La tuberculosis, que parecía una enfermedad superada, ocasionará este año la muerte de más personas que en cualquier otro año en la historia.
Preocupada por esa perspectiva, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó este martes una advertencia a la comunidad internacional para que aplique con rigor las nuevas terapias contra la moderna epidemia.
La actual expansión de la enfermedad obedece, dijo la OMS, al aumento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causante del sida, a errores cometidos en los tratamientos de la tuberculosis que la vuelven incurable y al incremento de la movilidad de las poblaciones.
El mapa mundial de la tuberculosis presenta nuevos brotes en Europa oriental, donde los decesos por la enfermedad han vuelto a aumentar después de casi 40 años de retroceso para alcanzar 250.000 casos por año.
Pero el mayor número de casos se registra en el sudeste asíatico, con tres millones. En Africa subsahariana, los nuevos casos suman dos millones al año.
Entre todas las enfermedades infecciosas, la tuberculosis se ha convertido en la actualidad en la más letal para jóvenes y adultos. Por el número de casos fatales, entre dos y tres millones por año, supera al sida y al paludismo en conjunto.
La OMS subrayó que en la actualidad, más mujeres mueren cada año debido a la tuberculosis que al total de otras causas de mortalidad maternal. En el mismo período, la enfermedad cobra la vida de 100.000 niños.
Al VIH le corresponde un tercio de la responsabilidad por el aumento de la tuberculosis en los últimos cinco años. Se calcula que en el 2000 alrededor de 15 por ciento de los casos de tuberculosis serán atribuidos al virus del sida.
La tuberculosis es la principal causa de deceso entre los pacientes con VIH positivo y en todo el mundo precipita la muerte de un tercio de los enfermos de sida.
En Africa, 40 por ciento de los fallecimientos de sida se producen por tuberculosis. El porcentaje es similar en Asia.
De unas 31 millones de personas con VIH positivo registradas en 1997, alrededor de una tercera parte se encontraban infectadas de tuberculosis.
El panorama del tratamiento médico de la tuberculosis mejoró hace medio siglo con la aparición de los fármacos para curarla. Pero en los últimos años han surgido variedades de la enfermedad resistentes a un medicamento o a una combinación de fármacos.
La OMS estimó que en la actualidad unas 50 millones de personas son susceptibles de contraer un contagio con la variedad resistente a los medicamentos, en especial a los dos principales fármacos antituberculosos, la isoniazida y la rifampicina.
La variedad resistente a los fármacos múltiples se origina por la aplicación de tratamientos irregulares o parciales, cuando los pacientes no toman todos los medicamentos con regularidad porque comienzan a sentirse mejor.
También surge cuando los médicos o sus asistentes prescriben medicamentos equivocados o cuando el abastecimiento de los fármacos es deficiente.
La OMS constató que un tratamiento antituberculoso incompleto o mal supervisado es peor, desde el punto de vista sanitario, que la falta total de terapia.
Los pacientes que no completan el tratamiento o que reciben los medicamentos inadecuados conservan la infección. En sus pulmones, los bacilos se convierten en resistentes a los fármacos antituberculosos.
La tuberculosis resistente a los medicamentos es más difícil y costosa de tratar y gran probabilidad será fatal.
El tratamiento antituberculoso cuesta en los países industrializados unos 2.000 dólares por paciente. Pero cuando se trata de la variedad de tuberculosis resistente a los fàrmacos, el costo de la terapia se elevará a 250.000 dólares por paciente.
La OMS atribuyó también la expansión de la tuberculosis al aumento de movilidad de la población en el mundo. Desde 1960, el comercio internacional se sextuplicó y el número de personas que viajan en aviones creció 17 veces.
En muchos países industrializados, dijo la OMS, por lo menos la mitad de los casos de tuberculosis aparecen en personas nacidas en el extranjero. En Estados Unidos, ascienden a un tercio.
Los casos de tuberculosis sin tratamiento se expanden con rapidez en los campamentos de refugiados, y en todo el mundo alrededor de la mitad de los refugiados pueden estar contagiados de la enfermedad, agregó.
En 1995, casi 30 por ciento de las personas sin vivienda de la ciudad estadounidense de San Francisco presentaban tuberculosis. El índice era de 25 por ciento para el mismo sector en Londres.
La OMS recordó que la terapia aconsejada para el descubrimiento y la curación de la tuberculosis es un tratamiento de observación directa y breve duración conocido por su sigla en inglés DOTS.
La terapia de DOTS incluye un compromiso político sanitario, la prestación de servicios de microscopia, el abastecimiento de fármacos, sistemas de control y la observación directa del tratamiento.
La tasa de curación del DOTS supera 95 por ciento de los pacientes, inclusive en los países más pobres. La terapia previene la aparición de nuevas infecciones y el surgimiento de la variedad resistente a múltiples medicamentos.
El abastecimiento de medicamentos a un paciente, durante un período de seis meses, cuesta en algunos países sólo 11 dólares.
Por esa razón, el Banco Mundial estimó que el DOTS es una de las inversiones más rentables en salud. (FIN/IPS/pc/dg/he/98