ALEMANIA-VENEZUELA: Una ecuación Norte-Sur diferente

Las relaciones entre Alemania y Venezuela se han distanciado de la tradicional ecuación del centro rico y la periferia pobre y parece una próspera asociación Norte-Sur, gracias a una vieja planta de carbón semidestruida durante la segunda guerra mundial.

El eje de esa relación es la empresa Ruhr Oel, y una boyante asociación a partes iguales entre los grupos estatales Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Veba Oel.

El escenario de esa asociación recibirá el día 18 al presidente venezolano Rafael Caldera, en el marco de una gira por Alemania, Bélgica, Francia y Holanda que comenzará este sábado.

La asociación surgió en 1983 cuando PVDSA buscaba seducir mercados y apostó a negocios en el extranjero para hacerle lugar a largo plazo a los crudos pesados que constituyen el grueso de la producción de Venezuela. PDVSA compró entonces a Veba Oel la mitad de Gelsenkirchen.

Se trata de una planta construida en 1936 para la transformación de carbón en crudo sintético y que alimentó a la aviación alemana durante la segunda guerra mundial. Destruida parcialmente por los bombardeos aliados, fue rehabilitada como refinería petrolera convencional en 1948.

Actualmente destila 239.000 barriles diarios de petróleo y es la punta de lanza de la producción de Ruhr Oel (440.000 barriles diarios), el principal refinador germano. Le siguen la Doa Mineraloel (privada, alemana), Shell (angloholandesa), Exxon (Estados Unidos) y BP (británica).

La adquisición de Gelsenkirchen fue la rendija a través de la cual PDVSA comenzó el proceso de internacionalización de sus actividades en Alemania, otros países de Europa, Estados Unidos y el Caribe en los siguientes 15 años.

Esta estrategia convirtió a Venezuela en una potencia refinadora y distribuidora a una y otra orilla del Atlántico.

La internacionalización culminó en esta década con la reapertura de las fronteras venezolanas a las transnacionales que se habían retirado del país con la nacionalización de los hidrocarburos en 1976.

PDVSA, a través de Citgo, es la séptima empresa petrolera en Estados Unidos, y la Ruhr Oel copa 13 por ciento del mercado alemán. Así, se invierte la vieja ecuación de un Norte siempre inversor y un Sur receptor de capitales y tecnologías.

Ruhr Oel, con un capital cercano a 340 millones de dólares e inversiones anuales superiores a 200 millones, sigue expandiéndose, en buena medida con los 1.990 millones de dólares desembolsados por PDVSA.

Tras la unificación alemana, Ruhr Oel adquirió 37,5 por ciento de la refinería PCK, en Schwedt, en la ex Alemania socialista, y es el complejo escogido por Caldera para visitarla y saludar el flamante negocio.

En contrapartida, Veba Oel ha iniciado inversiones en la exploración y producción de petróleo en Venezuela, involucrándose en proyectos de la sudoriental Faja del Orinoco (crudos pesados) y en el campo Ceiba, de la occidental cuenca del Lago de Maracaibo (crudos convencionales).

Es, cronológicamente, el último de los negocios germano- venezolanos que, según algunos historiadores, tienen una antiguedad de 470 años, pues en 1520 el emperador de España y Alemania, Carlos V, para pagar deudas con banqueros alemanes (los Welzer), les cedió su Provincia de Venezuela.

Hace siglo y medio, en 1843, llegaron a una montaña cercana a Caracas inmigrantes bávaros que establecieron la Colonia Tovar, dedicada a la agricultura y hoy atractivo turístico por la conservación de la arquitectura y gastronomía de la Baviera nativa.

En Venezuela, excluido el sector hidrocarburos, las inversiones alemanes suman 26 millones de dólares, sobre todo en los sectores químico, farmaceútico, pulpa y papel, informática y construcción.

El comercio bilateral se sitúa en 900 millones de dólares, de los cuales unos 500 millones son exportaciones venezolanas de petróleo y derivados, metanol, hulla y hojas de aluminio.

Unos 400 millones de dólares son exportaciones desde Alemania, principalmente maquinaria y equipos, productos químicos y farmaceúticos, e insumos para laminadoras y hornos.

Esa relación provee una base material para la búsqueda de cooperación técnica. Expertos alemanes asesoran institutos de formación profesional en Caracas y artesanal en la Colonia Tovar.

En el terreno político, Caldera dialogará con el jefe del gobierno alemán, Helmut Kohl, sobre la proyectada cumbre Unión Europea-América Latina, y sobre sus respectivas visiones en torno a la ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según fuentes de la cancillería venezolana.

Venezuela ha respaldado la entrega de un asiento permanente en el Consejo a Brasil, en representación de América Latina, así como a Alemania, Italia y Japón, las potencias vencidas en la segunda guerra mundial.

Por último, trascendió que las autoridades alemanas pedirán a su visitante información de primera mano sobre la proyectada asociación comercial Comunidad Andina-Mercosur. Este último bloque negocia el establecimiento de una zona de libre comercio con la Unión Europea. (FIN/IPS/jz/mj/if en/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe