Una mezcla de factores culturales, económicos y hasta religiosos hace que las mujeres de Corea del Sur sean despedidas antes que los varones a medida que la crisis económica de Asia oriental hace impacto en el mercado de trabajo.
"En muchos casos, cuando una empresa despide a 50 trabajadores, entre 30 y 45 son mujeres", advirtió Choi Myong- Sook, alta ejecutiva de Vínculo Femenino, principal centro privado de seguridad social para mujeres en Corea del Sur.
Algunas compañías echan primero a las mujeres para desembarazarse de gastos como las licencias de maternidad. Otros argumentan que es vital para las familias que los hombres conserven sus empleos, o que el lugar de las mujeres es el hogar, según valores atribuidos a Confucio.
Chung Hyung-Sook regresó a fines del año pasado a su trabajo luego de dar a luz, pero descubrió entonces que su puesto había desaparecido y que su escritorio había sido retirado del lugar.
"Fui despedida mientras estaba internada", se lamentó Chung, de 36 años, empleada de un conglomerado comercial que comenzó a sacarse de encima a sus trabajadores en medio de los problemas económicos de Asia oriental.
Kim Mi-Ran trabajó durante 24 años para una rama del grupo Hyunday. Su jefe le pidió en enero que renunciara de forma voluntaria.
Kim se negó. Su jefe la envió entonces a una oficina en Ulsan, 500 kilómetros al sudeste de Seúl, lejos del hogar que comparte con su marido y su hijo. Hyunday fue denunciada por discriminación ante el Ministerio de Trabajo debido a este caso.
Las mujeres surcoreanas descubren que son con frecuencia las primeras en la lista de despidos que crece y crece a medida que la crisis económica sigue su curso.
"Desde noviembre del año pasado recibo en Vínculo Femenino unos 20 llamados diarios de mujeres deprimidas o enfurecidas que perdieron sus empleos solo por el hecho de ser mujeres", dijo Choi Myong-Sook.
Organizaciones femeninas argumentan que las mujeres casadas con dos o más hijos corren más riesgos que el resto de ser despedidas porque sus jefes argumentan que son necesarias en sus casas.
En segundo término se ubican mujeres con un hijo, mujeres casadas sin hijos y luego las empleadas de mayor antigüedad. Solo entonces figuran en la lista los empleados hombres.
Las leyes de Corea del Sur impiden a las empresas despedir con libertad a sus trabajadores, pero la crisis económica lleva a los empleadores a apelar a vacíos en la legislación para efectuar despidos encubiertos.
El desempleo alcanzó a tres por ciento de la población económicamente activa a fines de1997.
Se prevé que más personas sufrirán el despido este año. Las empresas que comenzaron a echar a sus empleados fueron las firmas financieras, seguidas por las industriales, las compañías de seguros, las comerciales y los institutos de investigación.
Vínculo Femenino creó un grupo de trabajo de 11 abogados y cinco expertos en asuntos laborales que se encargarán de querellar a las compañías que despiden a mujeres en forma desproporcionada.
Las leyes disponen que los empleadores que despiden a mujeres sin razón que lo justifique sufrirán dos años de prisión o una multa de unos 13.000 dólares. El gobierno se comprometió en enero a poner a los violadores de la ley entre rejas, pero nadie hasta ahora ha sido castigado.
Choi Jyong-Ran trabajó 17 años en la misma empresa y sufrió presión para renunciar desde que se casó hace cuatro años. Choi se resistió. Desde entonces se le encomendó tareas humillantes como la limpieza del estacionamiento subterráneo. Al poco tiempo, renunció.
Muchas surcoreanas procuran empleos temporarios o de tiempo parcial en comercios, restaurantes o puestos de venta callejera para ayudar a sus familias.
El estatal Instituto de Investigaciones Laborales informó que en 1997 unas 500.000 mujeres obtuvieron su primer empleo en esas condiciones. La mayoría eran amas de casa cuyos esposos fueron despedidos.
A medida que obtener un empleo se hace más difícil, más y más mujeres se muestran dispuestas a trabajar por menor salario. Pero las que obtenían empleo de ese modo eran las primeras en ser despedidas.
Las 500 trabajadoras de tiempo parcial de un banco privado fueron las primeras en ser despedidas, seguidas por las mujeres que tenían empleos de tiempo completo. Luego, figuraron los hombres.
El Ministerio de Trabajo de Corea del Sur reveló que las mujeres obtienen en promedio 60 por ciento del salario de sus contrapartes masculinos.
Las mujeres también tienen dificultades para lograr promociones. De los 110.000 altos gerentes de los 50 principales conglomerados empresariales, apenas 729 eran mujeres, según el ministerio.
La mayoría de las gerentas se desempeñan en los sectores de servicios, bienestar social o publicidad, agregan las estadísticas. (FIN/IPS/tra-en/amy/js/mj/lb hd/98