El Día Internacional de la Mujer este domingo será un hito para la campaña europea de solidaridad con las mujeres de Afganistán, que tiene respaldo de personalidades, organizaciones no gubernamentales y activistas de varias nacionalidades y religiones.
Las afganas, sobre todo desde que el fundamentalista movimiento Talibán tomó el control de gran parte del país, sufren discriminación y están privadas de su derecho a la educación y la atención médica en nombre de una interpretación radical del derecho islámico, que es rechazada por las autoridades musulmanas del resto del mundo.
"Nos prohíben ver al médico a solas", aseguró a IPS una afgana integrante de la campaña lanzada el mes último en Europa. "Algunos hombres incluso se niegan a llevar a sus esposas al médico".
La activista, quien solicitó que no se revelara su nombre por razones de seguridad, portaba el tradicional vestido y velo que cubre a las mujeres afganas de pies a cabeza.
"Ya ni siquiera vale la pena que cuides de tí misma. Si se sobrevive, mejor. Si se muere, eso es todo", añadió.
Los promotores de la campaña sostienen que la situación no se refiere sólo a un problema islámico. "No se trata de nuestra cultura, ni de la tradición, ni de la religión, sino del uso equivocado del poder", explicó en Bruselas una médica afgana.
"Es tentador, pero erróneo, responsabilizar sólo al movimiento Talibán por el aislamiento de las mujeres y la privación de sus derechos básicos", advirtió la organización humanitaria francesa Médicos del Mundo.
Médicos del Mundo comenzó a funcionar en Afganistán, en 1982, mientras los mujaidines afganos combatían a las fuerzas de intervención soviéticas.
Tradicionalmente, las costumbres sociales y religiosas de Afganistán excluyeron a las mujeres de la educación y la atención de salud, señaló Médicos del Mundo. Las mujeres y los niños son especialmente vulnerables debido a su falta de instrucción básica, al casamiento temprano, los embarazos sucesivos y la falta de atención médica.
"Si las mujeres de las ciudades lograron beneficiarse de cierta liberalización, especialmente durante la ocupación soviética, la situación en la zona rural no cambió. La guerra sólo agravó lo que ya eran circunstancias precarias para las mujeres", aseguró la organización.
La campaña de solidaridad, que incluye iniciativas de mujeres y organizaciones de derechos humanos de la Unión Europea y el resto del mundo, tiene el fin de movilizar la opinión pública internacional, en el Día de la Mujer, en defensa de los derechos de las mujeres de Afganistán.
Comenzada por la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO), exhorta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y demás foros internacionales a no reconocer los regímenes que se enfrentan en Afganistán mientras se practique allí la "inaceptable discriminación basada en el género".
"Las mujeres no pueden ingresar en los hospitales en que trabajen hombres", destacó en Bruselas un médico afgano.
El movimiento Talibán transfirió los servicios de atención de mujeres en Kabul al hospital de Rabia Balkhi, cuya construcción, según calculan las organizaciones humanitarias, no finalizará sino en seis o 12 meses.
Mientras, las mujeres dependerán de la asistencia que puedan recibir de clínicas que no cuentan con capacidad de internación.
El estado de salud del pueblo afgano es de los peores del mundo. La esperanza de vida es de 43 años para los hombres y 44 para las mujeres. La mortalidad infantil es de 250 por cada mil nacimientos viables, cuatro veces más que en el vecino Pakistán y 100 veces más que en Gran Bretaña.
Kabul cuenta con 22 hospitales, 26 clínicas, 33 unidades maternales, siete clínicas especializadas y 30 centros de nutrición, lo que equivle a 2.679 camas de hospital para una ciudad de dos millones de personas.
La organización Médicos sin Fronteras (MSF) indicó que la centralización del sistema de atención médica para las mujeres niega a éstas el acceso a los servicios. Las mujeres sólo pueden ingresar al edificio en compañía de su esposo, padre o hermano.
"Es probable que la nueva política de salud pública perdure y se extienda a otras zonas del país", advirtió MSF.
"En la actualidad, las mujeres pueden acudir a la mayoría de los hospitales en caso de emergencia, pero no hay suficiente personal femenino, y algunos centros de salud no las aceptan", dijo a IPS Pierre Pascal Vandini, de MSF.
MSF advirtió que la situación puede agravarse, dado que las agencias internacionales están dispuestas a retirar su apoyo a los sistemas médicos que discriminan de esa manera.
La prohibición de capacitación del personal médico femenino también tendrá consecuencias a largo plazo.
"Afganistán es el único país del mundo en el que la segregación de género se fundamenta en la ley", declaró a IPS Emma Bonino, comisaria europea para Asuntos Huumanitarios, presente en Bruselas para el comienzo de la campaña de solidaridad.
"No es sólo una grave violación de los derechos humanos, sino apartheid de género", afirmó Bonino.
La comisaria visitó Kabul en septiembre para verificar la marcha de los programas de ayuda financiados por ECHO, que el año pasado otorgó más de 40 millones de dólares a Afganistán para sus programas de emergencia.
Autoridades de Talibán detuvieron a Bonino y a un grupo de voluntarios, periodistas y diplomáticos, por tomar fotografías en un hospital de mujeres.
Bonino se interesó personalmente en el caso afgano y apoya otra campaña, denominada Flores para las Mujeres de Kabul. La funcionaria puntualizó que esa iniciativa no tiene intención de crear polémica sobre grupos étnicos o religiosos.
"Es una campaña en defensa de los derechos humanos y, más específicamente, de los derechos de las mujeres", explicó.
La discriminación de las mujeres en Afganistán "no es un problema religioso ni una cuestión de tradiciones culturales", dijo en París el abogado Patrick Baoudouin, presidente de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos.
"El apartheid basado en el género debe cesar", agregó Baoudouin. (FIN/IPS/tra-en/ns/ao/mom/rj/aq-ff/hd/98