En enero de 1999 comenzará en Venecia, una ciudad amada por el escritor argentino Jorge Luis Borges, una exposición itinerante que tendrá la forma de un laberinto, en ocasión de los 100 años del nacimiento del autor de "El Aleph".
La muestra se llevará al menos a 12 países y finalizará en Tokio, Japón, a mediados del 2000. Los visitantes podrán recorrer pasadizos descubriendo la vida y obra de Borges, considerado por la crítica uno de los mejores literatos del siglo XX.
El proyecto surgió de la Fundación Borges, presidida por la viuda del escritor, María Kodama, y tiene el auspicio de particulares y gobiernos de los países receptores del laberinto, entre los que ya se cuentan Estados Unidos, Suiza, España, Italia, Austria, Francia, Bolivia, México, Alemania y Japón.
En diálogo con IPS, Irma Sangara, vicepresidenta de la fundación, explicó que la exposición se podrá ver también en Buenos Aires en agosto, el mes en que Borges -fallecido en Ginebra en 1986- cumpliría 100 años.
También advirtió que pueden seguir sumándose países al homenaje al poeta argentino, pues la lista no está cerrada.
La muestra tendrá la forma arquitectónica de un laberinto de dos pisos con "senderos que se bifurcan", como en el cuento del mismo nombre. Borges utilizaba metafóricamente los laberintos y los espejos, que se repiten como obsesiones de su obra literaria.
En el primer nivel habrá videos, imágenes y conferencias para expresar la interacción entre la vida y la obra de Borges. La parte superior albergará objetos, manuscritos, condecoraciones, bastones, libros y colecciones de las revistas en que publicó sus cuentos y poemas.
La exposición estará acompañada de cuadros de artistas amigos de Borges, como Xul Solar, de conciertos, conferencias, mesas redondas de especialistas en su obra, películas y hasta de un concurso de maquetas de los estudiantes de arquitectura que se intenten la reconstrucción del universo borgeano.
La Fundación Borges fue creada con el objetivo de insistir en la lectura del autor mediante conferencias y seminarios. También busca crear un centro dedicado a la literatura argentina de la época del autor de "Ficciones", con una biblioteca y una hemeroteca, explicó Sangara.
En el caso del homenaje por el centenario, Kodama consideró que no podía limitarse a Argentina, el país natal de Borges, sino que debía llevarla a los sitios que el escritor amó y en las que los lectores reconocieron la genialidad de su creación cuando aún vivía.
Por el momento, Kodama, que se casó con Borges en Ginebra dos meses antes del fallecimiento del poeta, confirmó que el laberinto se podrá ver en Venecia, Nueva York, Palma de Mallorca, Leipzig, Munich, París, Madrid o Barcelona, Ginebra, México, Cochabamba, Buenos Aires y Tokio.
El diseño del laberinto se adaptará a superficies cuadradas, rectangulares o con forma de ele, y en cada ocasión habrá una vitrina de homenaje al país anfitrión, con alusiones de Borges a los escritores del lugar.
Universidades de cada país se sumarán al homenaje en la organización de los seminarios previstos, a los que se invitará a autores extranjeros para debatir sobre la obra de Borges, como es el caso del colombiano Gabriel García Márquez y el mexicano Carlos Fuentes.
Quizás por su exquisita erudición, Borges tuvo pocos lectores en Argentina hasta obtener reconocimiento en el extranjero, cuando ya había pasado los 60 años. Sólo entonces ganó cierta popularidad entre los argentinos, aunque sigue siendo un escritor para minorías.
Entre su obra poética se cuentan "Fervor de Buenos Aires", "Cuaderno San Martín" y "Los conjurados", y sus volúmenes de cuentos más notorios son "Historia Universal de la Infamia", "El jardín de los senderos que se bifurcan", "El Aleph" o "El informe de Brodie".
También escribió ensayos -"El tamaño de mi esperanza"-, fue crítico en revistas literarias y escribió en colaboración con otros autores, como el también argentino Adolfo Bioy Casares, además de dirigir colecciones de literatura policiaca o fantástica.
Borges, nacido en 1899, debió recorrer más de medio siglo hasta comenzar a ser reconocido. En los '70, una encuesta realizada por un diario de Italia lo identificó como el mejor candidato al Premio Nobel de Literatura, pero nunca obtuvo ese galardón.
Sus biógrafos creen que esa postergación no se debió a razones literarias, sino políticas. La Academia sueca resolvió excluirlo de la lista de candidatos al Nobel debido a la visita que Borges realizó a Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet y a la entrevista que mantuvo con Jorge Videla, entonces jefe de un gobierno militar en Argentina.
Desde entonces, no pocos críticos consideran que el mayor galardón de la literatura universal no puede recaer en ningún otro argentino, ya que el mejor no lo recibió. Borges obtuvo en cambio el Premio Cervantes, otorgado en España.
En 1949 publicó el libro el "El Aleph", que incluye el cuento "El Inmortal". Entonces, todavía no era conocido más que en los círculos literarios argentinos que él mismo frecuentaba.
En ese cuento, Borges relata la travesía por la historia y el mundo de un hombre eterno, que descubre una ciudad diseñada por dioses irracionales: es la Ciudad de los Inmortales, que tenía la arquitectura sin fin de un laberinto. (FIN/IPS/mv/ff/cr/98