La ejecución del concierto de "quan ho" había sido programada como el momento más importante del festival Ho Lim, en la capital vietnamita, pero pero eso no impresionó al joven Trong, de 28 años, para quien la música tradicional "es cosa de viejos y de filmes documentales".
El "quan ho" es un estilo de música en el que un dúo ejecuta canciones típicas de un día de fiesta. Se trata de un género muy tradicional que ahora comienza a resurgir tras una virtual desaparición entre los vaivenes de los 60, la guerra de Vietnam y el advenimiento del régimen comunista.
Truong fue una de las decenas de miles de personas que llegaron a Hanoi para este festival con el cual se celebra el año nuevo lunar, pero no cabe duda de que no vino hasta la capital para ver el "quan ho".
"Vine a divertirme con mis amigos, a disfrutar el ambiente", dijo mientras señalaba hacia la zona de celebraciones, donde aldeanos vestidos con ropa muy colorida desfilaban con carteles en caracteres chinos y generaban un ambiente muy festivo.
Los vendedores ofrecían juguetes, globos y máscaras, mientras vendedores de comida ofrecían el "pho", una sopa típica hecha con fideos, y otras especialidades de la gastronomía de Vietnam. Algunos jugaban ajedrez, utilizando personas como si fueran figuras gigantes, otros asistían a peleas de gallos.
En medio de todo este ambiente, la actitud de rechazo hacia el "quan ho" declarada por Trong no hacía más que confirmar lo difícil que resulta encauzar el renacimiento de las tradiciones y el folclore en este país, aún cuando han transcurrido años de paz.
La guerra de Vietnam concluyó en 1975 y luego se lanzó una campaña para la renovación económica conocida como "doi moi", que duró una década. Al concluir este período, comenzaron a resurgir algunas tradiciones que estuvieron a punto de perecer en combate y que fueron marginadas por una revolución comunista que exaltaba el arte nacionalista.
Pero la apertura de Vietnam no sólo permitió resurgir algunas tradiciones, sino que también abrió las puertas de la sociedad a la influencia de Occidente, que alguna vez había sido calificada como "decadente".
El destino que tenga el "quan ho" servirá también para comprobar si el arte y la cultura tradicionales de Vietnam son capaces de sobrevivir al influjo de las influencias externas, en su mayoría provenientes de Occidente.
En este estilo, las parejas cantan a dúo mientras se miran atentamente los labios, lo cual permite interpretar melodías de gran complejidad con una sincronización perfecta.
No existe música escrita para el "quan ho", que tradicionalmente se representaba en ocasiones festivas o por invitación de personas poderosas.
Personas mayores con mucha experiencia en el estilo debían seleccionar entre niños de cuatro a ocho años las voces que se complementaran mejor. En cada aldea se seleccionaban dos parejas, a lo cual seguía una ceremonia en la que se pedía a sus padres el permiso para dejarlos cantar juntos por el resto de sus vidas.
Si un integrante de la pareja moría o quedaba impedido de cantar por algún motivo, el otro integrante no podía volver a participar nunca más en un concierto de "quan ho".
Una vez seleccionadas, las parejas practicaban con canciones típicas hasta elaborar un repertorio que les permitía participar en competencias entre aldeas.
Lo normal era que una pareja de intérpretes de "quan ho" alcanzara su madurez sobre el escenario después de los 30 o 40 años, y siguiera cantando hasta pasados los 70.
Las canciones típicas casi siempre son de naturaleza devocional, alabando a la divinidad tutelar de una aldea, al fundador, o a quienes hubieran hecho contribuciones importantes a la comunidad.
Con el tiempo se conformaron dos tipos de "quan ho", uno especializado en estos temas devocionales, mientras el otro incluía un repertorio más amplio, con canciones de amor, de felicidad, de celebración, de tristeza, de celebración de la aldea, o con odas a soldados, granjeros o artesanos.
Las competencias de "quan ho" ofrecían mucho espacio para la creatividad cuando se convertían en competencias. Los preparativos duraban meses y los ensayos se mantenían en secreto para evitar que los presenciaran espías de aldeas contrincantes que esperaban poder preparar las réplicas a las canciones.
La competencia en sí misma duraba de tres a cuatro días, hasta que una de las parejas finalistas se imponía en el desafío.
Una presentación típica de "quan ho" incluía cuatro fases. La primera de entonación y preparación, seguida por un saludo a la audiencia que consideraba el ofrecimiento de té y algunos comestibles antes de pasar a las etapas de introducción, réplicas y, al final, de despedida.
En el pasado, el mecenazgo de los ricos fue esencial para el desarrollo del "quan ho". Las representaciones siempre se realizaban en las casas de los más pudientes de la aldea.
Y en la actualidad el "quan ho" lucha por sobrevivir. Un especialista de la Universidad de Hanoi, Nguyen Hung Vi, comentó que la simplicidad de este estilo de música le permitirá tener más oportunidades de supervivencia en el mundo moderno, pero también es posible que ese mismo mundo tenga otras intenciones.
Los jóvenes de Vietnam demuestran una evidente preferencia por la música occidental, tanto en sus versiones originales como en aquellas adaptadas aquí. Incluso en días de fiesta nacional, lo que se escucha en muchas aldeas son piezas de los grupos Boney M o de Abba.
Una gran cantidad de jóvenes con diversos grados de educación está fluyendo hacia las ciudades, y esta migración rumbo a áreas urbanas no contribuye al desarrollo a largo plazo de la música tradicional.
Tras la última versión del festival de Ho Lim, un diario local manifestó su indignación por el despliegue que se puso a disposición de intérpretes de música occidental, mientras los cantantes de "quan ho" se veían obligados a pasar el sombrero después de su función para conseguir financiamiento.
Vi, por su parte, lamentó la falta de apoyo del gobierno cuando se trata de mantener con vida el estilo "quan ho", pero tampoco está claro cómo podría canalizarse esa ayuda.
El especialista de la Universidad de Hanoi no cree que enseñar "quan ho" en un conservatorio sea una solución al problema. Lo ideal es que quienes estén interesados en el estilo puedan permanecer en sus aldeas para aprender de los más viejos y experimentados, opinó Vi.
Nguyen Thi Suyen, que ahora tiene 80 años, era considerada en su tiempo como la mejor voz de "quan ho", es decir aquella que "suena como el trueno, cae como la lluvia, rompe un espejo en pedazos y luego vuelve a unirlos".
No sabe leer ni escribir, pero cantaba tan bien que ponía celoso a su marido, quien también era intérprete de "quan ho". Dejó de cantar cuando tenía tan sólo 20 años, y comenzó a enseñar tras la muerte de su esposo, cuando tenía 46 años.
Entre los aficionados al "quan ho" existe el temor de que si no se hacen esfuerzos para preservar el pasado y permitirle transmitir sus conocimientos, el inmenso repertorio de Suyen se perderá para siempre. (FIN/IPS/tra-en/hc/js/lc-ml/cr/98