RUSIA: Mineros toman medidas desesperadas por atraso salarial

El trabajo en las minas de Rusia siempre fue peligroso y desagradable, pero desde la disolución de la Unión Soviética se le agregó un inconveniente más. El salario es bajo y a menudo no se paga.

Con frecuencia ocurren muertes por accidentes en minas cuyos operadores carecen de fondos para efectuar tareas mínimas de mantenimiento. Los mineros recurren a medidas desesperadas cuando no hay señales de que se concrete el pago de los sueldos largo tiempo postergados.

Ya hubo huelgas en las regiones siberianas de Jakasiya y Kemerovo, donde se registraron tomas de rehenes, clausuras de cinco minas en la región de Donbass.

Más de 2.500 mineros, junto con trabajadores de la industria de defensa, bloquearon la semana pasada dos tramos del Tren Transiberiano, en el Territorio Marítimo (lejano oriente ruso), para reclamar el pago de salarios atrasados.

Los manifestantes, muchos de los cuales llevaban banderas comunistas, reclamaron al presidente Boris Yeltsin el pago de salarios atrasados en las minas de carbón en Partizansk, la planta de submarinos de Zvezda y la de aviones de Progress, cerca de Vladivostok, en la costa del Pacífico.

Los mineros no han recibido sus salarios en más de siete meses. El atraso suma un total de 27,5 millones de dólares. Los obreros de la planta de aviones carecen de ingresos hace 19 meses.

"Esto fue una protesta furiosa, pero sabemos que así no se resolverá el problema real. Deberíamos cambiar el código criminal para castigar a los patronos que no pagan a sus trabajadores", dijo Vladimir Chubai, líder de la Federación de Sindicatos de los Territorios Marítimos.

Aunque la protesta fue simbólica, reflejó el profundo y creciente enojo hacia los gobiernos local y federal, que no lograron solucionar los problemas de la región.

Viktor Novikov, un minero de 42 años que trabaja para la compañía de carbón Primorskugol en Arseniev, Territorios Marítimos, dijo que desde julio ha recibido apenas 60 dólares. Su esposa tampoco ha cobrado nada en tres meses.

Para colmo, la escuela no sirve más el desayuno a sus hijos. "A veces, los niños sangran por desnutrición y también por el frío", dijo Novikov.

El minero Mijail Jan pronosticó otra revolución en Rusia "porque la omisión del pago de salarios está enfureciendo al proletariado". "¿Qué clase de gobierno es éste, que no puede cuidar y alimentar a su propio pueblo?", se preguntó.

Sergei Malykin, que trabaja en la Mina Tavrichanka 5 en Arseniev, dijo que su familia sobrevive porque compra alimentos en un comercio que da crédito a los mineros, pero a una tasa tres veces mayor a la habitual.

Los mineros en la región de Kemerovo, en Siberia Occidental, tomaron medidas aun más drásticas. Más de 50 obreros de la mina de Kuznetskaya tomaron como rehenes a su director, Alexander Terevij, y a unos 20 gerentes e ingenieros entre el 27 y el 30 de enero.

La mina fue operada desde 1991 por una compañía de riesgo compartido ruso-austríaca, pero hace dos meses una corte local sentenció que la privatización fue ilegal y ordenó su restitución al estado.

Los mineros protestan hace dos años. Terevij fue arrestado por la policía por sospechar que él ordenó hace tres años a tres mineros a bajar a un túnel lleno de metano, lo que les ocasionó la muerte.

Terevij afirma que se le acusa para que no se preste atención a los malos manejos de la industria rusa del carbónen especial al decreto presidencial que impuso un precio fijo al carbón y que, según el sindicalista, devastó las finanzas de la mina Kuznetsky. "Cuando los precios eran libres, vivíamos bien", sostuvo.

El gobernador de la región de Kemerovo, el comunista Aman Tuleyev, elegido por 95 por ciento de los votos, se solidarizó con los mineros. La compañía también debe 33,2 millones de dólares al gobierno regional.

Muchos mineros sobreviven gracias a las pensiones de sus padres ancianos o de sus propios gallineros. "Somos rehenes", dijo Vladimir Sorokin, que trabaja en la mina desde 1951.

Los cuatro poblados que albergan a los mineros y sus familias están en la ruina. Las líneas de teléfonos están desconectadas hace mucho tiempo debido a las facturas atrasadas.

Abundan las viviendas a medio construir, interrumpidas cuando el dinero comenzó a escasear. Las guarderías infantiles se convirtieron en apartamentos para familias sin vivienda.

El Banco Mundial concedió en 1997 a Rusia un préstamo de 800 millones de dólares destinados a la reestructura de la industria del carbón, en especial la de la región de Kuzbass, en el corazón de la federación.

Se estima que el sector será lucrativo una vez que se solucionen los problemas financieros y de equipamiento.

El ministro de Combustibles y Energía, Sergei Kiriyenko, la extracción de una tonelada de carbón cuesta en promedio 28 dólares en Rusia, cifra que llega a 35 dólares en algunas minas. Los promedios mundiales oscilan entre 15 y 17 dólares.

Existen minas en 21 regiones de Rusia. El año pasado, la producción ascendió a 244 millones de toneladas, poco más de la mitad que los 415 millones que se extraían antes de la disolución de la Unión Soviética. La producción de 1997 fue 4,8 por ciento menor que la de 1996.

El gobierno confiaba en que el desmantelamiento a fines del año pasado de la compañía estatal de carbón, Rosugol, inauguraría una nueva era en la industria. Pero la mayoría de los mineros cree que muy poco ha cambiado.

La seguridad sigue siendo un problema. El fuego continúa en las entrañas de la mina Tsentralnaya, donde hace más de dos semanas se produjo una explosión de metano. Se teme que 27 mineros murieron en esta mina en Vorkuta, cerca del mar Artico.

El rescate es casi imposible. Los expertos creen que el fuego puede durar años. Aunque algunas partes de la mina se inundaron, la temperatura continúa siendo altísima y siguen registrándose explosiones de metano.

Diecisiete mineros continúan desaparecidos. (FIN/IPS/tra- en/ai/jmp/lb/98

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