La producción de tabaco caerá 20,8 por ciento este año en Brasil, mayor exportador mundial, debido al exceso de lluvias provocadas por el Niño en el sur, pero un acuerdo con la industria permitiría una recuperación en 1999.
Con una cosecha de 543.000 toneladas, según la Asociación de Productores de Tabaco de Brasil (Afubra), 1997 fue un año de exportaciones récord, de cerca de 300.000 toneladas. Este año la producción de 430.000 toneladas afectará el desempeño exportador.
Las ventas externas de tabaco alcanzaron 1.059 millones de dólares el año pasado y las de cigarrillos 566 millones, según datos de la Asociación Brasileña de la Industria de Tabaco (Abifumo).
El presidente de Abifumo, Néstor Jost, dijo que fue un año excelente, aumentando mucho las exportaciones de cigarrillo, en especial a Bélgica, de donde se distribuye a Europa oriental.
En 1998, con los precios estables, en cerca de 3.400 dólares la tonelada de tabaco, "debemos exportar por lo menos 1.000 millones de dólares en total", sumando materia prima y cigarrillos, dijo Jost, quien espera que la pequeña cosecha en Brasil favorezca un alza de precios.
El tabaco representa la estabilidad e ingresos seguros para 160.000 familias en el sur de Brasil, donde se concentra 90 por ciento de la producción nacional. Es un cultivo ideal para pequeños agricultores, porque algunas hectáreas aseguran utilidades suficientes para un grupo familiar.
Una de las preocupaciones actuales de los productores es evitar una superproducción que deprima los precios, señaló Hainsi Gralow, presidente de Afubra, en Santa Cruz do Sul, capital del tabaco brasileño, en el extremo sur.
La actividad depende estrechamente de la industria, tanto para la venta de su producción como la obtención de semillas y los agrotóxicos que constituyen un componente importante y preocupante del cultivo.
Con los precios fijados en dos reales por kilogramo desde 1996, los productores de tabaco reclamaron aumentos, recurriendo incluso a manifestaciones ante la industria desde el año pasado.
Con la devaluación de la moneda brasileña, los dos reales que valían 2,09 dólares en 1996, equivalen ahora a menos de 1,8 dólares, justificando la insatisfacción, explicó Gralow.
La baja producción de este año provocó interpretaciones en el sentido de que se trata de un acuerdo entre los agricultores, para forzar un aumento del precio pagado por la industria de cigarrillos. Pero se debió "únicamente a los problemas climáticos, producto del fenómeno del Niño", aseguró Gralow.
El área sembrada fue exactamente igual a la del año pasado, argumentó. Lluvias irregulares y mucho granizo provocaron pérdidas en el peso y baja calidad del tabaco, corroboró Jost.
Para el año próximo, los industriales ya acordaron conceder un aumento de cinco por ciento a los tabacaleros. "Es poco, pero fue una medida inteligente, que estimula la próxima siembra", evaluó el líder de los productores.
La tarea de Afubra consistirá en "convencer a los socios que no exageren en la producción", agregó, recordando las fuertes oscilaciones de precios sufridos por el sector en los primeros años de esta década.
La caída del Muro de Berlín en 1989 produjo un gran aumento de la demanda de cigarrillos "occidentales" entre alemanes y otros pueblos de Europa oriental, elevando bruscamente los precios y estimulando la implantación de nuevas fábricas, señaló Gralow.
Los altos precios condujeron a la superproducción en el año siguiente. En Brasil se alcanzó el récord de 570.000 toneladas. La consecuencia natural fue la depresión los precios, seguida de bajísima cosecha en 1992, 348.000 toneladas en Brasil.
La recuperación fue gradual en los años siguientes. El escarmiento recomienda equilibrio en la expansión del cultivo, sostuvo Gralow.
La producción brasileña repercute directamente en el mercado internacional por tratarse del mayor exportador mundial de tabaco, aunque su producción sólo represente siete por ciento del total. China concentra casi la mitad de la producción mundial, pero prácticamente toda la destina al mercado interno, dijo Jost.
Zimbabwe es el gran competidor de Brasil como exportador, pero enfrenta problemas económicos para expandir su producción. La reciente devaluación de su moneda podrá acentuar su competitividad, pero hay trabas como la reforma agraria.
Al contrario de Brasil, donde el tabaco es producido principalmente en pequeñas propiedades de agricultura familiar, en Zimbabwe constituye actividad de grandes productores, las "plantations", implantadas por los colonizadores británicos, observó Jost. (FIN/IPS/mo/ag/if/98