Curiosidad, mito, ciencia, negocio, espectáculo y tecnología se conjugan esta semana en las costas del noreste de Venezuela, donde el jueves se observará a plenitud el último eclipse de sol de este siglo en América del Sur.
En la decena de páginas que surgieron en Internet sobre el eclipse, se detalla que el ocultamiento del sol comenzará al sudeste de Hawaii y recorrerá 14.000 kilómetros antes que el fenómeno termine entre las costas de Canarias y Marruecos.
Pero será en Venezuela donde por segunda vez en este siglo será percibido en forma total, en particular en los estados de Zulia, Falcón y Carabobo, tras penetrar por la vecina Colombia y antes de seguir a las norteñas Antillas Holandesas para seguir después al Atlántico. El anterior fue el 3 de febrero de 1916.
El fenómeno astronómico será también ciberespacial porque podrá observarse en tiempo real por Internet e impactará a Venezuela por unas tres horas, desde el mediodia (16:00 GMT).
La completa intersección del sol, la luna y la Tierra se observará en algunos puntos de Zulia y Falcón, durante 13 minutos, a partir de las 14:01 hora local (18:01 GMT), explicó el astrofísico Marcos Peñaloza.
En la bahía de Patanemo, en Carabobo, la fiesta comezó el día 21, cuando se inaguró el festival Eclipse Total de música tecno, que durará hasta el 1 de marzo y en el que participan bandas y "pinchadiscos" famosos de Europa y Estados Unidos, con jóvenes llegados de diferentes países, incluso de Japón.
Pero no se observará allí el eclipse, ese fenómeno en que la luna logra tapar al sol, 400 veces mayor que ella, gracias a que se encuentra 400 veces más cerca de la Tierra, en "una feliz coincidencia cósmica", según el astrónomo Jorge Vergabaci, del Observatorio Cajigal, el principal de Venezuela.
El eclipse se verá en la laguna de Sinamaica, en el fronterizo y petrolero estado de Zulia, asiento del pueblo indígena añú, donde más plenamente y por más tiempo será noche en pleno día del jueves. Y allí los preparativos son muy distintos y ancestrales.
El añú es el cuarto pueblo indígena por su población de Venezuela, con más de 17.000 personas, y a él se debe precisamente el nombre del país, porque sus palafitos en el lago de Maracaibo y el uso de canoas hizo recordar a Venecia a los descubridores Alonso de Ojeda y Américo Vespucio en 1499.
Dos mitos están arraigados entre los añú sobre la noche provocada en pleno día por el eclipse. El primero es que las mujeres embarazadas deben esconderse para que la luna no les robe la vida de sus hijos, que nacerán muertos o llenos de pintas en forma del satélite terrestre, si la ladrona no logra su cometido.
El segundo, de acuerdo a su cosmogonía, es que los niños son la luz, por lo que corresponde a ellos enfrentar la oscuridad y hacerla desaparecer, ahuyentándola con el mayor ruido posible.
Los ancianos de Sinamaica adiestran estos días a los niños y las niñas de la comunidad para que el jueves logren realizar cuanto ruido puedan, con canoas, remos y cualquier palo, para que el sol vuelva, lo que ocurrirá cerca de cuatro minutos después.
Los menores podrán hacerlo porque ese día no habrá escuelas en ese estado y parte del vecino Falcón, mientras se estudia una medida similar en otros puntos del norte del país, incluida Caracas, donde el sol estará oculto en 90 por ciento.
El Comité Venezolano Eclipse Solar 98 (Covesol) informó que 25 grandes científicos vendrán de Asia, Estados Unidos y Europa para observar el fenómeno. Pero los gobernadores de Zulia y Falcón aseguran tener censados a centenares.
Maracaibo, la capital de Zulia, se presenta estos días como capital mundial del eclipse y ofrece todo tipo de recuerdos, junto con lentes especiales para observar el fenómeno. El gobernador Francisco Arias ha pedido apoyo militar para que se evite que cualquier persona mire el espectáculo sin protección.
Arias explicó que hay que evitar que en su estado suceda lo mismo que en Ciudad de México, donde unas 5.000 personas habrían quedado ciegas tras un fenómeno similar.
La gobernación de Zulia gastó 100.000 dólares en adquirir 800.000 lentes protectores, dentro de una inversión total de 400.000 dólares, que incluyó el acondicionamiento de centros turísticos para las 5.000 personas que se estima visitarán la ciudad para observar el eclipse.
En el estado de Falcón, donde se espera un número de visitantes similar, se invirtió una cifra parecida para acondicionar la península de Paraguana, el lugar en el que mejor se observará el eclipse junto con Maracaibo y Sinamaica.
Sus autoridades lograron, además, un acuerdo con científicos japoneses que dejarán parte de sus materiales de observación como donación, a cambio de encontrarse entre las 600 personas que podrán pernoctar la noche antes en el punto más privilegiado, El Pico, y montar sus observatorios móviles.
En el aeropuerto internacional de Caracas, varios puestos canalizan a los miles de visitantes que buscan dirigirse hacia los centros del Eclipse Total, mientras todos los "paquetes" preparados para la ocasión están agotados.
El cartel de "no hay habitaciones" es la norma en los centros hoteleros de las costas de Zulia y Falcón, mientras muchos venezolanos, sobre todo jóvenes, decidieron unir los festivos días de carnaval con el eclipse, con el inicio obligado en Patanemo.
En Venezuela, dijo Vergabacci, todos los años hay un mínimo de dos eclipses de sol y un máximo de siete, y ya se ha calculado los que se producirán en los próximos 4.000 años. Pero muchos no son perceptibles porque su epicentro se produce fuera de tierra firme.
Lo extraordinario es que en un mismo siglo, en la misma región además, un país vea dos veces como el sol es tapado totalmente por la luna, casi 400 veces más pequeña.
Los astrólogos también tienen sus predicciones sobre un eclipse cuando el sol está en Piscis, pero disienten en sus consecuencias. Mientras para Pedro González Silva, con él llegarán los cambios que los venezolanos demandan, para Antonio Polito lo que se alimentará será la confusión. (FIN/IPS/eg/ag/sc/98