La propuesta de Estados Unidos de incluir el tema ambiental en las negociaciones del Area de Libre Comercio de América (ALCA) tuvo eco en organizaciones no gubernamentales del continente.
Kathleen Rogers, de la National Audubon Society, de Estados Unidos, se manifestó preocupada porque los asuntos ambientales están excluídos "a todo nivel" de las discusiones oficiales sobre la liberación de comercio.
"Se está perdiendo una importante oportunidad para respetar el deseo de ciudadanos de todo el hemisferio de lograr una integración económica basada en principios que salvaguarden el o ambiente", dijo Rogers.
Su declaración fue apoyada por grupos latinoamericanos como la Red Nacional de Acción Ecológica de Chile (Renace) y el Centro de Derecho Ambiental y de Recursos Naturales de Costa Rica.
Sara Larrain, del Renace, afirmó que la experiencia ha demostrado que los tratados de libre comercio no mejoran la situación del ambiente ni la calidad de vida de las poblaciones.
"Los ciudadanos saben que los acuerdos no han sido beneficiosos", expresó Larrain.
"Muestra de ello" es que el Congreso de Estados Unidos no aprobó el pedido de vía rápida para negociar convenios de comercio solicitado por el presidente Bill Clinton y que se han objetado "los resultados del tratado de libre comercio entre Estados Unidos y México", afirmó.
"Si los gobiernos no logran garantizar la protección del ambiente en los tratados de libre comercio, no van a tener el apoyo popular para ejecutarlos", agregó.
Líderes de más de 25 organizaciones ecologistas del continente se reunieron esta semana en San José para elaborar un conjunto de principios ambientales y de desarrollo sustentable que puedan guiar las negociaciones oficiales del ALCA.
El documento fue entregado a los ministros responsables de Comercio, que el jueves realizaron en la misma ciudad la cuarta y última reunión ministerial previa al lanzamiento de las negociaciones del ALCA, que será realizado por los jefes de Estado y de gobierno el 18 y 19 de abril en Chile.
Los ambientalistas pidieron a los ministros la creación de una mesa de negociación sobre comercio y ambiente como parte del proceso final del ALCA, y la inclusión de la protección ambiental entre los objetivos de la negociación de todos los otros grupos.
Demandaron también mecanismos que aseguren una efectiva participación pública, tomando en cuenta que el ALCA ha sido un proceso cerrado, en el cual sólo se ha dado voz a los empresarios, al margen de las conversaciones oficiales.
Las propuestas de los ambientalistas, sin embargo, no coinciden con la voluntad de los gobiernos ni de los empresarios de América Latina.
El Cuarto Foro Empresarial de las Américas, que reunió hasta el miércoles a 1.500 representantes del sector privado, admitió la importancia de los asuntos laborales y de ambiente, aunque dijo que deben ser tratados en forma independiente del comercio y tener su propio foro.
América Latina, prácticamente en conjunto, contempla con recelo la posibilidad de incluir temas ambientales y laborales en la negociación del área de libre comercio continental.
Eduardo Ayala, viceministro de Economía de El Salvador, comentó que persiste el temor de que esos asuntos se transformen en barreras no arancelarias al comercio.
Los compromisos que eventualmente se tomen en esas dos áreas pueden luego dar lugar a un mecanismo de certificación o descertificación de países, como el que utiliza Estados Unidos en materia de drogas, advirtió Ayala.
"Nosotros somos negociadores de comercio y no vemos cómo se puede mezclar el comercio con el ambiente o los derechos laborales", concluyó. (FIN/IPS/mso/ff/ip en/98