Un sistema mundial para alertar a los gobiernos sobre sustancias peligrosas corre riesgo de desaparecer esta semana, irónicamente durante negociaciones iniciadas hoy para hacerlo de cumplimiento obligatorio.
Activistas defensores del medio ambiente siguen de cerca la reunión entre el 9 y 13 de marzo en Bruselas, donde 80 gobiernos mantendrán las negociaciones sobre el texto de una convención internacional que advertiría a países importadores sobre "ciertas sustancias peligrosas".
El texto final sobre las sustancias, que una amplia gama desde pesticidas a productos químicos de la industria, será discutido por los gobiernos en otra reunión en mayo o junio, y estará abierto para la firma de los países.
Las negociaciones "serán largas y tediosas", dijo Ronald Macfarlane, asesor de información y documentación de la oficina de la Red Acción de Pesticidas de Asia-Pacífico (PAN-AP) en esta ciudad del norte de Malasia.
Casi 130 países forman parte de un sistema de información voluntario basado en el proceso de Consentimiento Informado Preliminar, el cual advierte a los gobiernos que el impacto de los químicos es suficiente para garantizar la prohibición o restringir severamente su uso.
Este proceso tiene la meta de permitir a los países importadores, especialmente los países en desarrollo que podrían no tener los medios de hacer pruebas para detectar las sustancias o saber sus antecedentes, que conozcan sobre las sustancias antes de aceptarlas.
La lista del proceso contiene ahora 17 pesticidas y cinco químicos industriales. Otros seis químicos industriales están en la lista de espera, aguardando documentación. Otros 200 químicos están en estudio.
Pero los países industrializados siguen siendo capaces de vender químicos peligrosos. Por ejemplo, Estados Unidos exportó más de 156 millones de kilogramos de pesticidas peligrosos entre 1992 y 1994, afirma la Fundación para el Avance de la Ciencia (FASE) en su informe de 1996.
Autoridades de PAN alegan que esto revela las limitaciones del proceso del PIC, el cual necesita ser fortalecido.
Las conversaciones de esta semana para finalizar una conversión cumplen una promesa hecha por los gobiernos en la Cumbre de la Tierra de 1992 para convertir el procedimiento voluntario en un instrumento de cumplimiento obligatorio internacional.
El proceso de consenso preliminar fue adoptado en 1989 por el Código de Conducta sobre la Distribución y Uso de Pesticidas de la Organización para la Agricultura y la Alimentación, después que países importadores demandaran información sobre los problemas causados por productos químicos tóxicos.
Los pesticidas son las sustancias que más preocupan a los activistas. Aunque los países en desarrollo sólo usan 20 por ciento de todos los pesticidas, representan 90 por ciento de todas las muertes por envenenamiento con ellos, destaca PAN.
Ahora, el propio procedimiento corre peligro de ser debilitado. Macfarlane espera que el acuerdo final sea más débil que el actual procedimiento voluntario, debido a las resistencias de los países industrializados a una larga lista de químicos en la lista de advertencias. Otros invocan reglas comerciales.
Propuestas para el texto de un Instrumento Internacionalmente Vinculante para la Aplicación del Procedimiento de Consentimiento Informado Preliminar para Ciertos Químicos Peligrosos en el Comercio Internacional fueron presentadas por Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en mayo de 1997.
La propuesta de la UE busca fortalecer el sistema de consentimiento y ampliarlo mediante criterios de selección más abiertos para la lista de productos. "La definición europea implicaría que la lista aumentará a entre 200 o 300 productos químicos", explicó Marfarlane.
"Estados Unidos, Canadá y Australia temen que haya demasiados químicos en la lista", dijo el activista.
Estos países presionan por incluir en la redacción de la convención palabras que invoquen los principios del comercio bajo la Organización Mundial de Comercio (OMC), un argumento también utilizado por países en desarrollo el mes pasado, durante la reunión de las partes sobre una prohibición de la exportación de desechos peligrosos.
Activisas afirman que usar el argumento del libre comercio es inaceptable. El sistema de Consentimiento, afirman, debe ser un ejemplo de un acuerdo comercial que proteja la salud y el medio ambiente. (FIN/IPS/tra-en/an/js/lp/en ip/98