El decomiso de 1.638 kilos de cocaína colombiana en la Mosquitia, en la costa atlántica de Honduras, confirmó que esa zona selvática es ideal para el desarrollo del narcotráfico, como creen las autoridades.
"No cabe duda que la Mosquitia sigue siendo el punto ciego preferido por los narcotraficantes", dijo el lunes Juan Rafael Soto, fiscal especial contra el narcotráfico de Honduras, quien estimó el valor de la droga capturada el fin de semana pasado en más de 100 millones de dólares.
La ubicación geográfica de la Mosquitia, a la que se accede sólo por vía aérea o marítima, y la falta de vigilancia policial y de presencia estatal en la zona la convierten en "un sitio idóneo y clave para la triangulación de los narcos en el Caribe", agregó Soto.
"No cabe duda de que la Mosquitia y otros sitios vecinos en el litoral atlántico y caribe constituyen el mejor puente para el trasiego de droga de América del Sur a Estados Unidos, lo que dificulta nuestra lucha porque carecemos de recursos para un combate efectivo", afirmó el fiscal.
Guardacostas de la marina de Estados Unidos interceptaron el fin de semana en aguas internacionales cercanas a Honduras una embarcación colombiana que transportaba 1.638 kilos de cocaína. Los tripulantes fueron capturados cuando ingresaron a aguas hondureñas.
La embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa informó que la captura de la embarcación se produjo a "petición" del gobierno hondureño, cuando se detectó el ingreso de la lancha a la laguna de Caratasca, en la región de la Mosquitia.
Los tripulantes de la nave, seis en total, fueron puestos a disposición de la justicia. Las penas para el delito de transporte de drogas oscilan entre 15 y 20 años.
Este decomiso de drogas fue uno de los más grandes de los últimos dos años. Entonces hubo otra acción similar en la bahía de Trujillo, en la costa atlántica, una de las regiones donde más se centra la actividad de los narcotraficantes.
Expertos hondureños consideran a la Mosquitia el vértice principal de lo que llaman un "triángulo de las Bermudas" que comienza en esa zona, se expande a las islas de la Bahía, en el Caribe, y cruza por la región sur, en la frontera con Nicaragua.
Víctor Meza, del no gubernamental Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), no descartón la existencia de minicarteles de droga a escala nacional, porque el país pasó de ser puente del narcotráfico a depósito de estupefacientes.
El Ministerio Público informó que la droga transportada desde América del Sur, en especial Colombia, puede ser lanzada al mar, recogida en la playa por cómplices y transportada por medios fluviales o aéreos, para luego ser enviada por tierra a Guatemala u otros países de América Central.
La Mosquitia, en la frontera con Nicaragua, es el principal pulmón del ambiente hondureño. Las autoridades detectaron a varios ciudadanos colombianos con presunta vinculación con el narcotráfico que adquirieron en los últimos tres años grandes extensiones de tierra de la región sin fines específicos.
El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos estimó que el territorio de Honduras continúa siendo "puente" del narcotráfico y manifestó su preocupación por el lavado en el sistema financiero en Tegucigalpa de dinero procedente de esa actividad.
El lavado tendría como fermento la impunidad y la corrupción, así como las enormes lagunas legales que impiden una gestión más efectiva del Ministerio Público, según el informe.
Los decomisos de droga efectuados en Honduras en 1997 ascendieron a 2.213 kilogramos de cocaína. Además, las autoridades destruyeron 337.817 plantaciones de marihuana y detuvieron a 763 personas. (FIN/IPS/tm/mj/ip/98