Internet es sólo una palabra rara para los niños de Mathare, la barriada marginal más antigua de Kenia, que en su mayoría nunca han puesto los ojos en la pantalla de un computador. Pero ahora ocurre algo sorprendente: un grupo de jóvenes participa de un sitio web en la red de redes.
Los jóvenes habitantes de este suburbio contribuyen con sus fotografías, un retrato de la realidad donde les toca vivir cada día de sus vidas.
"Este es el comienzo de un intercambio de historias, ideas e imágenes a través de Internet, protagonizado por niños de Nairobi, Ciudad del Cabo, Londres, Dhaka y Nueva York", explicó la directora del proyecto "Shoot back" de la Asociación de Jóvenes Deportistas de Mathare (MYSA), Lana Wong.
El proyecto internacional incluye una exhibición itinerante que concluirá en una galería de Londres en 1999.
La barriada marginal de Mathare esta habitada por medio millón de personas. Un dirigente de MYSA, Francis Kimanzi, destacó que tal como ocurre en sitios similares de todo el mundo hay "prevalencia de drogas, sexo y criminalidad". El proyecto de fotografía es una forma de luchar contra esa realidad.
El MYSA se dedica a esta misión, principalmente a través de los deportes. Su liga de fútbol comprende 500 equipos que generan una actividad capaz de mantener a muchos jóvenes alejados de actividades ilícitas, mientras los orientan a realizar trabajos a favor de sus comunidades.
"Los de mayor edad, que han estado en MYSA desde el comienzo, son dirigentes y modelos para sus comunidades. El fútbol sirvió para su desarrollo social, físico e intelectual", afirmó Kimanzi.
Wong, una fotógrafa profesional, explicó que se eligieron 32 niños y niñas entre 12 y 16 años para participar en el proyecto de "Shoot back", que en inglés quiere decir disparar en respuesta a un ataque. Esto les permite responder al fuego, pero no con balas ni con drogas, sino con cámaras fotográficas.
"La fotografía está demostrando que puede ser una herramienta importante en el desarrollo de la educación y la creatividad", comentó Wong.
"Los niños utilizan aparatos muy básicos para fotografiar aspectos de su vida que consideran importantes, como la familia, la comunidad, asuntos personales", dijo la coordinadora. Una exhibición con 100 de las mejores fotos recorre el país.
En este momento la exhibición se encuentra en la sede mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en Nairobi.
Las imágenes son explícitas y muy expresivas al retratar los problemas sociales, civiles y políticos que suelen afectar a la mayoría de las barriadas marginales en Kenia. Muchos visitantes de la exposición, en especial los de países industrializados, se sorprenden cuando ven las fotos.
"¿Quieres decir que viven en esas barracas mugrientas?", se preguntaba Shirley Totem, una profesora australiana.
Totem también preguntaba si el gobierno estaba al tanto de esa realidad. "Si no es capaz de hacer nada para mejorar las condiciones de vida en esos lugares, no hay razón para que siga en el poder".
Para George Otieno, de 15 años, sus fotos podrían contribuir a generar conciencia sobre las malas condiciones de vida en su comunidad. "Supongo que en algún lugar del mundo habrá alguien que desea ayudarnos, pero no sabe cómo llegar hasta nosotros", comentó.
Las fotos de Otieno muestran la pobreza de su comunidad. Su preferida es la de un borracho que duerme cerca de un basural.
"Este hombre no tiene casa. El escaso dinero que recoge tras pedir limosna en el centro le basta sólo para un vaso de Chang'aa (bebida ilegal). Después de buscar algunos comestibles en la basura se va a dormir. Otro día ha pasado", dice el texto que acompaña a la foto.
Con 13 años, Edith Kando se concentró en la situación de los niños de la calle. En una foto aparecen tres de ellos aspirando pegamento.
"Muchos niños de la calle tienen hogares, padres… Debido a diversos problemas, como peleas con sus padres, los echan de la casa. Y lejos de ella carecen de comida, refugio, ropas", dice el texto. Kando dice que conoce tanto a los niños de la foto como a sus padres, y por eso colocó el texto.
En la segunda parte del proyecto, se espera habilitar un cuarto oscuro en Mathare. Wong también aspira a publicar un libro con las fotografías de los niños.
Hasta ahora, el proyecto contó con el patrocinio del PNUMA, la Fundación Ford de Estados Unidos y una tienda local de material fotográfico. En el futuro, dijo Kimanzi, se esperan más recursos, porque se espera llevar el interés por la fotografía a otras zonas marginales de Kenia. (FIN/IPS/tra-en/pn/kb/lc-ml/cr-pr/98