El fenómeno de El Niño continúa determinando el estado del clima con precipitaciones intensas y tormentas en algunas regiones y sequías excepcionales en otras, informó esta semana la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El episodio templado continuará previsiblemente hasta abril y se debilitará de mayo a julio, dijo la OMM en una evaluación global del comportamiento de El Niño.
El Niño Oscilación Austral (ENOA) se refleja periódicamente en regiones variadas del mundo debido a la influencia en el clima del calentamiento de la superficie de las aguas del Pacífico ecuatorial occidental.
En ciertas áreas, como Australia, el fenómeno comenzó a ceder después de alcanzar su máxima intensidad. En otras, en especial en la costa occidental de América del Norte, su influencia se prolongará hasta avanzado el mes de mayo.
En la última entrega de su informe "El Niño hoy", dado a conocer el martes, la OMM consignó que grandes crecidas afectaron a Kenia, originadas en precipitaciones excesivas desde octubre, que en algunas zonas superaron los 1.000 milímetros.
El desborde de ríos y otras corrientes favoreció la propagación del paludismo en Kenia, con un saldo de más de 1.500 muertos por la enfermedad.
Las lluvias ocasionadas por El Niño fueron intensas en las regiones costeras de Ecuador y de Perú septentrional. En Talara, Perú, cayó en un sólo día el mismo volumen de agua que se registra como precipitación promedio anual.
En contraste, Guyana tuvo que implantar medidas de racionamiento de agua debido a la sequía en la costa oriental sudamericana. La escasez de agua afectó también las actividades de extracción de oro en territorio guyanés.
La OMM resaltó que las predicciones de El Niño permitieron que en Guyana se adoptaran previsiones para atenuar los efectos de la sequía en la agricultura. El Niño determinó también sequía en Papúa Nueva Guinea.
En cambio, en la costa colombiana del Pacífico la abundancia de lluvias aumentó el peligro de deslizamientos de tierra. En el interior del territorio colombiano, se incrementó el número de incendios forestales, que ya han arrasado unas 150.000 hectáreas de bosques.
El informe de la OMM aseguró que en la costa de Colombia, el nivel del Pacífico subió 20 centímetros. La difusión oportuna de avisos certeros evitó afortunadamente la pérdida de vidas, dijo.
El pronóstico anuncia para los meses próximos un tiempo más seco de lo normal en Indonesia, el norte de América del Sur y áreas del sur de Africa.
En el centro y el este del Pacífico ecuatorial, en las costas de Ecuador y del norte de Perú, el tiempo seguirá más húmedo de lo normal.
Tormentas y tiempo lluvioso desusado depara el pronóstico para California y la región sur de Estados Unidos. En gran parte del centro de Estados Unidos persistirá el calor superior a lo normal.
Los pronósticos se basan en el estado actual del tiempo en el Pacífico tropical, en las predicciones de temperatura de la superficie del mar de los Centros Nacionales de Predicción del Medio Ambiente y en el resultado de los estudios históricos sobre los efectos de ENOA.
En enero, la precipitación tropical se intensificó notoriamente en el centro y este del Pacífico ecuatorial, en el oeste del océano Indico y en Africa oriental.
En el mismo mes se interrumpieron las precipitaciones en Indonesia, en el Pacífico occidental y en el este del océano Indico, un comportamiento que se prolonga desde junio de 1997.
La OMM recordó que el habitual efecto de calentamiento de El Niño fue uno de los factores principales que contribuyeron a las máximas sin precedentes de la temperatura mundial en 1997.
Sin embargo, la organización especializada puntualizó que otros factores se aúnan para aumentar o atenuar las temperaturas del planeta en un año cualquiera.
Por esa razón, concluyó la OMM, no habría que culpar a El Niño de la totalidad del incremento de temperaturas observados. (FIN/IPS/pc/ff/en/98