CHILE: Indice de precios se moderniza, en busca de credibilidad

La canasta del índice de precios al consumidor (IPC) tendrá sustanciales cambios en Chile desde julio, adaptándose a los actuales hábitos de consumo de la población y en busca de mayor credibilidad para las cifras oficiales de inflación.

Las modificaciones a la lista de productos del IPC estaban previstas, pues corresponden a una rutina decenal, pero las autoridades se adelantaron a explicar los cambios que se materializarán en cuatro meses.

Los anuncios que hizo el jueves el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Máximo Aguilera, parecieron salir al paso a un nuevo episodio de incredulidad entre la población tras el índice de febrero, que marcó deflación.

En el último mes, y luego de seis años, Chile tuvo una "inflación negativa" de 0,1 por ciento, que redujo a 0,6 por ciento el índice acumulado en el año y a 5,2 por ciento la tendencia anualizada.

Para muchos consumidores, el retroceso de precios de febrero no fue tal, ya que las bajas se concentraron en algunos alimentos cuya oferta crece en verano y en las liquidaciones de fin de temporada estival en las tiendas de ropa.

"En marzo nuestros gastos aumentan enormemente con el inicio de las clases, la compra de útiles escolares y uniformes, y el pan, la leche y los pasajes de bus no bajan nada. No me vengan con el cuento de la deflación", dijo a IPS María Lara, madre de tres niños.

El gobierno de Eduardo Frei se propuso para este año la meta de rebajar la inflación a 4,5 por ciento, frente a seis por ciento en 1997, un objetivo difícil si se considera el impacto de la crisis asiática, traducido sobre todo en un aumento del dólar.

Los cuestionamientos al IPC, sin duda, seguirán siendo un tema recurrente entre los chilenos, pese al nuevo listado de productos que el INE utilizará a partir de julio en las encuestas de mercado para medir las tasas mensuales de inflación.

El actual índice está compuesto por 368 productos y tiene como base cero de medición el mes de abril de 1989. Será reemplazado por una nueva canasta de 450 productos, de acuerdo con la información de Aguilera.

Una veintena de productos de la canasta actual serán eliminados, y en la nueva se agregará un centenar de nuevos bienes y servicios, para lograr un reflejo fiel de los hábitos de consumo entre los 14 millones de chilenos.

Entre los productos que pasarán casi definitivamente a la historia están el pan amasado (casero), el hígado y los huesos de vaca, las menudencias de pollo, el aceite comestible a granel, los televisores en blanco y negro y las máquinas de coser.

Los alimentos y bienes durables eliminados de la nómina del IPC no causaron mayor conflicto, más allá de alguna expresión de nostalgia por la alimentación popular de antaño, por los primeros televisores o por la época en que las ropas se cosían en el hogar.

Pero esto no libera al futuro IPC de las sospechas de amplios sectores de la población sobre su validez como instrumento objetivo para medir no sólo la evolución de los precios, sino también su impacto en los diversos estratos sociales.

El INE encuestó a 80.000 familias en una muestra representativa de la estructura socioeconómica del país para definir las nuevas incorporaciones al IPC, caracterizadas por una mayor incidencia de los servicios y bienes durables.

En la nueva canasta aparecen, como sustitutos de los productos tradicionales eliminados, desde el whisky, la champaña, la comida china, la salsa ketchup y las pizzas, hasta los computadores, los hornos de microondas y los equipos de música estereofónicos.

La encuesta del INE determinó igualmente la inclusión en el IPC de las clases de baile y de la llamada "comida chatarra" o rápida, además de las tarifas de los servicios de televisión por cable, los juguetes electrónicos y los lavavajillas.

Los automóviles, las entradas a las discotecas, los peajes en las carreteras y los "paquetes" turísticos influirán también en la medición regular de la inflación, de acuerdo con el nuevo IPC.

"El whisky es consumido sólo por los ricos. Los pobres no tenemos (hornos) microondas ni auto, menos (aún) computadores personales y tampoco tomamos clases de baile. El IPC seguirá siendo poco representativo", según el obrero Salvador Venegas.

Myriam Salas, una joven visitadora médica, estimó en cambio que la nueva canasta representará más fielmente la realidad del consumo de alimentos, bienes y servicios en este país, que cambió con la modernización de la sociedad y la economía. (FIN/IPS/ggr/ff/if/98

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