Las mujeres de Sri Lanka ocuparán un cuarto de las bancas del parlamento y cuotas similares en los concejos locales, si se concretan los planes del gobierno.
La ministra de Asuntos de la Mujer, Hema Ratnayake, señaló que el gobierno de la Alianza Popular presentará un proyecto de ley para tener un mínimo de 25 por ciento de representación femenina en los órganos electos. La medida abarcará al parlamento, los concejos provinciales, municipales, urbanos y aldeanos.
La propuesta, bien recibida por las activistas de los derechos de la mujer, en un principio sólo establecía cuotas para las mujeres en los organismos locales, pero Ratnayake aclaró a la prensa que también incluye al parlamento.
La ministra dijo que la legislación es importante porque, aunque las mujeres representan 51 por ciento de los 18 millones de habitantes del país, "no está especificado el porcentaje de mujeres que deben integrar el parlamento y otros cuerpos".
"Esta es una paradoja en vista de las estadísticas que revelan que incluso los hombres jóvenes acaparan hasta 35 por ciento de las candidaturas en las elecciones", declaró en entrevista con el diario Daily News.
El gobierno ya había incluido en su proyecto de Constitución, cuya aprobación parlamentaria está pendiente, una representación de 25 por ciento para las mujeres en los concejos locales.
Sri Lanka es uno de los países de Asia meridional con menor proporción de mujeres en órganos electos, con 4,8 por ciento, frente a 7,2 por ciento de India y 11,2 por ciento de Bangladesh. Pakistán está en último lugar con 2,8 por ciento.
La mayoría de las mujeres activistas sostienen que la mayor representación de las mujeres en el parlamento ayudará a elevar el perfil de la mujer, pero también advirtieron contra las cuotas de largo plazo, que podrían anular el propósito de generalizar la participación femenina.
"La medida es muy bienvenida, pero hubiera preferido que los partidos políticos crearan el ambiente para la preferencia de género y que las mujeres legisladoras surgieran como resultado", señaló a IPS Wimala de Silva, presidenta del Comité Nacional de las Mujeres (CNM).
De Silva dijo que no está a favor de las cuotas, pero ellas son necesarias "porque habría grandes demoras si las mujeres esperan que un sistema similar evolucione a través de los partidos políticos".
El CNM, creado por el gobierno para asegurar la igualdad de las mujeres, se encuentra en proceso de fundar un Centro para las Objeciones de Género.
Asia meridional produjo muchas líderes políticas, pero, teniendo en cuenta que las mujeres representan aproximadamente la mitad de la población, casi no se las ve en cargos de poder o ejecutivos en el gobierno.
La historiadora Lorna Dewarajah observa que la mayoría de las líderes fueron esposas o hijas de políticos populares o dejaron que sus cónyuges ejercieran el verdadero poder detrás de sus figuras.
Sri Lanka tiene una presidenta, Chandrika Kumaratunga, y su madre, Sirima Bandaranaike, es primera ministra. Sonia Gandhi, de India, asumió esta semana el liderazgo del Partido del Congreso, en lo que constituyó el retorno de la dinastía Gandhi a la política.
Los políticos más importantes de Bangladesh también son mujeres, la primera ministra Hasina Wajed y la líder de la oposición Begum Jaleda Zia, también ex primera ministra. En Pakistán, la ex primera ministra Benazir Bhutto es ahora la principal líder opositora.
Las cuotas para las mujeres podrían cambiar la situación, argumentó Yasmin Tambiah, investigadora del Centro Internacional de Estudios Etnicos, pero añade que la norma debería ser de "relativo corto plazo".
Pero la eficacia de la medida de corto plazo se aseguraría sólo si, durante el mismo lapso, hubiera un compromiso para sensibilizar a los partidos políticos y el gobierno sobre la cuestión del género y capacitar al público para que comprenda la importancia de la participación de las mujeres, señaló Tambiah.
"Estas medidas permitirán que mujeres de diversos orígenes socioeconómicos consideren ingresar a la política, en lugar de limitar esta actividad a las mujeres de familias políticas", dijo Tambiah a IPS.
Un estudio de la Unión Interparlamentaria halló que la representación de las mujeres en Asia es de las más bajas en el mundo, apenas superior a la de los estados árabes, mientras el promedio mundial es de 11,4 por ciento de bancas.
Las mujeres de los países nórdicos están en primer lugar, con 36 por ciento de bancas.
Otra realidad es que es más probable que a las mujeres se les designen carteras "blandas", como bienestar social, salud pública o cultura, mientras las de economía, defensa y relaciones exteriores suelen recaer en los hombres.
Numerosos factores inhiben la participación política de las mujeres, resultado de la discriminación y la represión sistemática, sostiene el Centro Internacional de Estudios Etnicos.
Estos factores impiden la participación de las mujeres en la política y limitan sus posibilidades una vez que ingresan al ámbito político.
El Centro afirma que los valores sociales y culturales de muchas comunidades asiáticas aún confinan a las mujeres y niñas al "ámbito" privado del hogar y la familia, y les impiden actuar en el ámbito "público", como la actividad política. (FIN/IPS/tra-en/fs/an/aq-lp/pr/98