta calidad, más información sobre anticonceptivos y libertad para elegir", concluyó Tu. (FIN/IPS/tra-en/cf/cb/js/lc-ml/pr/98

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