Los efectos de la crisis asiática en Chile ya se comienzan a manifestar en bajas de la producción industrial y las exportaciones, según informes empresariales que, sin embargo, no prevén un impacto recesivo.
La Sociedad de Fomento Fabril (SFF) informó este miércoles que se registraron caídas en las ventas del sector industrial en enero, en tanto la Cámara Nacional de Comercio (CNC) destacó una baja considerable en las exportaciones del país.
No obstante estos fenómenos negativos, Andrés Concha, secretario general de la SFF, estimó que la economía chilena tendrá en el primer trimestre de este año un crecimiento de siete por ciento en relación a igual período de 1997.
La SFF previó originalmente un crecimiento del producto interno bruto (PIB) para el trimestre de 8,4 por ciento y, si bien ahora hizo una "corrección hacia la baja", la tasa de siete por ciento es promisoria dada la crisis asiática.
El ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, dijo el martes en la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Cartagena de Indias, que la economía chilena crecerá menos en 1998, pero aún así tendrá el mayor PIB en América Latina.
Aninat, jefe del equipo económico del gobierno de Eduardo Frei, destacó que Chile es el único país de la región sin déficit fiscal y afirmó que la inflación bajará en 1998 por noveno año consecutivo para situarse en solo 4,5 por ciento.
El informe de la SFF anuncia un "año duro" para la industria, cuyas ventas totales tuvieron en enero una caída de 11,7 por ciento respecto de diciembre y un mínimo aumento de 0,4 por ciento en comparación con enero de 1997.
La producción industrial cayó a su vez 7,8 por ciento durante enero en relación con el mes anterior y solo se incrementó 0,4 por ciento en los últimos 12 meses, agregó el organismo empresarial.
El mayor impacto sobre las ventas del sector industrial corresponde al sector externo, ya que las ventas en el mercado interno crecieron en enero 1,8 por ciento respecto de diciembre y 6,8 por ciento en relación a enero de 1997.
Concha expresó la preocupación de la SFF por la competencia de las importaciones procedentes del sudeste asiático, cuyo precio cayó a raíz de las devaluaciones monetarias con que esos países enfrentaron sus crisis financieras y bursátiles.
Entre noviembre de 1997 y enero de este año, las importaciones de origen asiático aumentaron 41,1 por ciento. Las que más crecieron fueron las de Japón y China, países que no han devaluado sus monedas.
La irrupción de la crisis asiática en el último trimestre de 1997 coincidió con aumentos en las importaciones, que redundaron en un déficit comercial de 1.200 millones de dólares al finalizar 1997.
El déficit se debió igualmente a una disminución de las exportaciones, tanto en volúmenes de envíos al exterior, como en los precios internacionales de productos fundamentales en la oferta externa del país.
El cobre, que genera alrededor de 40 por ciento de los ingresos de la balanza comercial, y que durante 1997 registró un precio promedio superior a un dólar por libra, registra durante este año un promedio de 76,8 centavos de dólar por libra.
Alfonso Mujica, presidente de la CNC señaló que desde el 1 de enero al 15 de febrero, las exportaciones chilenas tuvieron una caída de 12,2 por ciento en comparación con el mismo período de 1997.
Chile destina 35 por ciento de sus exportaciones a Japón, China y los demás mercados del sudeste asiático, con lo cual aparece como uno de los países latinoamericanos más expuesto a los efectos de la llamada "fiebre amarilla".
Según Mujica, la política de alza de las tasas de interés que el Banco Central de Chile está aplicando para contener el precio del dólar y defender las metas antinflacionarias acentuará el menor crecimiento de la economía en los próximos meses.
Mujica sostuvo que se está haciendo recaer el peso del ajuste en el sector privado, en tanto Concha abogó por "un tipo de cambio real y una inflación moderada" como medidas para contrarrestar los impactos de la crisis asiática. (FIN/IPS/ggr/mj/if/98