El régimen militar de Nigeria enfrenta las repercusiones de la visita del papa Juan Pablo II, quien hizo un llamado a mayor democracia, libertad y solidaridad en el país africano.
Fuentes de la Secretaría Católica sugirieron que una lista de 60 detenidos fue presentada al gobierno nigeriano a través de la Santa Sede durante la visita, un gesto aprobado por algunas organizaciones no gubernamentales (ONG).
El Papa predicó la paz, el amor, la justicia y la reconciliación, y muchos de los 119 millones de habitantes esperan que el gobierno del general Sani Abacha preste atención a algunas de las reivindicaciones que surgieron durante la visita.
Para Abacha, cuyas relaciones con la comunidad internacional son distantes, la visita del pontífice de 78 años de edad, fue un golpe de relaciones públicas.
Todos, incluso Abacha, tuvieron palabras amables hacia el Papa, quizá porque este demostró su comprensión de la compleja naturaleza de esta nación de Africa occidental gobernada desde hace 27 años por los militares y plagada de problemas económicos, políticos y sociales.
"La calidez, amistad y profundo amor por el país que resultó evidente durante su visita permanecerán, por lo tanto, en la memoria de los nigerianos", dijo Abacha poco antes de que el Papa partiera de Nigeria el lunes.
Abacha pareció brindar su atención absoluta al pontífice. De hecho, el presidente fue más visible en estos tres días que durante varios meses.
El jefe de Estado vinculó el subdesarrollo de gran parte del mundo, incluso el de su país, con la "larga historia de explotación y opresión" representada por la esclavitud, dirigida por naciones que ahora se consideran industrializadas.
"Santo Padre, su presencia aquí en esta ocasión y el mensaje que trajo nos dieron esperanza", dijo, y añadió que el "amor papal por el pueblo inspirará a Nigeria a recorrer mayores alturas y a la reconciliación nacional".
Esta reconciliación debe incluir la liberación de detenidos políticos, opinan integrantes de ONG nigerianas. Abacha había indicado esta posibilidad en un discurso el 17 de noviembre, durante el aniversario del golpe de Estado que lo llevó al poder en 1993.
Abraham Adesanya, presidente del principal grupo de oposición, la Coalición Democrática Nacional (NADECO), agradeció al Papa por solicitar la liberación de los detenidos y por sus palabras "directas" sobre la situación en Nigeria.
"Lo que hizo el Papa nos satisface sobremanera", dijo Adesanya este martes. "Ha hecho exactamente lo que se espera de un hombre en su posición".
El Papa aseguró a alrededor de un millón de personas en una misa el lunes en Kubwa, una localidad satélite de Abuja, que la Iglesia Católica está comprometida con la lucha por el desarrollo integral de Nigeria.
"El respeto por cada persona humana, por su dignidad y derechos deber ser la inspiración y principio rector de vuestros esfuerzos por aumentar la democracia y fortalecer el tejido social de vuestro país", dijo Juan Pablo II.
Según el Papa, los pilares de una nueva Nigeria deben ser la dignidad de cada ser humano, sus derechos inalienables fundamentales, la inviolabilidad de la vida, la libertad y la justicia, el sentido de la solidaridad y el rechazo de la discriminación.
El Papa urgió a los nigerianos a hacer del espíritu de justicia "el clima de vuestra vida nacional" y a "dejar que el tiempo de transición sea un tiempo de libertad, perdón, unión y solidaridad".
El Papa no perdió de vista el hecho de que visitó una nación multirreligiosa poblada por musulmanes, cristianos y seguidores de religiones tradicionales africanas.
"Oro para que el compromiso de cristianos y musulmanes para establecer lazos de conocimiento y respeto mutuo aumenten y den frutos, para que todos los que creen en un único Dios puedan trabajar juntos para el bien de la sociedad aquí en Nigeria y en todo el mundo", dijo.
El Pontífice destacó que la Iglesia Católica, en su esfuerzo por inculcar sus enseñanzas, busca subrayar y construir sobre los elementos positivos de la herencia religiosa y cultural africana.
"Creo en una intervención divina en la cual el jefe de Estado siempre quiso ver la transición. Dios le dio esa intervención divina en el plato de oro del Papa", dijo un oyente que se identificó como Anthony a una radio que cubría la visita papal.
"Debería liberar a los prisioneros a fin de esta semana, y si se niega a hacerlo, debemos dejar todo en manos de Dios, quien puede intervenir de muchas formas", agregó.
Otro oyente, el jefe Biodun, dijo que "creo que el jefe de Estado, que también cree en Dios, no dejará de hacer lo que el Papa desea. Aunque la visita no es política, no pueden separase los asuntos políticos de la visita pastoral del Papa debido a la situación aquí".
"El Papa lo hizo en Cuba y Cuba tomó su consejo, y creo que es tiempo de que el general Abacha lo haga muy rápidamente. Es una intervención divina de Dios. Puede no liberar a los 60 detenidos, como se pide, pero si no lo hace, debe tener una razón genuina". (FIN/IPS/tra-en/ro/to/kb/lp/ip cr hd/98