El presidente Eduardo Frei llamó hoy a la población de Chile a mantener la calma y no dejarse arrastrar a un "clima de exasperación" por la inminente investidura como senador vitalicio del ex dictador Augusto Pinochet.
En una declaración que leyó personalmente ante la prensa, sin aceptar posteriores preguntas, Frei reiteró también su rechazo a una acusación constitucional contra Pinochet, porque a su juicio derivaría en un "juicio político" al proceso de transición.
Organizaciones de mujeres se disponen a marchar este sábado por el centro de Santiago en la primera de las manifestaciones de repudio a la llegada al Congreso del veterano general que gobernó el país desde septiembre de 1973 hasta marzo de 1990.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) realizará también un acto de rechazo al ex dictador el domingo en el Parque O'Higgins de Santiago, mientras los partidarios de Pinochet le preparan diversos actos de homenaje.
El militar de 81 años entregará el próximo martes al general Ricardo Izurieta la comandancia en jefe del Ejército, que ejerce desde el 23 de agosto de 1973, cuando fue designado en el cargo por el presidente constitucional Salvador Allende.
Pinochet, uno de los cabecillas del cruento golpe de estado contra Allende del 11 de septiembre de 1973, será senador vitalicio en virtud de una disposición de la carta constitucional que hizo aprobar por referéndum en 1980.
El ex dictador podría jurar como senador este miércoles, junto a los parlamentarios electos en los comicios legislativos de diciembre último, en una solemne ceremonia en la sede del Congreso en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.
Es probable, sin embargo, que la investidura de Pinochet como senador se formalice el jueves 12 o en otra fecha posterior, con el fin de evitar que la instalación del nuevo Congrese se vea empañada por incidentes entre detractores y partidarios del ex dictador.
"Estoy consciente de que la presencia en el Senado de quien durante 17 años encabezó un gobierno de facto compromete los sentimientos de muchas chilenas y chilenos y especial de quienes me eligieron presidente", dijo Frei.
El mandatario reiteró su oposición a la existencia de senadores designados y vitalicios, pero recordó que la gobernante Concertación por la Democracia no ha podido logrado desde 1990 reformas constitucionales para su eliminación.
"No hay atajos ni fórmulas fáciles para transitar hacia una plena democracia", subrayó Frei, quien exhortó a los chilenos a "avanzar con sentido de unidad nacional" para consolidar el estado de derecho restablecido hace ocho años.
Desde 1990 "hemos vivido, convivido y superado momentos difíciles", sostuvo el presidente, para agregar que valora más la democracia recuperada en el país que las limitaciones del proceso de transición.
Frei, un democristiano que gobierna con el apoyo de una coalición de centroizquierda, reiteró la "inconveniencia" de una acusación constitucional contra Pinochet, que podrían presentar diputados oficialistas.
El mandatario sostuvo que tal acusación, pese a estar focalizada en el ex dictador, se convertirá en los hechos en "un juicio político a la transición" a través de su tramitación legislativas y los respectivos debates parlamentarios.
La correlación de fuerza en el Parlamento plantea amplias posibilidades de que la mayoría oficialista de la Cámara de Diputados apruebe la acusación, pero en el Senado la derecha cuenta a su vez con votos para rechazarla.
El acceso de Pinochet a la cámara alta está siendo cuestionado igualmente por tres querellas criminales presentadas en su contra por el Partido Comunista y agrupaciones de familiares de víctimas de las violaciones de derechos humanos.
En estas causas, se acusa al ex dictador por 1.498 desapariciones forzadas y se le imputan además delitos de genocidio, inhumación ilegal, secuestros y asociación ilícita.
Este último cargo alude a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el aparato represivo que Pinochet hizo operar bajo sus órdenes desde 1973 a 1978 y cuya existencia fue secreta hasta agosto de 1974.
El general retirado Manuel Contreras, ex director de la DINA, quien cumple condena de siete años de cárcel por el asesinato en 1974 del ex canciller Orlando Letelier, pidió a los tribunales una revisión de la sentencia alegando que era subordinado de Pinochet.
Humberto Neumann, abogado de Contreras, dijo este jueves que su cliente está dispuesto a un careo (interrogatorio judicial conjunto) con Pinochet, si así lo determina el juez Juan Guzmán, quien tramita en su fase de investigación las querellas.
El brigadier retirado Pedro Espinoza, segundo hombre de la DINA, encarcelado también por el crimen de Letelier, manifestó igualmente su disposición para declarar en las causas que instruye el juez Guzmán. (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/98
