La primera exposición de uno de los grandes pintores del Renacimiento en Italia, Francesco Salviati, quien narró en imágenes la historia del Papa Pablo III Farnese, se realiza en la capital italiana hasta el 29 de este mes.
En coincidencia con esa muestra, se abrió por primera vez al público la oficina del embajador de Francia en Italia, en el famoso palacio Farnese, situado en el centro histórico de Roma.
Pequeños grupos de personas, previamente acreditadas, llegan al lugar los sábados por la tarde para admirar frescos del 1500 de Taddeo Zuccaro y el mismo Salviati sobre la dinastía de los poderosos Farnese.
Las escenas cuentan en detalle las más importantes empresas de Pablo III Farnese, uno de los mayores mecenas del Renacimiento, entre los cuales sobresale un episodio histórico: la paz de Niza (1538) entre el rey Carlos V de España y Alemania y Francisco I de Francia, estipulada gracias a la mediación del pontífice.
Para poder admirar los frescos de la sala del embajador francés, se debe concurrir previamente a la exposición de Salviati, que se realiza en la Villa Medici, sede de la Academia de Francia, en colaboración con el Museo de Louvre, de París.
La exposición de la Villa Medici se titula "Francesco Salviati o las hermosas maneras", y presenta 129 obras procedentes de varios países, que fueron reunidas en dos años de trabajo por Catherine Goguel y Michel Hochmann.
Entre los admiradores de Salviati se contaron algunos de los personajes más poderosos del siglo XVI, que le encargaron frescos para iglesias, capillas y palacios.
En Florencia, el pintor trabajó para los Medici, en el famoso Palacio Vecchio, y de Roma fue llamado por el cardenal Alessandro Farnese, sobrino del papa Pablo III, que le pidió ilustrar la historia de su familia en uno de sus palacios.
Su verdadero nombre era Francesco Rossi, y también era llamado Cecchino. Tomó su nombre artístico de su mayor protector, el cardenal Giovanni Salviati.
Después de la caída de la República florentina, Salviati partió para Roma. También estuvo durante algún tiempo en Venecia y en Florencia, en la corte de Cosimo I de Medici, y en Francia.
Dibujante creativo y versátil, integrado a la más rigurosa tradición florentina, su arte tiene clara influencia de Miguel Angel y Rafael.
Las obras expuestas en la villa Medici constituyen la primera muestra dedicada exclusivamente a Salviati en Roma.
Nacido en 1510 en Florencia, vivió en Roma entre 1530 y 1539, viajó por muchos países, permaneció en Florencia entre 1543 y 1548, estuvo en Francia y volvió a Roma, donde murió en 1563.
Pintor, decorador, escenógrafo y grabador, Salviati fue olvidado por varias generaciones de críticos e históricos del arte, pero los expertos contemporáneos lo incluyen entre los artistas más talentosos de su época.
De formación florentina, consideraba que la modernidad debía encontrar su base en la tradición. Sus estudios de la obra de los maestros de su época nunca fueron considerados simples copias.
Conocido desde su juventud como retratista, continuó esa actividad en Roma, donde recibió también pedidos de obras de carácter religioso, entre las que se destaca "La Anunciación".
Su pintura religiosa coincide con el desarrolla el Concilio de Trento, inaugurado en 1545 por Pablo III Farnese e instrumento de la llamada Contrarreforma.
Siguiendo al cardenal Salviati, su protector, se dirigió a Venecia, donde participó en la decoración del Palacio Grimaldi, y el encuentro con la pintura veneciana enriqueció su estilo.
El mundo de Salviati se dividió ente su amistad con los artistas y las relaciones con los príncipes, los cardenales y los literatos.
Continuando la tradición humanista del Renacimiento, nutrida por los grandes textos de la antigüedad clásica, Salviati utilizó su talento de dibujante para crear emblemas e imágenes alegóricas.
Los proyectos de Salviati para las artes decorativas son, junto a los de Giulio Romano y de Bernardo Buontalenti, los más hermosos del 1500 italiano.
La exposición se presentará posteriormente en el Louvre de París. (FIN/IPS/jp/ff/cr/98