La eliminación del Bono Solidario (Bonosol), que el Estado boliviano pagaba de por vida a los mayores de 65 años, derrumbó la popularidad del presidente Hugo Banzer.
Banzer, que lleva algo menos de ocho meses en el poder, tiene una calificación de 3,7 en una escala de uno a siete, según un informe de la empresa Encuestas y Estudios difundido en el fin de semana.
El Bonosol, suprimido este mes, aseguraba una pensión anual de 248 dólares a sus beneficiarios. Fue creado en 1997 por el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y se financiaba con las utilidades de las empresas públicas privatizadas.
Banzer aseguró en su campaña electoral que continuaría el pago del Bonosol y que incluso ampliaría el beneficio, para amparar también a la población entre 55 y 65 años.
El opositor Movimiento Nacionalista Revolucionario, de Sánchez de Lozada, difundió durante todo el mes de marzo "spots" por televisión con imágenes de archivo de Banzer en las que éste prometía, cuando era candidato, que pagaría y mejoraría el Bonosol.
En el deterioro de la imagen pública del Presidente influyó también el aumento en 28 por ciento del precio de la gasolina, dispuesto a fines de 1997 y que repercutió en los productos de consumo familiar y en los servicios.
Los informes divulgados por Encuestas y Estudios desde agosto, cuando Banzer juró la Presidencia, señalan el constante descenso de la popularidad del mandatario, con la excepción de octubre, cuando logró un repunte al convocar a un diálogo nacional de varios sectores de la sociedad.
En septiembre, un mes después de asumir el mando, Banzer obtuvo una nota de 4,3, sobre un máximo posible de siete, y en octubre llegó a 5,3, su puntuación más alto.
Pero en diciembre, su popularidad bajó a 4,3 y en marzo cayó a 3,7, de acuerdo con Encuestas y Estudios, que consultó entre los días 9 y 29 a 1.304 personas en las cuatro ciudades principales del país.
Así mismo, la confianza pública en que el gobierno de Banzer logre cumplir su compromiso de reducir la pobreza disminuyó de 59 a 18 por ciento de diciembre a marzo.
También se redujo, de 53 a 22 por ciento, y la cantidad de encuestados que creen en la promesa del gobierno de acabar con la producción ilícita de coca en en el 2002.
Por último, sólo 25 por ciento de las personas consultadas este mes por Encuestas y Estudios confían en que el gobierno aumente el empleo, frente a 60 por ciento en diciembre, y quienes creen en el triunfo de la lucha contra la corrupción son ahora sólo 10 por ciento, ante 38 por ciento a fines de 1997. (FIN/IPS/jcr/ff/ip/98