La reunificación del opositor Partido Conservador detrás de la candidatura de Andrés Pastrana abrió una etapa decisiva en la carrera hacia la Presidencia de Colombia, que puede ser resuelta por las fuerzas independientes.
Pastrana, quien aspira por segunda vez al poder, aglutinó las dos fracciones en que el Partido Conservador se dividió a causa de la crisis desatada por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en la campaña presidencial de Ernesto Samper de 1994.
El candidato conservador volvió al escenario ámbito político tras casi cuatro años de un retiro que comenzó tras divulgar las grabaciones que vinculaban al narcotraficante cartel de Cali con la financiación de su campaña electoral del liberal Samper.
Tanto el sector "oficialista" del Partido Conservador, que respaldó a Samper en la crisis y aceptó participar en su gobierno, como el ala opositora, que cuestionó al presidente, se unieron para elegir el viernes a Pastrana, con 62,4 por ciento de los votos emitidos.
Pastrana es el más fuerte adversario de Horacio Serpa, candidato para las elecciones del 31 de mayo por el gobernante Partido Liberal y favorito en las encuestas.
Según algunos analistas, la competencia entre los dos partidos tradicionales ganará intensidad si el Partido Conservador logra apoyo de fuerzas independientes.
En opinión de Luis Valencia, de la Universidad de Los Andes, una vez proclamados oficialmente los candidatos de los dos partidos tradicionales, podría producirse "un realineamiento de fuerzas en torno de esos dos aspirantes".
Valencia señaló a IPS que tanto Serpa como Pastrana pretenden atraer a sus filas a los llamados "candidatos independientes", y el panorama quedará plenamente definido después de las elecciones legislativas del 8 de marzo,
Como una fórmula para conseguir la presidencia, que desde 1986 está en poder del PL, Pastrana se propone encabezar un movimiento nacional representativo de "los deseos de cambio" de Colombia "en bien de la clase pobre", y por "la modificación de las costumbres políticas y el empleo".
Serpa, a quien el Partido Conservador identifica como el "candidato del continuismo" por haber sido el más firme aliado de Samper en la crisis por la financiación de la campaña liberal en 1994, recoge de momento 46 por ciento de la intención de voto declarada en las encuestas, frente a sólo 14 por ciento de Pastrana.
Según el ex presidente Belisario Betancur (1982-1986), del Partido Conservador, en la primera vuelta "se medirán fuerzas de distintos matices, pero en la segunda, que se cumplirá el 21 de junio, "saldrá triunfante el Movimiento Nacional Conservador".
Para la revista Semana, Serpa es el más sólido de los aspirantes a la Presidencia "pero aún no es fijo", por ser "símbolo del continuismo del gobierno de Samper".
Serpa cuenta a su favor con la debilidad de sus contendientes y el apoyo del partido mayoritario, advirtió Semana.
El general retirado Harold Bedoya, el ex fiscal Alfonso Valdivieso y la ex canciller y ex embajadora en Londres Nohemí Sanín, que también fueron marcados por la crisis estallada en 1994, se ubican en la franja de los independientes.
Bedoya, sin militancia política, se lanzó como candidato tras haber sido retirado por Samper del servicio activo y del mando del Ejército y encabeza un movimiento que él identifica como de "anticorrupción" y que ha enraizado en la clase media y baja urbana.
Valdivieso, quien tuvo a su cargo la investigación por la infiltración de dinero del narcotráfico en la campaña de Samper, abandonó las filas del Partido Liberal para participar en los comicios con su propio movimiento anticorrupción.
Algunos piensan que el retiro de Bedoya del Ejército fue una jugada maestra del mandatario para restar votos a Valdivieso, que aparecía en su momento como firme contendiente de Serpa.
Sanín, la única mujer en la competencia por la Presidencia, renunció a la embajada en Gran Bretaña en el punto mas alto de la crisis institucional y con su propuesta suprapartidista captaría un buen sector del electorado.
También se cuenta entre los candidatos independientes Antanas Mockus, quien con el discurso de la antipolítica y sin campaña publicitaria ganó en 1995 la alcaldía de Bogotá y ahora intenta conquistar la Presidencia.
El liberal Carlos Lleras, quien había anunciado que presentaría su candidatura en disidencia de su partido, renunció a sus aspiraciones y conduce las conversaciones de acercamiento entre Sanín, Valdivieso y Mockus.
Según Lleras, hay muchos puntos en común entre esos tres postulantes independientes, y no sería "muy difícil" que concertaran un programa común para enfrentar a Serpa y Pastrana. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98