Más de 100.000 personas refugiadas en el sur de Sudán podrían morir de hambre debido a la prohibición gubernamental de los vuelos con ayuda de emergencia hacia esa zona, advirtieron agencias humanitarias.
"La medida afecta a todas las organizaciones que trabajan en el sur", declaró Brenda Barton, del Programa Mundial de Alimentos, quien señaló que se realizan esfuerzos para reanudar las operaciones aéreas.
Mientras, el Ministro de Planeamiento, Mohamed Osmal al- Khalifa, declaró a la prensa el martes que el gobierno no proyecta terminar con las operaciones de ayuda y que la prohibición sería levantada "pronto".
Sin embargo, trabajadores humanitarios creen que cualquier demora adicional expone a la gente al riesgo de morir de inanición.
El grupo que informó sobre la prohibición fue Operation Lifeline Sudan (OLS), un programa respaldado por la Organización de las Naciones Unidas para coordinar ayuda de emergencia al sur del país, afectado por la guerra civil.
"A partir del 4 de febrero, el gobierno de Sudán niega el acceso de organizaciones humanitarias a poblaciones recientemente desplazadas al suspender todos los vuelos a la región de Bahr el Ghazal", declaró OLS, y añadió que la suspensión amenaza la vida de personas vulnerables, principalmente mujeres y niños.
"Los desplazados han estado caminando durante días sin alimentos y con escasa agua, y están agotados", destaca la declaración.
"Nuestra organización recogió suministros de emergencia y los dejó en Lokichokio, listos para llevarlos donde están los desplazados. Sin embargo, no podemos hacérselos llegar sin permisos de vuelo del gobierno", agrega.
Lokichokio, una localidad fronteriza con Sudán, es el centro de distribución de ayuda humanitaria al país norafricano.
OLS fue formada en 1988 para evitar una catástrofe similar a la ocurrida el año anterior, en que hasta 300.000 personas, principalmente no combatientes, murieron de hambre y enfermedades relacionadas en el sur de Sudán.
Desde hace unos 15 años, la población no musulmana del sur lucha por una mayor autonomía de la región con respecto al gobierno central, regido por la ley islámica.
La prohibición de vuelos afecta a la mitad de la población del sur y perjudica no sólo a los involucrados en la guerra civil, sino también a cientos de miles de mujeres y niños que viven en Bahr el Ghazal.
La región, una de las más pobres de Sudán, ya padecía una grave escasez de alimentos antes de la actual crisis.
"Con pocas o ninguna medicina, los civiles heridos atrapados en el conflicto no tienen posibilidad de recibir asistencia médica. Ya se informó de casos de diarrea entre los niños", señaló OLS.
"Los desplazados están débiles, hambrientos y necesitados de ayuda urgente bajo la forma de alimentos, medicinas y materiales de refugio", agregó.
Los desplazados, principalmente mujeres y niños, estarían huyendo de los combates producidos en y alrededor de las localidades de Wau, Aweil y Gogrial, entre el Ejército Popular de Liberación de Sudán y fuerzas gubernamentales. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/ml/ip/98