El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) informó que en 1997 fueron asesinados o detenidos menos periodistas que en años anteriores.
Hubo 26 asesinatos de periodistas el año pasado, y al menos 129 fueron encarcelados, informó el CPJ en su informe anual sobre violaciones contra la libertad de prensa. En 1996, en cambio, hubo 27 asesinatos y 185 encarcelamientos atribuidos a la actividad profesional de las víctimas.
Los países donde más sufrieron los periodistas fueron Nigeria, Turquía, Etiopía, Pakistán, China, Birmania y México, de acuerdo con el informe de 443 páginas titulado "Ataques contra la prensa en 1997".
Por otra parte, no hubo periodistas asesinados el año pasado en Rusia, Tajikistán, la antigua Yugoslavia o Argelia, lugares donde hubo en años anteriores gran cantidad de víctimas.
El informe del CPJ dado a conocer el jueves reseña casi 500 ataques contra la prensa en 117 países, desde acosos legales y censura a ataques físicos y asesinatos. En muchas ocasiones, los periodistas son más vulnerables en países en transición de regímenes autoritarios a gobiernos democráticos, agrega.
Pero la reducción de la cantidad de periodistas presos o asesinados no significa una mejora en la situación de la libertad de prensa, alertó el CPJ.
Ningún periodista fue muerto el año pasado en Argelia, país que había sido considerado en 1996 "el lugar más peligroso del mundo para los periodistas". El informe de 1997 atribuyó el cambio a a que "muchos periodistas argelinos pasaron a la clandestinidad, huyeron al exilio o abandonaron la profesión".
"Los desafíos verdaderamente críticos para el periodismo de hoy pueden hallarse en la gran cantidad de países que solo ahora se liberan del autoritarismo del pasado", explicó en la introducción del informe el director del CPJ, William Orme.
Se trata de "países donde los periodistas pueden trabajar, pero donde el concepto de una prensa independiente aún no ha sido consagrada en la ley o comprendida y asumida por los líderes políticos", sostuvo Orme.
"En algunos de esos países, un breve florecimiento de la libertad de prensa en el pasado reciente se acaba con una nueva ola de represión e intolerancia", agregó. Son los casos de Argelia, buena parte de Asia central, Perú, Vietnam y Nigeria, por ejemplo.
Orme manifestó su preocupación por el futuro de la libertad de prensa en Jordania y en Hong Kong, que regresó al dominio de China el año pasado.
El CPJ sostuvo que la "acelerada supresión" de los medios independientes a manos del régimen del general Sani Abacha en Nigeria fue "la tendencia más perturbadora de 1997".
Nigeria mantiene 17 periodistas en prisión, entre ellos la directora del Sunday Magazine, Christine Anyamwu, ganadora del Premio Internacional de Libertad de Prensa otorgado en 1997 por el CPJ.
Anyamwu, que publicó una serie de noticias confrontadas con la versión oficial de un supuesto golpe de estado, recibió una condena de 15 años de prisión.
Turquía liberó a 40 periodistas en 1997, pero aún permanecen en la cárcel otros 29, más que en ningún otro país. Pero las liberaciones y la inexistencia de nuevas acusaciones constituyeron "uno de los procesos más positivos del año".
Por otra parte, Etiopía, que se comprometió el año pasado a detener la represión contra los medio sindependientes, aún mantenía a 15 periodistas en prisión a finales de 1997.
De los 26 periodistas asesinados en 1997 por razones vinculadas con el ejercicio de la profesión, siete murieron en India, cuatro en Colombia, tres en México, dos en Camboya y uno en Argentina, Brasil, Guatemala, Indonesia, Irán, Pakistán, Filipinas, Ruanda, Sierra Leona y Ucrania, según el informe.
El CPJ investiga además las razones de la muerte de otros diez periodistas en Brasil, Colombia, Camboya, El Salvador, Guatemala, Indonesia, Perú, Rusia y Ucrania.
Se trata de "calculados y con demasiada frecuencia efectivos actos de censura", observó Orme. "El último objetivo no es un periodista como individuo, sino la sociedad en su conjunto", agregó.
"Si los asesinos aprenden que cuando asesinan a un periodista el resultado inevitable es que sufrirán mayor cobertura y no menos, los asesinatos amainarán", sostuvo el presidente del CPJ y conductor del Instituto Internacional de Prensa, Gene Roberts.
Solo hubo arrestos relacionados con solo cinco de los 26 casos de homicidio. Aquellos a los que se atribuyen las órdenes (funcionarios de gobierno, narcotraficantes, paramilitares y jefes terroristas) no fueron acusados ni interrogados, muestra de la impunidad que aún rige en muchos países, según el informe.
Además de Turquía, Nigeria y Etiopía, los países que mantienen más periodistas presos son China (15), Birmania (ocho), Kuwait (siete), Vietnam (cinco) y Perú (cuatro).
Todos los periodistas procesados en Perú fueron condenados por tribunales secretos por su supuesta integración a grupos guerrilleros, para lo cual los jueces se basaron solo en los trabajos profesionales de los acusados.
Argelia, Cuba, Indonesia, Pakistán, Rusia, Sudán y Túnez mantuvieron dos periodistas presos en 1997, mientras Azerbaiján, Camerún, Eritrea, Irán, Iraq, Malasia, Corea del Sur y Zambia mantenían un periodista preso cada uno.
Algunos de ellos no eran profesionales antes del arresto, pero habían escrito artículos para medios de sus países.
El CPJ también informó que "la continua incapacidad o falta de voluntad" del gobierno de Rusia para investigar los asesinatos fue una traba concreta contra el periodismo de investigación. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mj/hd/98