La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que lucha por poner fin a la violencia contra la mujer en todo el mundo, proyecta ahora indagar sobre las condiciones de trabajo de las inmigrantes en Medio Oriente.
Radhika Coomaraswamy, Relatora Especial de la ONU sobre Violencia contra la Mujer, informó que su oficina estudia la posibilidad de viajar a Medio Oriente para examinar algunos de los problemas que enfrentan las inmigrantes en la región.
Actualmente hay millones de mujeres procedentes de Filipinas, Sri Lanka, India y Bangladesh que trabajan en condiciones espantosas, principalmente como empleadas domésticas, en Europa occidental, Asia oriental y en especial en Medio Oriente.
Las naciones de Medio Oriente que albergan la mayor cantidad de inmigrantes trabajadoras son Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos, Bahrain y Oman. En el pasado, estos países se resistían a abrirse al escrutinio de la ONU.
Interrogada sobre la posibilidad de que los gobiernos de Medio Oriente permitan la investigación proyectada, Coomaraswamy dijo a IPS que hasta ahora nunca se le negó la entrada a ningún país. "Pero siempre hay una primera vez", agregó.
Coomaraswamy explicó que no puede visitar un país sin anunciarse y debe obtener permiso antes de iniciar cualquier investigación, pero aclaró que los gobiernos se muestran interesados en el trabajo de su oficina, ya que no desean verse avergonzados en un foro internacional.
Aunque los mecanismos de la ONU para promover los derechos humanos no pueden forzar el cambio, ejercen presión moral y las naciones responden, añadió.
En 1995, la organización Human Rights Watch/Medio Oriente (HRW) publicó un estudio titulado "Castigo a la víctima: Violación y maltrato de las domésticas asiáticas en Kuwait".
El estudio reveló que trabajadoras domésticas de India, Bangladesh, Sri Lanka y Filipinas eran víctimas de violaciones, maltrato físico, esclavitud y condiciones de trabajo abusivas debido a su nacionalidad.
"Aunque tales abusos infringen las leyes de Kuwait, muy pocos responsables son juzgados. El gobierno kuwaití prácticamente ignora la situación de esas mujeres", denunció el documento.
La organización con sede en Nueva York escribió al emir de Kuwait sobre la situación de dos empleadas domésticas, una de Sri Lanka, que fue violada y luego arrojada desde un tercer piso, y otra filipina que saltó desde un cuarto piso tras ser violada por su empleador.
"En todo el mundo, los inmigrantes se han transformado en chivos expiatorios y en víctimas de sacrificio de la crisis económica", destacó un informe de la ONU sobre xenofobia y racismo en 1996.
"Una gran proporción de inmigrantes -principalmente de Bangladesh, India, Indonesia, Myanmar, Pakistán, Filipinas y Sri Lanka- son mujeres, que están sujetas a una doble discriminación, como mujeres y como inmigrantes", agregó.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) descubrió numerosos casos de maltrato, acoso sexual, trabajo excesivo y otros abusos.
"La gran cantidad de contratos incumplidos y regresos prematuros, especialmente en las mujeres que emigran a Medio Oriente, es interpretada como indicador de la naturaleza estresante de su situación", destacó la OIT.
El informe de Human Rights Watch estimó que 1.400 domésticas de Filipinas y cientos de India, Bangladesh y Sri Lanka procuraron refugio en las embajadas de sus países entre mayo de 1991 y mayo de 1992.
Salma Khan, del Comité para la Eliminación de toda Discriminación contra la Mujer, señaló que los abusos cometidos contra las trabajadoras inmigrantes constituyen una gran preocupación para el organismo.
Khan señaló también que las mujeres no obtienen la información ni la capacitación que necesitan antes de irse a trabajar al exterior.
Además, la mayoría de las trabajadoras inmigrantes, quienes dejan atrás a sus esposos e hijos, también son protagonistas de nuevos problemas sociales como familias divididas o monoparentales.
Coomaraswamy opinó que el problema de las trabajadoras inmigrantes, que a veces es un problema de tráfico, debería ser abordado en el marco de las normas y pautas establecidas en la Convención sobre Trabajadores Migrantes.
"La reforma de la ley debería realizarse según esos criterios, y deberían crearse organismos ejecutivos para ayudar a esas mujeres, que en muchos países son responsables de la mayor parte de las remesas de dinero desde el exterior", destacó. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ml/lb hd pr/98
